«La gente sí que está adelantando las compras respecto a años anteriores». La responsable de Pescados y Mariscos Sara, Encarna García, ha observado entre sus clientes en este mes de noviembre que muchos compran ahora el marisco y el pescado para congelarlo y guardarlo hasta Navidad y esquivar una posible subida de precios en las fiestas. «La gente está congelando marisco, almeja, rape, merluza, la lubina salvaje… Son artículos que admiten la congelación. De momento no hay una diferencia grande. Hay artículos puntuales que han subido de precio pero lo demás se está manteniendo. Luego en Navidad sí que suben el besugo, las nécoras, la almeja... Pero eso ha pasado siempre. Suben porque hay más demanda», señala García.

En las carnicerías, en cambio, ese comportamiento previsor de los consumidores no se ha producido. «De momento la gente no está comprando. Lo que hace es preguntar por el precio y si va a subir mucho. Pero si supiera eso sería más importante que tener el número de la Lotería de Navidad», apunta Juan Martín, propietario de la carnicería del mismo nombre en la calle San Francisco. Él vendía esta semana el cochinillo a 75 euros, y el cordero lechal, a 127. «Está todo muy caro y seguramente se ponga más. Pero cuánto más no tengo ni idea. Ahora mismo todas las semanas viene el género con subida y la gente te mira como si la estuvieras robando. Pero no podemos hacer otra cosa», afirma.

La escasez de corderos en el mercado y su elevado precio puede poner en jaque la Navidad: «Ya está más caro que en Navidades del año pasado y es posible que haya desabastecimiento porque falta género nacional». Ginés Fernández, de la Carnicería Hermanos Valverde, cuenta que «hasta ahora hemos tenido muy pocas ventas». «No está siendo como otros años. La gente se retiene mucho porque no hay dinero. Te dice que prefiere esperar a ver si viene más barato, pero no tiene pinta. Esto va para arriba», concluye.