La sangría de los bares en Segovia

Sergio Arribas
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La Taberna del Irlandés, Cárdaba o Café España.. No cesa el goteo de cierre de bares en Segovia, que ya ha perdido un 12% en una década, la mayoría establecimientos «de toda la vida», en la capital y provincia.

Tasio Poza, a las puertas de su bar, la Taberna del Irlandés, que cerró después de 32 años el pasado 27 de diciembre por motivos personales. Ahora está en vías de alquilarlo. - Foto: Rosa Blanco

Mientras abre el candado de la verja metálica, Tasio Poza, de 52 años, se sincera. «Estoy como perro sin amo», confiesa. Lo hace a las puertas de ‘La Taberna del Irlandés’, el bar que regentaba desde 1992 —cuatro años después de que lo abriera su padre Hilario— y que cerró el pasado 27 de diciembre. Han sido casi 32 años poniendo cafés y churros, cañas, vinos y cubatas, trabajando sin horario y todos los fines de semana. El bar era todo un símbolo en el barrio de San Lorenzo. No sorprende la sensación de abandono y extrañeza que vive Tasio, aunque su decisión de cerrar el bar responde, según aclara, a motivos ajenos a la marcha del negocio. «Lo principal ha sido un problema de salud. Mi mujer no se encontraba al 100% y un bar exige muchísimo sacrificio, muchas horas de dedicación. La vida es cuestión de prioridades», apunta el hostelero, a quien se le humedecen los ojos y se le pone un nudo en la garganta cuando se le pregunta por las muestras de cariño y afecto recibidas por parte de los vecinos de San Lorenzo cuando decidió bajar la persiana.

‘La Taberna del Irlandés’ era uno de esos bares «de toda la vida», el de la esquina, el de abajo, el de los churros y el café por la mañana, el de la tapa y caña de cerveza al mediodía, el mejor lugar para ver entre amigos un partido de fútbol por televisión.
oleada de cierres. El bar de Tasio —puesto en alquiler— es uno más de los que han cerrado en Segovia, en un goteo constante, del que no se libran tampoco los restaurantes. Según el último Anuario de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, la merma de bares, cafeterías y restaurantes en Segovia se sitúa en un descenso del 12,6% en casi una década, pasando de los 1.248 establecimientos en 2010 a los 1.091 del año 2018. A lo largo de estos años la tendencia a la baja ha sido constante, si bien la caída se redujo en la última anualidad al 0,4%. «La crisis, que nos afectó más tarde, supuso una depuración», afirman desde la Agrupación de Industriales Hosteleros Segovianos (AIHS), que admiten que el sector está sufriendo «reajustes». «Es cierto —añade la patronal—que abren y cierran bares de forma continua, aunque nuestra sensación es que, tras la caída por la crisis, ahora la situación está más o menos estable».

La realidad, que trasciende a las estadísticas, dibuja un escenario donde en los últimos meses han bajado la persiana, han consumado traspasos o preparan su traslado no pocos bares y restaurantes, muchos con «solera», tanto en Segovia capital como en diferentes pueblos de la provincia.

La sangría de los bares en SegoviaLa sangría de los bares en Segovia - Foto: D.S.

A la ‘Taberna de Tasio’ se han unido los recientes cierres, también en San Lorenzo, de bares como Cárdaba, La Taskita y Las Nubes; éstos dos últimos regentados por Juan José de las Heras ‘Giña’, que ahora dirige el nuevo Bar Correos. La Taskita, abierta desde hace siete años, cerró hace dos meses y Las Nubes, que sumaba una trayectoria de 25 años, bajo la persiana hace un año, locales por los que Giña pagaba «600 y 1.000 euros solo de alquiler». 

«No resulta rentable». En San Lorenzo estaba a gusto, pero la gente, sobre todo la juventud, cada vez alterna y gasta menos (...) Al final vivías de lo que gastaban los jubilados. Ahora [en Bar Correos], aunque el alquiler es más alto, al menos veo una peseta», apunta este hostelero, pesimista con el futuro del sector.

La lista de bares —y restaurantes— que han bajado la persiana en el último año no es corta. Hace un año lo hicieron, entre otros, Las Cuevas de San Esteban, tras 29 años de actividad, el antiguo Bar Correos —que regentó la familia Villar durante 63 años— o el restaurante Bon Appetit, en la Plaza de la Artillería; cierres que se sumaban a los de Lali Arroceria, en la calle Cabritería; y De Vinos y la hamburguesería Black Rose, ambos en la calle Infanta Isabel.

El Bar la Taskita, en San Lorenzo, que cerró hace un par de meses.El Bar la Taskita, en San Lorenzo, que cerró hace un par de meses. - Foto: D.S.

