Tras la eucaristía en la Catedral, presidida por el obispo, César Franco,  en la que se ha dado un especial protagonismo a los niños de Comunión, la procesión ha comenzado su itinerario en la Plaza Mayor,  encabezada por un cortejo a caballo.  Asimismo han participado los niños de Comunión, sus padres y catequistas,  las cruces y banderas de la Catedral, las cofradías penitenciales y eucarísticas y la banda de hermandad de la Soledad Dolorsa, de Santa Eulalia. Asimismo han participado soberana de la Orden Militar Hospitalaria de Malta y de la Real Hermandad de Infanzones de Illescas (Toledo).

Junto a la gran participación en el cortejo, también se ha concentrado mucho público en el recorrido, en el que se han establecido cuatro altares: en San Miguel, la iglesia del Seminario diocesano —donde los niños de Comunión de las Madres Concepcionistas han realizado una interpretación musical—, la iglesia de San Martín y el convento del Corpus Christi —con protagonismo musical de las hermanas Clarisas—. Esta tradición procede del siglo XVII, de influencia alemana, basada en los puntos cardinales. 

La carroza del Corpus se reformó hace dos años,  cuando correspondía que saliera en procesión pero, al final, no pudo ser debido a la crisis sanitaria. La carroza tiene dos partes, el propio carro en madera, que data de 1740, y el ostensorio, de 1540, que entonces salía en andas.

Iba escoltada por una escuadra de Alumnos de la Academia de Artillería.  Detrás del obispo ymiembros del cabildo, encabezaban la representación oficial la alcaldesa, Clara Martín, junto a miembros de la corporación municipal; la vicepresidente de la Diputación Provincial, Sara Dueñas, y la subdelegada del Gobierno, Lirio Martín, entre otros, cerrando la comitiva una sección de alumnos de la Academia de Artillería y la banda de la Unión Musical de Segovia.