Castilla y León registró 1.032 nacimientos en enero, un 15 por ciento más que en el mismo mes de 2021, pero aún un 10 por ciento por debajo de 2019, último año completo anterior a la explosión de la pandemia del COVID-19. Los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) constatan que los datos nacionales son paralelos, con 27.756 alumbramientos que representan un 15,7 por ciento más que doce meses antes, pero un 10 por ciento menos que hace tres años.
Con estas cifras, la Comunidad se encuentra en la media nacional en relación al pasado ejercicio, si bien es una de las autonomías que más baja en el número de nacimientos en relación a 2019, más si cabe cuando incluso hay regiones que ya presentan incrementos, como son los casos de Murcia (tres por ciento más que entonces), Castilla-La Mancha (1,65) y Aragón (0,65 por ciento). Sin embargo, es cierto que la Comunidad presenta mejor evolución que La Rioja, donde nacieron un 23,7 por ciento menos de niños que antes de la pandemia, Andalucía (un 13,41) y País Vasco y Andalucía (13,3 por ciento).
Si se analizan los datos se observa que varían bastante en función de la edad de las madres. Así, las mujeres mayores de 40 años aceleraron sus alumbramientos, hasta totalizar 147, cifra que supone un 35 por ciento más que en enero de 2021 e incluso un 26 por ciento por encima de los datos anotados en 2019.
Igualmente, las jóvenes de entre 20 y 29 años han reducido los nacimientos tanto en relación al año pasado como a hace tres años, con lo que ven aún dificultades, motivadas por la pandemia u otras circunstancias, para lanzarse a la maternidad. En este sentido, el grupo de entre 20 y 24 años anotó 54 niños nacidos, un 15 por ciento menos que 2021 y un 38 por debajo de hace dos años; y las de entre 25 y 29 años, con 127 alumbramientos, bajaron un 8 y 17 por ciento, respectivamente.
Otro dato que llama la atención es la juventud de las madres de otros 22 nacimientos, con mujeres de entre 15 y 19 años, que representa un once por ciento más que en el primer mes del año pasado pero un cuatro por ciento por debajo de 2019.
Por último, las edades intermedias son las que más se asemejan al comportamiento de la media autonómica y también los que suman más nacimientos. Las que tienen entre 30 y 39 años significaron dos de cada tres alumbramientos, 680 de los 1.032 totales. Para el grupo más joven, aquellas que cuentan entre 30 y 34 años, se registraron 354 niños, un 23 por ciento más que hace un año pero un 13 por ciento aún por debajo que antes de la pandemia; y para las de 35 a 39 años, fueron 326 retoños, un 14 por ciento más que hace doce meses, pero un 19 por ciento menos que en 2019.