Hasta los operarios que realizan las labores de reconstrucción de Notre Dame tuvieron que parar debido al calor extremo que asfixia a Francia. París superó ayer desde primera hora de la tarde los 40,4 grados que desde el 28 de julio de 1947 eran el techo histórico, en una ola de calor extremo en el norte de Francia. El termómetro subió hasta los 41 grados a las 14,00 horas en el observatorio del parque de Montsouris y la temperatura se prevé que ascienda todavía más en las horas siguientes.

En su página de internet, Météo France indicó que en el momento de mayor calor del día las temperaturas en la región de París fueron 42 grados, con puntas de 43. En la noche del pasado jueves, la mínima fue de 25 grados, la tercera más elevada de la historia, por debajo del techo de 25,5 grados de agosto de 2003. A partir de hoy, se prevé que este fenómeno de calor extremo termine en Francia conforme llegue un frente de tormentas desde el Atlántico, que atravesará el país de oeste a este.