La amenaza de movilizaciones por los salarios llega a Segovia

D. A.
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Los convenios colectivos pendientes de cerrar se acumulan en la provincia ante la falta del acuerdo marco de subidas salariales

Los sindicatos ya reclamaban en la manifestación del 1 de mayo un acuerdo nacional por los salarios, pero las negociaciones se rompieron sólo unos días después. - Foto: Nacho Valverde (Ical)

Segovia se mantiene entre las provincias con menos paro del país y los convenios que se han firmado este año revelan subidas salariales por encima de la media, pero también es de las más inflacionistas; y con una crisis energética que apunta a agravarse a velocidad de vértigo según bajen las temperaturas, no se libra del «otoño caliente» que ya advertían semanas atrás los sindicatos a nivel nacional.Demandan el desbloqueo de las conversaciones por el ansiado Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) 2022-2024, con la subida salarial, por supuesto, como principal punto de fricción y detonante de la ruptura de la negociación en mayo, cuando debería ser la referencia para la revisión de convenios en todo el país.

«La situación es muy mala y así el otoño no es que vaya a ser caliente, sino calentísimo», asegura el secretario provincial de CCOO, Álex Blázquez. «No puede ser que la patronal nos bloquee la negociación colectiva basándose en que la inflación es muy alta. Evidentemente que habrá empresas que no puedan asumirla y estamos dispuestos a hablar de eso también, pero la mayoría de las empresas tienen que mantener el poder adquisitivo de la clase trabajadora, y lo que se está haciendo es bloquear por bloquear, así que vamos a poner pie en pared. La pelea va a ser con todas las armas que tengamos a nuestra disposición», añade, aunque todavía no se haya pronunciado a voces la palabra huelga, y menos general. «Esa es una herramienta que está ahí, pero que será en todo caso el resultado final si no vemos reacción con las movilizaciones que planteemos antes», matiza. «Seguramente empecemos a reunirnos en las próximas semanas y será entonces cuando tratemos de hacer calendarios y definir las posibles medidas», avanza.

El convenio de hostelería es uno de los que se vienen negociando desde principios de año y aún sigue pendiente de cerrarse, aunque tanto la parte sindical como la patronal (la asociación Hotuse en este caso) confían en un desenlace positivo. «El convenio de construcción también debe empezar ahora a negociarse, y los de madera y limpieza de edificios están parados», prosigue. 

El secretario provincial de UGT, José Luis Martí de Lucas, coincide en apuntar las mismas inquietudes. «Vamos mal, muy mal. Quedan muchos convenios por negociarse y serán muy difíciles de cerrar según está la situación ahora mismo. Y si los precios no dejan de subir y la patronal sigue sin estar por la labor de mejorar salarios, lógicamente tendremos que salir a la calle», advierte.

El presidente de la Federación Empresarial Segoviana (FES), Andrés Ortega, mientras, subraya las dificultades para negociar en el escenario actual. «Está claro que las empresas no pueden asumir los costes de la inflación actual y que los sindicatos saben que son costes muy difíciles de asumir para las empresas.Por tanto, por la situación en que estamos, esperar a ver cómo se suceden los hechos es la mejor postura para todos: sindicatos, trabajadores y empresarios. Mejor mantener el empleo que tenemos que exponernos a perderlo por cierres de empresas», considera. ¿Y aplazar subidas salariales hasta cuándo? «Vamos a ver qué sucede una vez se retomen negociaciones a partir de este mes», responde, al tiempo que cree que la solución podría pasar por «pactar subidas mínimas que vayan progresando en los próximos años». «Vamos a considerar de momento que esta subida tan importante que ha habido de la inflación se tendrá que empezar a normalizar en algún momento, y que esa normalización pueda ser la base que podamos tomar en un futuro a medio plazo, no sólo teniendo en cuenta la de este año, sino la de los próximos tres años, por ejemplo».

