"Perdí la confianza en mí mismo"

Nacho Sáez
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Javi Guerra afrontará el próximo domingo la Maratón de Valencia, donde espera lograr la marca mínima para el Mundial tras haber superado meses difíciles.

Javi Guerra, en 2020 tras conseguir su último campeonato de España de maratón hasta el momento. - Foto: Raúl Caro Efe

Javi Guerra mira estos días el tiempo cada hora. Intenta planificar sus entrenamientos para los escasos momentos del día en los que no cae esa lluvia que ha teñido de gris Segovia en esta segunda mitad del otoño. Gris como estuvo Guerra la pasada temporada. «Perdí la confianza en mí mismo», confiesa a poco más de una semana de afrontar la Maratón de Valencia, ya con ánimos renovados y de nuevo con Antonio Serrano como técnico. 

El atleta segoviano buscará en la ciudad del Turia la marca mínima (2h09m40s) para el Mundial que se celebrará el próximo verano en Budapest (Hungría). «Y tener buenas sensaciones, reencontrarme conmigo mismo, hacer una carrera inteligente y llegar a meta habiendo dado el cien por cien. Haber hecho lo que valía en ese en ese momento y quedarme tranquilo», cuenta, convencido de que suceda lo que suceda no agonizará como en los Juegos Olímpicos o como en la última Maratón de Sevilla, donde superó la media maratón en tiempo de récord de España y acabó hundido. «Me he dado cuenta de que Antonio [Serrano] es más importante para mí de lo que pensaba. Puedes tener las mejores tecnologías, la ciencia a tu lado y los mejores cuidados, pero si al final no estás cómodo, no tienes una persona que te aporte esa tranquilidad y confianza. Al final lo que ganas por un lado puedes perderlo. Yo creo que un poco lo que me faltaba es volver a recuperar esa esencia y Antonio sabe tratar muy bien al atleta».

Su entrenamiento ha vuelto a los parámetros a los que estaba acostumbrado. Mucho volumen de kilómetros, ha aparcado la natación y la bici y solo se ha permitido escapadas para entrenar a Valencia porque su pareja vive  allí: «Me ha venido bien también para ver el clima de allí y quitarme ciertas semanas de mal tiempo en Segovia. Pero el 80 por ciento lo he hecho en Segovia. Siempre he dicho que es una ciudad magnífica para el deporte de resistencia y la altitud». Esta próxima semana va a ser de «bajada total» para tratar de encontrar la «supercompensación» y que su cuerpo ofrezca la mejor versión en Valencia. «Las sensaciones son muy buenas. La preparación ha sido estupenda, he tocado ritmos y he recuperado sensaciones que había perdido y me he vuelto a ver competitivo en carreras como San Sebastián o los 10 kilómetros de Madrid. Estoy muy contento», subraya.

Además asegura que afronta la temporada sin un presión desmedida. «Creo que tengo una buena marca en las piernas pero sin exigirme un récord de España o un 2h06m porque al final eso me crea mucha presión». Tampoco le preocupa la elevada competencia que hay actualmente en la maratón española. «Es una gran noticia. Eso quiere decir que la gente viene apretando y que te ha visto como un referente al que quiere imitar para conseguir lo que tú has conseguido. Hace cuatro o cinco años quizás había muy pocos atletas españoles en maratón y ahora estamos ocho o diez de un nivel muy alto. Es ley de vida, forma parte del proceso y lo que hay que hacer es ponerse las pilas y y ponérselo difícil a ellos. Está claro que la juventud al final se acaba notando pero dentro de eso hay que aprovechar la experiencia y verlo como algo positivo. Lamdassem tiene dos años más y mirá cómo está», reflexiona.

El segoviano encara las competiciones con otra actitud. «Ya me conozco y sé gestionar ciertos aspectos, sobre todo cuando se acerca la competición y crees que tienes sensaciones que no son buenas y forman parte del proceso. Tampoco tengo que demostrar ya nada a nadie. Creo que todo lo que he hecho en la maratón ha sido algo grande, y el día que mi rendimiento no sea el acorde seré el primero que diga hasta aquí hemos llegado», zanja.