Cuando Clara Luquero deje la Alcaldía de Segovia el 27 de mayo «por motivos personales» (así lo justificaba el viernes 6 al avanzar el final prematuro de su etapa), al Ayuntamiento le quedará un año y un día antes de las próximas elecciones (28 de mayo de 2023) para resolver la enorme cantidad de asuntos pendientes que acumula. Y cuando Clara Martín tome el bastón de mando en junio (se baraja el sábado 4), un año menos una semana.

La sucesora propuesta no tendrá problema para salir elegida porque, tal y como establece la legislación electoral vigente, si PP o Cs plantearan un candidato alternativo, éste tendría que sumar mayoría absoluta? para llevarse el bastón de mando, algo imposible en la práctica porque necesitaría un voto de Podemos oIU. Además, aunque Martín ocupe el número 6 en la lista con la que el PSOE concurrió a las elecciones en 2019, los cuatro concejales que hay entre Luquero y ella (García Zamora, Torquemada, De Frutos y Merino) ya han cursado esta semana la renuncia a presentarse, según confirman fuentes municipales a El Día. Pero el tiempo aprieta como nunca.

Por un lado, Martín se va a encontrar con la bolsa de dinero para inversiones llena a reventar gracias a los remanentes y fondos europeos (más de 17 millones en total, casi tantos como en todo el mandato pasado, 2015-2019). Pero por otro lado va un atasco administrativo casi crónico por vacantes en plantilla que afectan a casi todas las áreas, y que tiene en las que lleva como concejala (Patrimonio Histórico y sobre todo Urbanismo) uno de los ejemplos más claros, con plazos de resolución de licencias que llegan a triplicar el plazo máximo legal de tres meses.También hay ordenanzas pendientes de revisión desde mandatos ya pasados: terrazas, circulación o convivencia ciudadana, entre otras; incluidas nuevas sanciones para proteger el Acueducto, que se espera que estén vigentes a finales de año. Y además, serias dificultades no sólo para resolver trámites, sino para alcanzar mayorías plenarias que activen iniciativas y proyectos, con Podemos más distante cada día «por el bajo balance de ejecución» de 2021 y el consecuente «incumplimiento de la mayoría de acuerdos» de ese ejercicio. Aparte de las secuelas administrativas que deja la mayor crisis sanitaria en más de un siglo y su derivada económica, por una escalada de costes y problemas de suministro de materias primas que pone en jaque cada concurso y cada ejecución. 

Localización de la futura zona industrial de Prado del Hoyo.

Por de pronto, Luquero heredó de Arahuetes el edificio del CAT (el CIDE, Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial) a medio hacer, y Martín lo heredará sin fechas de finalización y apertura, once años después de iniciarse unas obras que tenían 15 meses de plazo antes de que quebrara Volconsa en 2013. Así se perdió una ayuda estatal que ya en 2015 abocó al proyecto a una desesperante travesía sin calendario rematada por el «incumplimiento de contrato» que el Ayuntamiento atribuye a la última adjudicataria, Rogasa, con el asunto judicializado.

Aún hoy están por resolverse los trámites para readjudicar las obras pendientes en el edificio, que llevarán varios meses. Después faltará la contratación del equipamiento, otro concurso para adjudicar espacios a empresas… Luquero aún destacaba el 25 de marzo, en el debate sobre el estado de la ciudad, que los principales proyectos empresariales que anunciaron su intención de ubicarse allí «continúan manteniendo firme su compromiso», y el concejal de Desarrollo Económico,Jesús García Zamora, ratifica que así sigue siendo actualmente, a pesar de que Indra, la principal, no se ha pronunciado al respecto ni en público ni en respuesta a las preguntas que El Día le ha cursado en reiteradas ocasiones durante el último año. También cuenta con Pigchamp, mientras otras de las ocho que anunciaron su interés en noviembre de 2018 ya se han caído:«Pero lo que nos preocupa ahora es acabar la obra, sabiendo además que hay empresas que les puede interesar no decir que se van a instalar por estrategia, y que no faltarán gracias al gancho de Indra, de Pigchamp y del Centro de FP».

Alude así también al anuncio que lanzó el presidente del Gobierno en noviembre, en el Congreso del PSOE de Castilla y León, de que Segovia acogerá (precisamente en una parte del CAT) el Centro Nacional de Innovación y Tecnificación de Alto Rendimiento de la Formación Profesional. Suena bien pero, casi seis meses después, a la música le falta toda la letra. Ni siquiera se ha presentado el proyecto a nivel institucional; sólo aquel anuncio, hecho además en foro político, y una mención similar de la ministra de Educación, Pilar Alegría, el 18 de diciembre en el congreso provincial del PSOE. Sin embargo, después de que Luquero llegara a decir el pasado noviembre que esperaba inaugurar el CIDE esta primavera, y pese a todo lo que queda por delante, García Zamora se declara «convencido de que abrirá este año incluso con la FP».

