Titirimundi contó con 40.288 espectadores

DS
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El 36 Festival Internacional de Teatro de Títeres de Segovia 'Titirimundi', que se ha desarrollado desde el 12 hasta el 16 de mayo, ha terminado con un balance de 40.288 espectadores

La compañía Mundo Costrini en la Plaza Medina del Campo con 'The Grazy Mozarts' - Foto: A.M.

Según los organizadores, se trataba de una edición en la que se ha pretendido volver con cautela a su formato habitual con montajes de calle, Titiricole, talleres de construcción de títeres y el gran carrusel. Un tiovivo que, tras dos años de ausencia, ha vuelto a girar su rueda de ensueño y a transportar a sus viajeros a través del universo imaginario de Julio Verne, quizá como metáfora del tiempo que no se detiene y de la vida que se renueva.

"Estamos satisfechos de que el público haya podido disfrutar y también de que hayamos podido mantener los montajes de calle en una edición que ha sido como un aliento para todos", admite la directora del Festival, Marián Palma. Han sido 37 compañías, 34 de ellas en Segovia, las que han llevado a cabo 182 funciones en 23 espacios de la ciudad, haciendo visible, una vez más y de la manera única que le distingue, la belleza inesperada de las pequeñas cosas con las que habitar lugares de fantasía y realidad para revelar los misterios de la existencia. 

En las funciones de interior, encabezadas por compañías como Escarlata Circus, Ariel Doron, La Fille du Laitier, Bakélite, Hermanas Picohueso, Hugo e Inés, La Salamandre, Lupe Estévez, Matita, Ytuquepintas o Teatro Jaleo, se ha llegado a un 98% de ocupación con 3.321 espectadores, mientras que en los patios han sido 6.576 las personas que han visto las pequeñas fábulas de Bitonio, los títeres más pequeños del mundo de Golondrino o sus historias felinas narradas entre hilos, El circo de las Pulgas, los Titiriteros de Binéfar, la historia que no se nos debería olvidar de Pavel Smíd sobre el amor y la verdad unidas para poder vencer a todos los males del mundo, o, entre otros, los Hermanos Sabattinni -o más bien hermanas-, que con su pequeño teatro han invitado al público a verlo desde muy adentro introduciendo sus cabezas en él o moviendo los telones y escenarios por detrás en una historia de aventuras y mucha acción. 

Los títeres han vuelto a la calle, donde 26.200 personas han disfrutado del estreno de Sofie Krog Teater y su pócima mágica "crecepelo y arreglatodo" entre escenarios pop-up, La gotera de lazotea, Mundo Costrini, Alex y su conocido Mr Barti, los juegos de Guixot de 8, Matito, Sol y Tierra, Jean Philipe Atchoum o Tropos, en espacios como la Plaza Mayor, la Plaza de San Martín, Avda del Acueducto o Santa Eulalia. 

Además, 4.191 personas han gozado de las funciones escolares y de Titiricole, en el que este año han participado 7 centros y con los que se ha trabajado en colaboración con AIDA, asociación que apuesta por la sensibilización para contribuir a una ciudadanía más formada, crítica y comprometida en Castilla y León, acercando la realidad de los países en los que trabaja.

Además, 42 pueblos de la provincia han disfrutado de los espectáculos de Titirimundi y 55 sesiones en las extensiones, lo que hacen 274 funciones en total. 

Titirimundi 2022 ha estado caracterizado por el buen ambiente, que ha animado al público, ávido de títeres, a participar en el festival y adquirir en apenas dos días las primeras 6.000 entradas puestas a la venta. La climatología ha acompañado al Festival salvo el sábado, que comenzó a llover a media mañana y a excepción del espectáculo de los Titiriteros de Binéfar, que no pudo continuarse, el resto se trasladó de lugar, se realizó por la tarde o como Alex y Mister Barti, que soportaron la lluvia en San Martín con un público que, bajo los paraguas, volvió a sonreír y a traspasar los ojos de esos títeres que saben a vida. Esos ojos abiertos como platos para embeberse de lo maravilloso de la celebración de la Vida, para "no tener miedo de tocar lo profundo, el corazón, la oscuridad, la alegría, lo extraordinario, las emociones, el juego, el misterio de la poesía; para disponerse al asombro, cultivar la sencillez y la belleza, escapar de la banalidad". 

Además, 70 voluntarios han vuelto a participar de Titirimundi, en una labor llena de entusiasmo y en un proyecto que avala al festival como uno de los más punteros de Europa. 

No ha faltado tampoco la iniciativa surgida el pasado año con Castellum Free Tour, una idea que evidencia el vínculo inherente entre Titirimundi y Segovia, perfectamente imbricados que ha propuesto ver la ciudad a través de los ojos de Titirimundi.

Ni ha faltado la tradicional fiesta el sábado, que reunió a 200 personas en el Palacio de Segovia, animados por las improvisaciones de Javier Aranda, Ariel Doron, Alex Marionettes y el concierto de La Troupé de la Merced. 

Un pellizco de Titirimundi en el mes de julio 

Titirimundi, en su línea de estrechar lazos con agentes e instituciones locales, también colaborará con el MUSEG y la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Segovia en el mes de julio (días 23 y 24) gracias al espectáculo Soñando el carnaval de los animales de Títeres Etcétera, Premio Nacional de las Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud 2014. Un espectáculo de gran envergadura que podrá verse en el Jardín de San Juan de los Caballeros.

Uno de los festivales con mayor éxito, según los expertos

Todas las compañías han mostrado su agradecimiento y su alegría al volver al formato habitual en un festival que no ha cesado su actividad ni de dejar de celebrarse durante estos dos años, adaptándose a un formato adecuado a la pandemia, con aforos reducidos y sin calle. 

Gracias a su característica línea de calidad y un espíritu único valorado por los espectadores y compañías, Titirimundi es uno de los festivales con mayor éxito a todos los niveles, según los expertos, que ha convertido a Segovia en la meca del arte del teatro de títeres y ha potenciado el mundo de la marioneta en la comunidad de Castilla y León a través de sus redes y puntos de unión. Es su cometido principal. Lo lleva haciendo desde hace 36 años como principio impreso en su ADN. Y con ese fin y la trayectoria y características que lo definen y avalan como meca del titiritero y referencia mundial en el teatro de títeres, pretende continuar en su línea, ya pensando en el año que viene, como se hace de manera habitual cuando termina una edición y ya se realizan gestiones para la próxima. "Es un ciclo orgánico con un ritmo propio que no nos permite detenernos. El festival tiene vida propia y es a lo que nos empuja", expresa Marián Palma. Porque Titirimundi es justo eso, "una gran familia que se ha mantenido con la unión, que es una de las bases del festival", añade satisfecha. 

Titirimundi agradece su entusiasmo al público, los medios de comunicación y al Ayuntamiento de Segovia su patrocinio y apoyo, así como a la Junta de Castilla y León, la Diputación de Segovia, el Inaem y todos los colaboradores que contribuyen al mantenimiento del Festival, honrado en 2021 con el Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud. "Gracias a su apoyo, que desde el principio se ha podido constatar, y a la confianza en el equipo del festival, Titirimundi vuelve a hacer posible el hecho artístico del arte del teatro de títeres, ese que nos acompaña desde el principio de la humanidad y que sigue abriéndonos los ojos a la belleza, al asombro, y a la necesidad de descubrir quiénes somos, soñándonos y viviéndonos", afirma Palma.