Denunciados tres vecinos de Íscar pillados en Cuéllar

D. M. Arranz/ N. Sáez
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La villa segoviana controla la llegada de personas desde el municipio vallisoletano, que está aislado, mientras aumenta la preocupación por la incidencia creciente del coronavirus.

Denunciados tres vecinos de Íscar pillados en Cuéllar

Tres vecinos de Íscar han sido denunciados tras ser descubiertos en Cuéllar sin causa justificada cuando en su municipio están prohibidas las entradas y salidas por orden judicial. Y es que todavía hay quien no percibe el sufrimiento que se esconde detrás de cada contagio. Desasosiego ante la posibilidad de haber sido el responsable de haber infectado a un familiar, dolor físico por la enfermedad, estrés por la cuarentena, lágrimas por la pérdida de un ser querido... Sensaciones y sentimientos que es muy posible que estén comenzando a experimentar los hogares en los que –al cierre de esta edición– se habían declarado los últimos brotes de coronavirus hasta el momento en la provincia de Segovia, que en total acumula tres desde que acabó el estado de alarma.

El primero, el que se registró en Chañe, se encontraba estable este jueves. Han dado positivo diez personas y otras 17 se encuentran en estudio, aunque hasta el momento  los resultados de las pruebas que se les habían practicado habían salido negativas. Había preocupación por el alcance de este brote dada la condición de trabajadores de una cooperativa del municipio de varios de los contagiados, pero parece que se ha controlado.

Aún es pronto para conocer, en cambio, la evolución del foco surgido en Campo de Cuéllar, aunque en pocas horas entre el miércoles y el jueves subieron de cinco a siete los positivos. El primer edil de Cuéllar, Carlos Fraile, está en permanente contacto con el alcalde pedáneo Jesús María Pilar, y fue el encargado de confirmar los primeros positivos gracias a la información obtenida de los profesionales del centro de salud cuellarano. Según los datos que han trascendido, un joven acudió junto a un grupo de amigos el pasado fin de semana a una casa rural del País Vasco, donde manifestó síntomas y donde finalmente dio positivo en la prueba de detección molecular (PCR) que le practicaron los sanitarios de esa Comunidad Autónoma. 

El resto de jóvenes que le acompañaban, con edades comprendidas entre los 20 y los 25 años, también están en estudio y en cuarentena en sus domicilios, pero el rastreo de sus contactos también se ha extendido a sus entornos laborales y familiares. En este último ámbito se han diagnosticado positivos, aunque por el momento cursan la enfermedad asintomáticos o con sintomatología leve.

El Servicio Territorial de Sanidad de Segovia desarrolla la vigilancia epidemiológica de este brote a través del control de casos y de las correspondientes encuestas de contactos e investigación de las relaciones sociales de estas personas, tanto en sus entornos familiares como sociales y laborales. En concreto, las personas en estudio por contacto son, por el momento, además de los siete positivos, 37 personas que han dado todas ellas negativo en la primera prueba PCR que se les ha realizado. Aun así permanecen en cuarentena.

Misma situación en la que se encuentran los 31 contactos del brote declarado en San Rafael, que podría tener su origen en una boda celebrada en Madrid hace unos días. Los cuatro que han dado positivo pertenecen a una misma familia y se encuentran asintomáticos. Se da la curiosa circunstancia de que solo uno de los positivos que ha registrado la zona básica de salud de El Espinar no se corresponde con esta familia. A pesar de esa circunstancia, la Junta ha situado a esta comarca en ‘aviso naranja’ y ha recomendado a sus vecinos que eviten las reuniones de más de diez personas y que restrinjan «al máximo» el contacto social.