La transformación del Nava

Nacho Sáez
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Ha pasado del fracaso del descenso y de un gris inicio de curso a sumar siete victorias consecutivas.

La transformación del Nava

El Viveros Herol Nava afronta este sábado ante el Villa de Aranda (18.30 horas, Pabellón Guerreros Naveros) su último partido de un año que no pasará a la historia del club navero como el más feliz pero que se ha enderezado en el tramo final. Siete victorias consecutivas le han situado al frente de su grupo en la División de Honor Plata. La última, en la cancha de Novás, que no conocía la derrota hasta ese momento. El equipo que entrena Álvaro Senovilla se ha transformado tras el fracaso que supuso el descenso de Asobal y el gris inicio de curso que firmó. 

La vitola de favorito al ascenso ya no le parece pesar. «Las cosas creo que están yendo bastante bien», señala el entrenador, Álvaro Senovilla. «Hay que darle mucho valor a estos siete triunfos porque es difícil conseguir una racha así. Me da mucha alegría, sobre todo por los chicos porque hacen un esfuerzo grande. El tiempo y el trabajo son fundamentales para que un equipo funcione. Luego también la predisposición de todos. Directiva, afición… Además, es importante que sabemos la competición en la que estamos –es difícil sacar adelante los partidos aunque tengas una gran plantilla– y que los jugadores están confiando en el trabajo del cuerpo técnico. Sin esa confianza podríamos sacar los partidos adelante pero no daríamos una sensación de solidez».

Uno de los nuevos, Daniel Pérez, destaca la calidad humana de la plantilla. «Tenemos un grupo muy bueno... Y en Nava es muy fácil adaptarse, la gente te acoge aquí muy rápido». Él es el tercer máximo goleador de un equipo que se siente cómodo sobre todo «si defendemos bien y Patotski para y podemos correr al contraataque». «Este tiempo juntos hace que se mejore. Éramos muchos jugadores nuevos. Luego ocurre que los resultados nos están acompañando y eso da confianza, Los malos partidos también los hemos sabido ganar», subraya.

La temporada, sin embargo, aún no ha alcanzado ni siquiera su ecuador y la consecución del gran objetivo todavía queda muy lejos. El Nava estará entre los ocho equipos que se jugarán el ascenso, pero le quedan por sumar muchos puntos. «Es una liga complicada para saber qué va a pasar en el futuro. No se pueden hacer cuentas a largo plazo», asevera Senovilla, tranquilo en cualquier caso ante la posibilidad de que se desate la euforia demasiado pronto en el equipo. «No vendría a cuento porque llevamos muy poco. Desde el principio [de la temporada] hemos tenido humildad para saber dónde estamos. Estamos muy centrados en el trabajo que hacemos y, aunque estamos tratando de ser un equipo alegre, no ha habido emociones ni en un sentido ni en otro. Lo bueno es que toda la plantilla está con ganas de competir».

En la División de Honor Plata solo hay dos billetes de ascenso directo a Asobal y otro que depende de una eliminatoria de promoción contra un equipo de Asobal precisamente. «No hay nada que me haya sorprendido de la categoría, llevo dos temporadas con este modelo de competición. Sí que es verdad que este año hay un equipo menos por cada grupo, por lo que se disputan cuatro partidos menos y la pelea por estar en la fase de ascenso es grande. Nosotros siempre hemos sido un club humilde –venimos de jugar en un frontón y de pasar frío– pero la seriedad y el compromiso acortan los plazos», concluye Senovilla.