Respecto a las amenazas de movilizaciones, las ve «inapropiadas». «Entendemos que los sindicatos estén pensando en estas movilizaciones, y más si hay una ministra en el Gobierno (la de Trabajo, Yolanda Díaz) animando a ello, pero no las vemos adecuadas en este momento», critica. «Lo que necesitamos es que, al igual que en otras muchas ocasiones, los sindicatos, junto a los trabajadores, remen a favor del empleo, del mantenimiento de la industria y de las empresas, porque sin empresas no hay trabajo y sin trabajo, ni trabajadores ni salarios», sentencia.

SITUACIÓN GENERAL. Según datos del Ministerio de Trabajo actualizados hasta julio, Segovia contabiliza 17 convenios firmados con efectos económicos en este año para un total de 10.717 trabajadores y una subida salarial media del 3,27%, 7,5 décimas más alta que la media nacional, del 2,52%. Pero la inflación provincial escalaba en julio al 12% interanual, 1,2 puntos por encima de la del conjunto del país (10,8%).

Por otro lado, los últimos datos oficiales de paro reflejan 5.640 personas sin empleo en Segovia, la cifra más baja para un mes de agosto desde 2008. Sucede parecido con la evolución del número de trabajadores que refleja la estadística de afiliados laborales, aunque no pueden obviarse los efectos que la última reforma laboral está teniendo tras la restricción del empleo temporal en favor del fijo discontinuo. Fundamentalmente, porque un trabajador fijo discontinuo no computa como parado para la estadística durante los periodos en que no trabaja ni genera ingresos, y Segovia ha pasado a tener más de 1.700 personas con este tipo de contrato, cuando antes de la reforma apenas superaba las 200.

En cualquier caso, el secretario provincial de CCOO aprecia que «ahora el empleo es más estable y las condiciones laborales han mejorado». ¿Pero teme destrucción de empleo en otoño? «Es un temor que siempre está, pero me preocupan más los salarios», incide. Y en esa misma línea, su homólogo de UGT recalca que «si esto sigue así el problema no va a estar en que se destruya empleo o no, sino en que los salarios no dan más de sí».

Sin embargo, el presidente de FES insiste en que «las incertidumbres a las que nos vamos a enfrentar son grandes e importantes». «Si los costes energéticos siguen subiendo, no me extrañaría que algunas empresas de Segovia tuvieran que plantearse parar producción, igual que ya está pasando fuera de nuestra provincia por este motivo y también por la subida de materias primas», avisa. De ahí también el comunicado que difundía FES el viernes 2 de septiembre, poco después de que se publicaran los datos del paro, en el que, por un lado, criticaba las medidas de ahorro energético promovidas por el Gobierno central «más allá de los compromisos europeos»; y por otro, reclamaba «redoblar los esfuerzos en términos de flexibilidad, contener la inflación y la presión fiscal y moderar el coste laboral» para que «se priorice el mantenimiento y la creación de empleo».

Entretanto, sin competencias en materia de negociación colectiva, pero en primera línea empresarial, la presidenta de la Cámara de Comercio, María José Tapia, busca un punto medio entre el optimismo y la negatividad.Frente a unos datos de paro y empleo aparentemente positivos, cree que «suenan bien pero deben leerse con cuidado por cómo ha afectado la reforma laboral a los tipos de contrato y la estadística». Y ante el inquietante escenario económico, confía en «la capacidad de adaptación que siempre hemos demostrado los españoles». 

«Me encantaría que todos se pusieran en los zapatos de los otros», continúa Tapia. «El tópico del empresario sentado en un trono con un puro y un látigo no tiene nada que ver con lo que vivimos hoy, con muchas empresas muy tensionadas porque no pueden repercutir sus costes en los precios ni con lo que los han subido hasta ahora. Es importante que nos unamos todos y que los políticos planteen medidas realmente eficaces. Si el sector privado y el sector público no caminan juntos es como si papá y mamá se enfadan, y lo que viene ahora es un cambio de ciclo en el que seguro que vamos a ser capaces de reinventarnos, pero siempre que lo hagamos unidos», concluye.