Johnson trabaja a contrarreloj

Agencias
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El 'premier' busca el apoyo de los diputados al nuevo Tratado de Retirada en la votación de hoy en la Cámara de los Comunes, donde la incertidumbre reinará hasta que se termine el debate

Johnson trabaja a contrarreloj - Foto: TOBY MELVILLE

El primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, apuró ayer las últimas horas antes de la crucial votación de hoy de su nuevo acuerdo del Brexit para tratar de reunir una mayoría parlamentaria que aún no tiene asegurada.

El conservador pasó la jornada al teléfono, tratando de convencer uno a uno a los diputados euroescépticos de su formación que todavía no han dado su visto bueno al pacto, mientras que su equipo contactó con laboristas e independientes favorables a un divorcio acordado, susceptibles de alinearse con el Gobierno.

El norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), con 10 escaños en los Comunes, mantuvo su rechazo al Tratado de Retirada que se cerró el pasado jueves en Bruselas, lo que complica las cuentas de Johnson, que necesita 320 votos pero solo cuenta con 288 parlamentarios tories.

Según las cábalas del Financial Times, el premier puede sumar 318 apoyos, mientras que la cadena Sky News calcula que puede llegar hasta 316, si bien la mayoría de analistas políticos coinciden en que la situación es volátil y la incertidumbre se mantendrá hasta última hora.

Diversos grupos parlamentarias no tomarán una decisión definitiva hasta esta mañana, incluidos los 28 conservadores más euroescépticos, conocidos en los pasillos como los espartanos, por su férrea defensa del Brexit más duro.

En esta ocasión, ninguno se ha posicionado claramente en contra del pacto, lo que aumenta las expectativas de que al menos una parte de ellos vote a favor.

El supersábado, como ha bautizado la prensa la sesión extraordinaria en el Parlamento para votar el acuerdo de Johnson, comenzará con una intervención del primer ministro, que informará a la Cámara sobre el resultado de la cumbre comunitaria del jueves y el viernes.

Acto seguido, los diputados pasarán a debatir, sin límite de tiempo, la moción del Gobierno que propone dar luz verde a los términos de salida de la UE acordados con los Veintisiete.

Una de las propuestas que ha cogido impulso en las últimas horas es una cláusula redactada por el exconservador Oliver Letwin que apuesta por posponer la ratificación definitiva del acuerdo. Si esa enmienda fuera aprobada por mayoría, Johnson se vería obligado a solicitar una prórroga del Brexit más allá del 31 de octubre incluso si la Cámara de los Comunes vota a favor de su pacto.

La sesión parlamentaria, la primera en un sábado en el Reino Unido desde abril de 1982, durante la guerra de las Malvinas, coincidirá con una gran manifestación en Londres para reclamar un segundo plebiscito sobre la retirada.

En caso de que el acuerdo no sea aceptado por los Comunes, Johnson estará obligado por ley a enviar una carta a Bruselas solicitando una extensión de la ruptura con la UE.