La posibilidad de que ERC pacte la celebración de un referéndum independentista en Cataluña con el Gobierno copa la actualidad política nacional, por mucho que desde Moncloa se esfuercen en negarlo. Y eso que ayer el Ejecutivo volvió a rechazar este extremo con contundencia, después de que el propio presidente catalán, Pere Aragonès, afirmara que ocurriría y que desde el Partido Popular se dé ya por hecho tras considerar que la reforma del Código Penal deja la «vía expedita» para ello.
Con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, en Bruselas, la respuesta del Gobierno llegó de la mano de los ministros que acudieron al pleno del Congreso, donde todos los que se pronunciaron, como María Jesús Montero, Miquel Iceta o Pilar Alegría, lo hicieron sin excepción en la misma línea y de forma unívoca: «No habrá tal consulta».
«Con un Gabinete de Pedro Sánchez nunca se va a celebrar un referéndum de ese tipo ni de forma regular ni irregular», respondió la titular de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, al ser preguntada sobre la consulta pactada que reclama ERC basándose en el modelo de Montenegro: un mínimo del 50 por ciento de participación y de un 55 por ciento de síes a la secesión.
Como aseguró Montero, con el PP en Ejecutivo hubo «hasta tres» referendos en Cataluña. «Nos avalan los hechos -insistió-. En todos estos años no ha habido consultas. En cambio, sí las hubo cuando gobernaba los populares». Preguntada sobre si no cree que el Gobierno ha perdido credibilidad, dado que en su día también negaba los indultos a los presos del procés, la supresión del delito de sedición o el cambio de la malversación, la ministra negó esa apreciación. «Para nada -enfatizó-. Este Gabinete ha actuado con absoluta transparencia».
Illa, un verso suelto. Con el debate abierto, el líder del PSC, Salvador Illa, avisó por su parte al independentismo de que «no habrá autodeterminación». Illa propone una consulta, pero referida al autogobierno y que implicaría
Reformar el Estatut
Su idea no es nueva, pero cobró especial protagonismo en el contexto actual, dos días después de conocerse la propuesta de ERC.
Por la consulta a la que se refería llla preguntaron también a la ministra Montero, quien remachó que «una cosa es eso y otra un referéndum», mientras que el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, consideró «una buena noticia» que el líder del PSC proponga consultas en Cataluña para que «por fin» se pueda confrontar con la de los republicanos.
Mientras el Gobierno negaba con rotundidad el referéndum, Aragonès aseguró que «no se resigna» ante esta negativa y defendió que Cataluña «tiene derecho a decidir libremente su futuro» en un referéndum de independencia que, señaló, «nunca puede ser delito».
Para el president, es «imprescindible» abrir un debate interno para, a través de un Acuerdo de Claridad, poner sobre la mesa una propuesta de referéndum pactado, «efectivo» y «reconocido por la comunidad internacional».
Adelanto electoral. La idea de Aragonès es algo que el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, dio por hecho, aunque lo niegue el Ejecutivo, por lo que pidió que esta «deriva separatista» se «someta a las urnas» con un adelanto de las elecciones generales.
El jefe de la oposición advirtió que estamos a las «puertas» de «otro hecho disparatado» y que tras la reforma del Código Penal, que «deja la vía expedita a que se pueda celebrar» y cuando el socio del Gobierno dice que lo va a convocar, tiene «pocas dudas» de que habrá referéndum. «Estamos viviendo un momento insólito, que ni el independentista más ambicioso podía pensar que iba a llegar», sentenció.