A Isaac y Pablo sí que les gusta el carril bici

Nacho Sáez
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'El Día de Segovia' acompaña a dos ciclistas en un recorrido por el trazado que ha diseñado el Ayuntamiento entre la calle San Francisco y el barrio de Nueva Segovia.

A Isaac y Pablo sí que les gusta el carril bici - Foto: Rosa Blanco

La polémica por la utilización de «demasiados» bolardos, en opinión de los vecinos y de los profesionales del transporte, ha dejado en un segundo plano las virtudes y defectos de la segunda fase del carril bici, centrada en el barrio de Nueva Segovia. El Día de Segovia ha recorrido ese diseño más reciente y la primera fase junto a dos ciclistas, Pablo Rozas e Isaac Viejo, que aplauden el proyecto del Ayuntamiento aunque con algunas salvedades que van explicando en un trayecto que comienza en la calle San Francisco y finaliza en el colegio Elena Fortún. Casi cuatro kilómetros en los que se encuentran algunos obstáculos pero en los que, aseguran, sienten que circulan seguros.

San Francisco, un tramo a pie y otro en sentido contrario

El recorrido por el carril bici junto a Pablo Rozas e Isaac Viejo comienza en la calle San Francisco, junto a la entrada de la Academia de Artillería, donde dos señales dan indicaciones a ciclistas y usuarios de patinetes. Una para permitirles circular en sentido contrario al del resto de vehículos en dirección a Muerte y Vida, y otra para ordenarles que vayan a pie si lo que pretenden es llegar por San Francisco a la plaza del Azoguejo. «Según se planteó al principio, ese tramo de San Francisco se podía hacer en bici. En la señal ponía que podíamos circular por ahí en el mismo horario que los vehículos de carga y descarga, pero a las pocas semanas pusieron unas pegatinas encima para ordenar que nos bajemos de la bici. Ahora se puede meter un camión, pero una bici no», explican Rozas y Viejo al comenzar su análisis del recorrido del carril bici entre ese punto y el barrio de Nueva Segovia. Para el primero, es su estreno ya que frecuenta más el tramo de carril bici existente entre la plaza de Artillería y el Parque del Cementerio, previo al diseño realizado ahora. Este sí que ha sido probado por Viejo, que no tiene carnet de conducir y se mueve en bicicleta. Incluso trabajó como mensajero a base de pedaladas. Los dos han participado en actividades del movimiento Bicicla, uno de los grandes impulsores del nuevo carril bici.

Peligroso estrechamiento en Muerte y Vida

Rozas y Viejo defienden la opción elegida por el Ayuntamiento de permitir a bicicletas y patinetes circular en sentido contrario: «En muchas ciudades es así». El problema es otro aquí. «En Muerte y Vida no hay ancho para que pases. Me acabo de cruzar con tres furgonetas y he tenido que pisar la acera y encima venían peatones. No sabía qué hacer», reconoce Rozas. «Pero es verdad que ese tramo siempre ha tenido problemas incluso para los peatones. Es una zona muy difícil. Tu prioridad es salir ileso y no te puedes hacer más fuerte que un coche, así que no te queda otra que echarte a un lado. Hasta la rotonda es muy estrecho, pero cuando se planteó el proyecto era la mejor opción por delante de Gobernador Fernández Jiménez, Ezequiel González», añade Viejo.

Coches aparcados en el carril bici

En la plaza de Somorrostro, de nuevo una señal da luz verde a que los ciclistas circulen en sentido contrario. En este caso por la calle Blanca de Silos, donde Rozas y Viejo tienen que esquivar un coche aparcado en doble fila durante su recorrido con El Día de Segovia. También se ha borrado ya parte de la pintura del suelo. «Un problema que vemos es que los coches que vienen de frente han visto a la altura de la universidad una señal que les avisa de que se pueden cruzar con ciclistas, pero no hay ninguna más hasta la plaza de Somorrostro. Tampoco está interiorizado lo de ir a 30 y por ahí hay coches que bajan a 40 y a 50 y tú pasas en bici muy cerca de los coches. Un amigo tuvo un incidente porque un coche que estaba aparcado abrió la puerta sin mirar», relatan.

Anchura «perfecta» en la avenida de la Constitución y zonas de negociación

El siguiente punto neurálgico es la avenida de la Constitución. Aquí se vuelven a encontrar con un coche aparcado en doble fila o lo que es lo mismo, en el carril bici, y se ven obligados a esquivarlo. «Pero en este tramo la anchura del carril bici es perfecta, tipo Vitoria, una maravilla. Se convive muy bien. Queda un margen de 50 centímetros respecto a los vehículos que están aparcados. Es verdad que en cada uno de los desvíos hacia la derecha se corta el carril bici y se reanuda una vez sobrepasado el desvío. Te quedas un poco vendido si un coche quiere girar hacia la derecha. La empresa que ha diseñado el carril bici lo planteó como zonas de negociación: las líneas dejan de protegerte. Lo mejor es pararse si crees que un coche va a girar a la izquierda. Hubiera estado mejor que hubiéramos tenido preferencia, pero está muy bien, vas seguro», reflexionan.

La pendiente, el enemigo en la Rotonda del Pastor

El ciclista tiene que ir despierto porque, rebasado el Parque de la Dehesa, el carril bici continúa por el margen izquierdo del sentido de la circulación que se dirige hacia Nueva Segovia. «El lado exterior es en el que me siento más protegido, pero lo principal es que el conductor haga bien la rotonda», apunta Rozas. Se refiere a la glorieta del Pastor, un punto intenso de tráfico por su conexión con Nueva Segovia y con la salida a Madrid y a la estación del AVE. «Para los ciclistas, otra de las cosas malas es que es cuesta arriba y vamos lentos», indica Viejo. 

Más protegidos en la subida a Nueva Segovia

Estos dos ciclistas aplauden que parte de la calzada en la avenida Gerardo Diego haya quedado reservada para las bicis. «Antes ahí estabas totalmente desprotegido. Tenías que ir por el carril del medio de los tres, que era en el que estaba dibujada una bici. Está bien que hayan destinado la parte derecha a que las bicis vayan protegidas. Además, es una forma de que la gente joven se anime a subir en bici a Nueva Segovia si tiene que jugar al fútbol en el Pedro Delgado en lugar de que le suba su padre en coche», razonan en conversación con El Día de Segovia.

Fin del recorrido en el colegio Elena Fortún

«Se agradece que no hay adoquines», subrayan sobre circular por Nueva Segovia. En el recorrido junto a este periódico, entran en el barrio por la avenida Vicente Aleixandre, giran a la izquierda para coger la calle Dámaso Alonso y finalizan el trayecto junto al colegio Elena Fortún, ya muy cerca del carril bici que conecta Segovia con el pantano del Pontón Alto. «En Nueva Segovia es muy importante ir seguro. Tienes que ir por el centro del carril y que te adelanten como si fueras un coche de una tonelada», concluyen Rozas y Viejo.