Desde 2008 hasta 2019, la cruz que gobierna el paisaje único que se observa desde la cima del Pico de Navas del Pinar casi siempre había recibido la visita anual de valientes atletas. Sin embargo, la pandemia del coronavirus provocó un parón de dos años que en este 2022 llega a su fin. La cruz de madera, a la que Segundo Camarero dio forma hace casi 100 años -en 1929- y que financiaron otros dos hijos del pueblo -Eusebio Palacios e Inocencio Castellanos-, será de nuevo testigo de una carrera única que surgió tras una apuesta.

Unas tres décadas después de que se concibiera la idea de colocar esa enorme cruz en la cima, Oriol Gómez Sanz y su cuadrilla de amigos charlaban de forma animada frente a la imponente cumbre del Pico de Navas (1.351 metros). Oriol, optimista como él solo, defendía ante los demás que era capaz de subir y bajar en menos de 30 minutos y, como suele suceder en este tipo de situaciones, Felipe Gómez, uno de los integrantes del grupo, le retó a que llevara a cabo la gesta. Oriol completó el recorrido en 24 minutos y 30 segundos y se llevó como premio una caja de cervezas y el reconocimiento de su cuadrilla.

La historia fue pasando de generación en generación y se convirtió casi en una leyenda. El mito cobró vida en forma de prueba y se asentó en el calendario nacional del trail running. El 13 de agosto los atletas volverán a tocar el cielo en la cumbre más alta del Parque Natural del Río Lobos.

La soriana Yolanda Martín, excampeona de carreras de montaña, posee la mejor marca femenina.La cita regresa al Circuito Provincial de Carreras de Montaña después de dos años. Esta prueba, apta para todo tipo de aficionados, es un reto para los deportistas desde 2008, y en este 2022 celebra su duodécima edición. El sábado 13 de agosto a las 19,30 horas tendrá lugar el ascenso y descenso, como lo hiciera Oriol Gómez décadas atrás, donde la vetusta cruz de madera volverá a ser la protagonista principal de una carrera que, en esta ocasión, presenta de nuevo un carácter solidario, ya que se realiza en beneficio de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y de la Asociación de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).

Un total de 3.600 metros componen un recorrido que esconde su principal dificultado en sus 261 de desnivel. Sin embargo, no se trata de una pendiente cualquiera. Después de una primera parte del trayecto asequible, compuesta por un firme llano, la senda comienza a inclinarse y su superficie pasa a ser irregular y suelta. Ahí se encuentra el verdadero escollo. El pedregal que se abre para el ascenso principal supone el intervalo más complicado y duro, donde los atletas suelen bajar el ritmo por el agotamiento y posibles caídas.

El majestuoso paisaje que alimenta la vista tras la subida y los ánimos de un público entregado mitigan ese cansancio e insuflan de aire fresco los pulmones de unos deportistas que encaran un vertiginoso descenso para llegar a meta.

Premios

El corredor que tenga el honor de cruzar en primera posición se llevará, además del prestigio de vencer en una prueba tan singular, un premio de 300 euros, tanto en la categoría masculina como en la femenina. Para los segundos clasificados serán 200 y para los terceros, la nada desdeñable cantidad de 100 euros. 

Además, habrá un galardón especial para el atleta que toque en primer lugar la cruz y el osado que bata el récord de la carrera será agasajado con un jamón. La mejor marca de la historia de la competición la posee Hamid Ben Daoud (17'49''), ganador de la edición de 2018.

Las personas que deseen disfrutar de uno de los recorridos más bellos y del trail nacional pueden apuntarse en la prueba vía online por 10 euros hasta el próximo 5 de agosto. La inscripción fuera de ese plazo será presencial y ascenderá a 15. Asimismo, tendrán lugar las tradicionales carreras infantiles a las 17,30 horas. Al día siguiente, el 14, se celebrará una ruta senderista, que pondrá el colofón a un fin de semana de deporte en mayúsculas.