Castilla y León alcanzó esta semana las 2.900 personas procedentes de Ucrania en la Comunidad, como consecuencia del conflicto que se mantiene en este territorio de la Europa del Este tras la invasión de la Federación Rusa. De ellos, 2.572 ya cuentan con tarjeta sanitaria castellana y leonesa y 836 menores ucranianos se han incorporado ya al sistema educativo de la Comunidad.

Además, Castilla y León cuenta con 203 menores en guarda provisional, a los que se hace seguimiento por encontrarse bajo el cuidado de familiares pero sin ser sus padres, y 12 de estos son menores no acompañados, que se encuentran en centros de acogida de la Comunidad.

Tal y como refirió el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno en declaraciones recogidas por Ical, "a medida que pasan las semanas, se va estrechando la diferencia entre los que llegan y los que tienen la tarjeta sanitaria". Y es que son ya "la absoluta mayoría" de los refugiados ucranianos los que cuentan con ella.

Muchos de los llegados a Castilla y León son además menores, como refirió Carriedo, por lo que "requieren de servicios educativos" y, en ocasiones, de seguimiento, dado que el perfil de los refugiados que se encuentran en la Comunidad es de "menores y mujeres en la mayor parte de los casos".

También destacó el consejero portavoz la celeridad con la que la Junta está otorgando las tarjetas sanitarias e incorporando al sistema educativo a los refugiados ucranianos que así lo requieren, dado que en tan solo una semana, son casi 200 más los que cuentan con tarjeta sanitaria (2.572 frente a los 2.396 de la semana pasada) y cerca de un centenar los incorporados al sistema educativo (836 frente a los 754 de hace siete días).