Turismo estudia opciones de uso de las ruinas de San Agustín

D. A.
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Baraja crear un espacio cerrado para acoger eventos gestionados por la oficina de congresos, aspectos históricos de Segovia o potenciarlo como memorial democrático, entre otras alternativas

Espacio de la iglesia y el convento que acoge el memorial franquista y la placa que se puso en 2013 para recordar también a las víctimas que estaban con el bando republicano. - Foto: Rosa Blanco

«Recuperaremos la cabecera de las ruinas de San Agustín con el objetivo de convertirlo en un espacio al servicio de los ciudadanos», recogía el PSOE en su programa electoral de 2019, dentro del capítulo de Urbanismo. «Promoveremos (...) la elaboración de un proyecto de recuperación, destinado al uso dotacional, en las ruinas del convento de San Agustín (cabecera de la antigua iglesia) junto con la parcela municipal situada a sus pies», añadía en el capítulo de Patrimonio Histórico. Meses después, la alcaldesa, Clara Luquero, aportaba algo más de concreción al resumir que la idea es acondicionar «un espacio cerrado donde se puedan desarrollar actividades culturales». Hoy, pasados casi tres años, aún debe definirse el proyecto, sin que esté claro que tal compromiso sobre el papel se traduzca en trabajo sobre el terreno antes de que acabe el mandato actual (mayo de 2023); pero tampoco puede descartarse, y entre bastidores sí se va avanzando. De hecho, el Ayuntamiento publicaba a principios de diciembre la adjudicación de un contrato menor (1.290 euros más IVA) al arquitecto Jesús Javier Zaera para la redacción de un pequeño estudio de viabilidad de las distintas opciones que se barajan, y los resultados ya están en dependencias municipales.

Entre las alternativas analizadas destaca la de ubicar allí «un centro para pequeños encuentros del Convention Bureau (oficina municipal de congresos)», tal y como apunta a El Día el concejal de Turismo, Miguel Merino. «Se han valorado las necesidades técnicas que requeriría, o si el aforo que tendría podría diferenciar Segovia como destino». 

Otro planteamiento para por dar a este espacio un fin expositivo. Al estilo de lo que se pretende hacer en la iglesia de San Nicolás, donde se prevé un centro de divulgación del románico que ya se ha asegurado apoyo europeo a través del Plan Impulsa Patrimonio lanzado el año pasado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, pero en este caso dedicado a otro ámbito.

«Podría ser algo que reflexione sobre el memorial democrático, o sobre algún otro aspecto de la historia de Segovia», sugiere Merino, quien declina entrar en demasiados detalles cuando no hay nada decidido. «Está todo en el aire, pero hemos querido valorar opciones para estar preparados de cara a las iniciativas europeas, principalmente», explica. Es decir, que una vez el Gobierno municipal ha dado prioridad a otros proyectos a corto plazo para su financiación con cargo a las arcas municipales, se trata de tener avanzado el trabajo previo para tener margen de reacción si surge la oportunidad de encajar alguna de las iniciativas sometidas a estudio en próximas convocatorias de subvenciones con fondos UE.

en busca de fondos ue. Ya el año pasado se estudió la posibilidad de incluir San Agustín entre las propuestas presentadas al primer Plan Extraordinario de Sostenibilidad Turística de los Fondos Next Generation para Castilla y León, entre los cuales se encuentra el futuro centro de interpretación del Acueducto que se proyecta entre el fondo de saco de la calle Gascos y la pequeña plaza que ocupa la parada de taxis de Artillería, pero se descartó tras conocerse que la Junta había decidido poner por delante al medio rural en dicha convocatoria. No obstante, este año saldrá habrá una segunda orientada al medio urbano, y queda una tercera para 2023 cuyas condiciones no se han aprobado todavía, si bien hay opciones de que se centre en ciudades Patrimonio, donde obviamente encajarían sobre todo Ávila, Salamanca y Segovia.

«Ante una situación en la que prácticamente sólo conocemos el listado de convocatorias europeas para los próximos meses, sin conocer las bases, no sería prudente decantarnos por un camino u otro, por eso no descartamos nada», incide el concejal.

Entretanto, las ruinas del histórico convento de San Agustín seguirán tras una verja bajo llave. De la iglesia que se levantó allí en el siglo XVI no queda más que el ábside, dado que el resto se demolió para levantar el Policlínico, después de haberse utilizado en el XIX como almacén militar. Y el ábside, con los casi 2.000 nombres de caídos segovianos del bando nacional tallados en su piedra, polémico monumento franquista erigido en 1951 y compensado (o apenas paliado) desde 2013 por una placa de acero corten que recuerda a las víctimas del bando republicano. Así se buscó cumplir con la Ley de Memoria Histórica, aunque pintadas y otros actos vandálicos hayan recordado a su vez en los últimos años que no todo el mundo está precisamente de acuerdo con ese complejo equilibrio de homenajes a unos y otros.