Por jubilación cerraron Bar Siboney o La Criolla, mientras que otros, también céntricos, llevan meses cerrados como Antigua Casa de los Vizcaínos. Otro establecimiento con «solera», Mesón Patricia’, junto a Radio Segovia, cerró en 2017 por jubilación de sus propietarios, Pascual y Angelines. Ha reabierto varias veces, la última con el nombre de Bar Aragón, cerrado desde hace un mes. Alma Nostra, Momentos o Tartare —antiguo Restaurante Julián Duque y antes La Taurina— se sumaron a la lista en la capital.

La provincia no es ajena a la oleada de cierres. Basten algunos ejemplos recientes. La Casa Rosa, en Miguelañez, Bar Palacios en Turégano o el Mesón de Javier en Bernardos. El Espinar ha sido uno de los núcleos que más han sufrido el reajuste del sector. Han cerrado Mi momento, Restaurante Marcelino, De tapas, El bar de la Estación y el bar La Corredera.

En diciembre echó el cerrojo otro bar mítico de la provincia, ubicado en la plaza de Santa María la Real de Nieva. El Café España era todo un símbolo del pueblo. Conservaba el mismo estilo del afamado Café Gijón de Madrid, con asientos corridos de terciopelo, mesas de mármol con armaduras de hierro y espejos en sus paredes. Cuentan sus vecinos que allí se rodaron algunas escenas de ‘El espíritu de la Colmena’ (Víctor Erice, 1973).

El antiguo Mesón Patricia, que cerró en 2017 por jubilación, fue reabierto por otros propietarios, aunque sin éxito.El antiguo Mesón Patricia, que cerró en 2017 por jubilación, fue reabierto por otros propietarios, aunque sin éxito. - Foto: D.S.

«Estaba alquilado y lo gestionaban las mismas personas desde hace diez años. Ha cerrado porque hacían falta algunas reformas. No sabemos qué hara el propietario», comenta la alcaldesa, Pilar Ares, que precisa cómo de la media docena de establecimientos que tenía Santa María la Real de Nieva hoy quedan la mitad.

Sobre el Café España, la alcaldesa comenta que su cierre supone privar de un centro de reunión a los vecinos del pueblo y un punto frecuente de parada de muchos segovianos de la capital que pasaban por la localidad. «Para mí ya no es que en Santa María haya cerrado un bar, sino una parte de la historia de este pueblo», subraya.

'Sin bares, no hay pueblos’. «Hay pueblos que se han quedado sin bares», admiten desde la AIHS, que cuenta con unos 300 hosteleros asociados, el 75% propietarios de bares, cafeterias y restaurantes y un 25% de diferentes tipos de alojamientos hoteleros; una representación pequeña si se tiene en cuenta que en Segovia existen 1.482 establecimientos, según el último Anuario de Hostelería de España, la mayoría (1.091) de bares y restaurantes.
AIHS y Diputación idearon el proyecto ‘Sin bares no hay pueblos’. «Con el tema de las elecciones quedó un poco parado, pero ahora lo queremos retomar», indica el gerente de la patronal, Javier García Crespo, que precisa que el propósito es «llegar a esos pueblos donde solo hay un bar o dos y echarles una mano en temas de formación, de contratar con proveedores, etc....»

Las estadísticas dejan poco margen a la duda. El Anuario de Hosteleros de España indica que a la conclusión de 2018 había 183.306 bares abiertos en España, 1.124 menos que en 2017, según datos del INE. Son 19.300 cierres en ocho años, a 2.500 de media por anualidad.

Castilla y León no es ajena a la caída. A la conclusión de 2018 había 13.248 bares, esto es, 1.905 menos que en 2010. Según el mismo informe, Segovia cuenta hoy con 157 bares y restaurantes menos que hace casi una década (1.091 frente a 1.248), si bien el sector ha visto como han ganado peso los establecimientos hosteleros enfocados al alojamiento. De los 303 registrados en 2010 se han pasado a los 391 de 2018, lo que supone un aumento del 29%.

En 2019 la AIHS contabilizó entre sus asociados 43 altas y 29 bajas de negocios hosteleros en Segovia, un balance positivo como lo fue 2018 (33 altas y 22 bajas). No obstante, las cifras pueden resultar algo engañosas, pues incluyen no solo bares, cafeterías y restaurantes, sino también alojamientos, de casas rurales o apartamentos turísticos, un modelo de negocio, que «ha repuntado».

El departamento de estudios de Hostelería de España mantiene que la evolución descendente de negocios hosteleros en España obedece «al recorte en el censo de los bares». «Este descenso se achaca tanto al exceso de oferta como a la reestructuración del sector, cerrándose establecimientos de más pequeño tamaño o familiares, mientras abren otro tipo de locales de mayor tamaño englobados en otra categoría, cafetería o restaurante». 

Sin embargo, desde la AIHS no comparten el diagnóstico. «En ciudades o provincias pequeñas como la nuestra, los que aguantan son los negocios familiares y aunque esté la cosa apretada logran salir adelante y mantener el negocio».