Se acerca el final del puente de la Constitución sin que la estación de esquí de La Pinilla haya podido inaugurar la temporada. La falta de nieve mantiene los telesillas apagados y la zona, desierta. Una situación que la estación intentará paliar con la fabricación de nieve artificial aunque eso implique engordar todavía más la factura energética.

Esta se ha duplicado en el último año, según revela el alcalde de Riaza, Benjamín Cerezo, máximo responsable de La Pinilla. Busca opciones para conseguir un autoconsumo energético. "Aquí el problema que tenemos es que el tema de paneles solares es prácticamente inviable porque cuando tenemos el consumo es invierno y en invierno apenas te producen. Y si está nevando y están nevadas las placas pues es inviable. Estamos estudiando poner un molino de viento de los nuevos que existen hoy en día, sin aspas", señala Cerezo.

Lo que no está previsto es subir los precios que pagan los esquiadores, congelados desde hace cinco años. "Riaza y esta zona son lo que son ahora en buena medida por La Pinilla así que hay que seguir apostando por ella. También estamos negociando con inversores privados para que también apuesten", señala Cerezo. Uno de los objetivos es incorporar nuevas actividades. Y si la climatología no permite la práctica del esquí volverá a abrir el bike park, la otra funcionalidad de La Pinilla.