El coronavirus eleva la demanda de casas rurales en Segovia

David Aso
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La Asociación de Turismo Rural ya cree que pueden estar ante "el mejor verano de los últimos años". Atienden reservas para julio y agosto más largas de lo habitual incluso en zonas de la provincia alejadas de la sierra.

Casa rural de alquiler completo ubicada en un municipio de Segovia.

Las casas rurales de alquiler completo de Segovia desescalan más rápido que la provincia o el país en su conjunto. Atienden peticiones de reservas para julio y agosto desde principios de mayo y se disponen a vivir el que puede ser su «mejor verano de los últimos años». Ya lo destacaba a El Día la semana pasada el presidente de la Asociación de Turismo Rural y Activo de Segovia, Domingo Asenjo, y esta semana la demanda ha seguido en aumento. A estas alturas, sin duda, son la cara de la moneda en un sector donde todo lo demás se concentra en la cruz. Apuntan a llegar más rápido a esa llamada nueva normalidad que, pese a todo, en este aspecto les puede beneficiar hasta elevarles por encima de los niveles de ocupación de cualquier verano normal, siendo una estación que para las casas rurales de Segovia no es, ni mucho menos, la mejor del año. 

No en vano, las reservas atendidas ya dan para cubrir «más del 30%» de este subsector en julio y agosto, que ya es casi lo que se alcanzaba en total otros veranos, pero teniendo en cuenta que queda por delante todo el mes de junio para que la demanda siga creciendo, tal y como se espera que ocurra, según se defina con más claridad el horizonte a partir del cual podrán retomarse los desplazamientos entre provincias por ocio; sobre todo entre uno y otro lado de la sierra. «Igual que en marzo y abril nos fueron cancelando todas las reservas, incluidas las que teníamos para julio y agosto, ahora ya es al revés y principalmente por llamadas desde Madrid, que siempre ha sido nuestra principal afluente de turistas», valora Asenjo. De hecho, «ya hay algunas casas completas para julio y agosto en Sepúlveda y en pueblos de la sierra», y la asociación cuenta con potenciar su página web (seruralsegovia.com).

Destaca además que lo habitual era que la demanda se centrara precisamente en la sierra, por aquello de que tienen noches más frescas, aparte del paisaje y demás, pero es que ahora también hay más reservas en otras zonas de la provincia que «se valoran simplemente por el hecho de ser medio rural y ofrecer espacios donde los grupos de amigos o familiares pueden estar a su aire». Y aparte, las estancias que ahora se reservan están siendo más largas: «En verano suelen ser de cuatro o cinco días, o igual una semana, pero es que ahora reservan también por 15 días y hasta por un mes», añade. Claro que también la nueva normalidad va a exigir nuevas condiciones más complejas para la gestión de los alojamientos.

Nuevos protocolos. Los alojamientos segovianos ya están adaptándose a las nuevas condiciones que deberán cumplir, por norma legal o recomendación, para dar a los turistas las debidas garantías «de salubridad y desinfección», así como de confianza. El propietario de una casa rural «normalmente no se puede permitir que venga una empresa de limpieza porque su coste no se justifica con el precio que se cobra al cliente», explica el presidente de Turismo Rural, «pero habrá que seguir un protocolo, una especie de guion, para no perderse en el proceso, asegurarse del uso de los productos adecuados y dejar todo en las mejores condiciones».

«Por ejemplo estamos recomendando que no se alquiler la casa a los próximos inquilinos el mismo día en que la han dejado los anteriores. Que pasen 24 horas entre unos y otros, y si pueden ser 48 pues mejor porque, cuanto más tiempo dejes, menos riesgo de contagio». También cuentan con la conveniencia de tener mascarillas a disposición de los clientes, y los clásicos folletos deberán desaparecer de las casas: «La información sobre rutas, monumentos y otros espacios que ver en la capital o el resto de la provincia tendrá que darse por internet, por códigos QR o de la manera que sea». 

Toca pasar a «un método más digitalizado» en todos los aspectos. «Cuanto menos contacto con el cliente mejor, aunque habrá que establecer pautas que por ahora no tenemos la mayoría». Así es probable que tienda a desaparecer el clásico ritual de bienvenida para la entrega de llaves y registro de documentación. «Aquí no era habitual por ejemplo dejar las llaves en un cajetín y abrírselo al cliente por teléfono y eso es posible que se empiece a ver más. Y respecto a la documentación que hay que enviar a la Guardia Civil y conservarla por si se reclama durante tres años, «habrá que rellenarla por vía telemática, por correo electrónico antes de la llegada o mediante aplicaciones que ya hay en el mercado (desde hace años) y que facilitan todo el proceso».

Los cobros, como en todas partes, con más motivo pasarán a ser ahora «preferentemente evitando el efectivo», y todas estas medidas deberán tenerse en cuenta desde ya, dado que en fase 1 pueden recibir clientes de la misma provincia. Aunque la prueba de fuego no llegará hasta finales de junio o principios de julio, cuando empiece un verano realmente complicado y, sin embargo, esperanzador para el turismo rural segoviano.