Relevo en la Alcaldía con una larga lista de temas pendientes

También heredó Luquero de Arahuetes la ampliación de la zona de tráfico restringido a todo el casco histórico, plasmada sobre papel en el viejo Plan de Movilidad de 2008, y Martín la asume ahora actualizada con otra etiqueta, la del plan de implantación de la zona de bajas emisiones. Segovia tiene por ello asegurados unos 3,5 millones de fondos europeos para avanzar en la peatonalización del recinto amurallado (incluida la reurbanización del eje de Daoiz, pendiente desde 2013), comprar cuatro buses eléctricos, poner cámaras de control de accesos... Parte de estas obras podrían empezar a visualizarse este año, pero queda trecho administrativo y lo más delicado, la restricción del tráfico, requiere cambios normativos y otros tramites con mayorías plenarias que para nada están aseguradas en lo que queda de mandato.

En cuanto al plan de desarrollo urbanístico de Prado del Hoyo, con gestión política directa de Clara Martín desde que se retomó hace algo más de año y medio, entonces se confiaba en que la aprobación definitiva llegara a principios de 2022 y ahora se apunta a finales. Aportará más de 600.000 m2 de suelo industrial para acoger macroproyectos privados como el nuevo polo estratégico de fabricación de envases biosostenibles y plataforma logística, con previsión de 1.300 empleos (300 directos y un millar de indirectos), según anunció la ministra Maroto en abril de 2021, así como un puerto seco; pero ahora, en el mejor de los casos, se aspira a otorgar licencias de obras para las primeras empresas en los últimos meses de mandato.

Tampoco queda tiempo para esperar que antes de junio de 2023 sea realidad el ascensor urbano de San Millán, aunque cabe la opción de que tenga las obras avanzadas.

No tardará en inaugurarse, en cambio, el centro cívico de Nueva Segovia, pendiente de una fase breve de equipamiento; o el parking de Ezequiel González, cerrado desde noviembre de 2020 al expirar la concesión de su explotación a una empresa y a expensas de su reapertura con gestión pública en torno a junio.

Las obras del tramo adoquinado de Padre Claret, con proyecto aprobado desde el mandato pasado, se esperan también a partir de otoño. Y tiempo tendrá Martín de repartir 350.000 euros en bonos comercio, 400.000 en ayudas a la inspección técnica de edificios o más de 800.000 para rehabilitaciones de espacios públicos y viviendas del barrio de SanJosé (plan ARU).

CLIMA POLÍTICO DESFAVORABLE PARA EL PSOE. Pasados estos doce meses llegará la cita con las urnas con Martín como cabeza de lista, si es que el PSOE cumple su hoja de ruta, y entonces deberá bregar con la coyuntura política más desfavorable para los socialistas (y para la izquierda en general) en más de 20 años. No puede obviarse además que Luquero retuvo la Alcaldía en 2019 por una triple carambola: Cs se quedó a 24 votos de arrebatar un concejal al PSOE; Vox, a 49 de entrar en el Ayuntamiento; y Podemos, a 48 de quedar fuera. Tres escenarios que habrían dejado a la izquierda sin sumar la mayoría necesaria, mientras PP y Vox apuntan a llegar a mayo de 2023 mucho más fuertes que hace cuatro años.

Lo más grave para los intereses socialistas se asoma por tanto en un negro horizonte a un año vista y ese es el tiempo que le queda a Martín para convencerse y convencer. Pero lo más urgente, a nivel político y también para la ciudad, se juega en los próximos 12 meses.

TEMAS PENDIENTES, EN BREVE

Por interés general y trascendencia política destacan el edificio CIDE, el plan de Prado del Hoyo y la ampliación del área de tráfico restringido en el casco histórico, pero hay otros proyectos pendientes que pueden correr suerte dispar en estos 12 meses.

CENTRO CÍVICO DE NUEVA SEGOVIA. Está construido y a falta 'sólo' de resolverse la fase de equipamiento.

PARKING DE EZEQUIEL GONZÁLEZ. Cerró en noviembre de 2020 por el fin de la concesión de su gestión a una empresa privada, y se espera que reabrá con gestión pública en torno al próximo mes de junio.

AYUDAS. El Gobierno local sacará en próximos meses nuevas ayudas para pagar recibos energéticos, rehabilitación de viviendas y bonos comercio.

PADRE CLARET.  El proyecto de reurbanización del tramo adoquinado se aprobó ya en 2019 y se espera sacar a concurso en breve. Las obras se prevé que duren cuatro meses, por lo que deberían acabar a principios de 2023.

DAOIZ. 15 meses necesitará el eje turístico de Daoiz, cuyao concurso está por lanzarse. Se espera una reapertura parcial de antes de elecciones.