En busca de una segunda vida para el patrimonio conventual

P. Velasco
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La Junta desplegará una estrategia para recuperar monasterios y conventos de la Comunidad tras elaborar una base de datos digital con el estado actual de 405 inmuebles

Monasterio de Santo Domingo de Silos en Burgos. - Foto: Diario de Burgos

Si se piensa en las comodidades de la vida actual, parece impensable que todavía Castilla y León mantenga muchos monasterios y conventos con vida monástica en el interior de sus celdas, salas capitulares e iglesia y capillas, adaptando edificios que se construyeron hace cientos de años al siglo XXI o reconvirtiendo su actividad para conseguir mantener inmuebles que en otros casos se han convertido en ruinas  y solo algunas piedras recuerdan el esplendor que en su día tuvo. Recorriendo una Comunidad tan extensa como Castilla y León, el listado de bienes patrimoniales es inalcanzable y pone en evidencia las «joyas» que han conseguido resistir al paso del tiempo y hoy en día se mantienen, ya sea con uso religioso o de otro tipo. Uno de los mejores ejemplos de esa conservación «exquisita» pese al paso del tiempo es el Monasterio de Santo Domingo de Silos  en Burgos, uno de los más emblemáticos de Castilla y León, que sigue en pie desde 954 y cuenta con uno de los claustros más valorados y reconocidos en su estilo. 

Pero también se puede citar al Monasterio de Santo Tomás en Ávila, uno de los más grandes e impresionantes de Castilla y León y de todo el país. Fue patrocinado por los Reyes Católicos, gracias a la intervención de Torquemada; por lo que fue destinado a monjes dominicos. Con el tiempo fue residencia de verano de los Reyes Católicos, Universidad, hospedería... Este espacio es actualmente el Museo de Oriente, donde se exponen objetos recopilados por los dominicos que acompañaron a los descubridores españoles por América y extremo oriente.

Muchos guardan el descanso de personajes destacados de la historia de España, como es el caso del  Convento de La Anunciación de Nuestra Señora del Carmen, en Alba de Tormes (Salamanca), la octava fundación de Santa Teresa de Jesús, donde se conserva incorrupto en el Alta Mayor de la iglesia el cuerpo de la santa.

Precisamente todos estos bienes tan bien conservados son los que la Consejería de Cultura y Turismo quiere poner de ejemplo como «casos de éxito» y una alternativa a las ruinas que presentan otros muchos. Pero para conseguir «salvar» dicho patrimonio, primero se debe conocer el punto de partida y en qué situación se encuentran los más de 400 edificios distribuidos por las nueve provincias.

De esta forma, como explica el director general de Patrimonio, Juan Carlos Prieto, una de las primeras decisiones que se adoptó fue encargar un análisis profundo sobre el estado de los inmuebles y elaborar una base de datos. «Un radiografía de cuál es el estado actual nos ha permitido conocer que tres cuartas partes de ellos están bien y el resto están en ruina o camino de estarlo sino se actúa de manera urgente», comenta. Dicho informe ha permitido, además, tener conocimiento de la situación de un centenar de monasterios o conventos que no tenían protección.

Diagnóstico económico

Una vez que la Consejería cuenta con este catálogo, en el que se han incluido 405 inmuebles pertenecientes tanto a órdenes religiosas como a instituciones públicas u otros organismos, la Junta va a encargar un diagnóstico con las necesidades económicas de los edificios, porque su mantenimiento en el medio rural «puede ser una herramienta para el desarrollo de los territorios».

«Para poder dar uso a estos edificios hay que trabajar con rigor y con alternativas», destaca el director general de Patrimonio, que avanza que el siguiente paso que se va a dar es contactar con las ordenes religiosas para darles los datos relacionados con sus monasterios y conventos, «con muchos más detalles de lo que se conocía hasta ahora».

Prieto se refirió además a todos esos inmuebles de la Comunidad, cerca de medio centenar, que se encuentran en un estado de conservación excelente bien porque todavía cuenta con religiosos que se preocupan de su situación o bien porque tienen otro uso, como hotelero, sala de exposiciones o museos. «Hay que ver también esos casos de éxito y tomarlos como ejemplo», señala, tras lo que añade que Castilla y León «está plagado de buenas prácticas para promover este tipo de actitudes».

El responsable de la Consejería de Cultura calcula que el diagnóstico económico puede estar listo en unos cinco o seis meses y se realizará por el mismo equipo que ha elaborado el catálogo de monasterios y conventos. Precisamente el autor de este informe, el arquitecto Isaac Mendoza, apunta que a raíz de los datos recopilados se pretende promover y conocer cuál es la situación de cada uno de los conventos y monasterios y ver que posibilidades de gestión existen para la conservación de los mismos de la mejor forma posible.

Un 52% de los conventos está en condiciones de mantener el uso religioso

El informe encargado por la Junta de Castilla y León analiza la situación de 405 inmuebles de un total de 462 localizados. La radiografía elaborada concluye que 180 de esos 405 edificios principales se encuentran muy bien conservados, 122 están bien conservados, 26 mal, seis muy mal, 47 en ruinas y 24 han desaparecido. Por provincias, Burgos presenta siete edificios principales mal o muy mal conservados, frente a los seis de Valladolid, cinco de León y Salamanca, cuatro de Zamora, dos de Ávila y Segovia, y uno en Soria. 

En función de la titularidad de los bienes, más de la mitad son eclesiásticos (216 de 405, el 53,3 por ciento), el 21,2 por ciento son de titularidad pública (86 de 405) y el 25,4 por ciento restante (103 en términos absolutos) está en manos de particulares. El estudio analiza lo que podría ser en un futurible no muy lejano la realidad de los monasterios y conventos de Castilla y León. De los 326 que cuentan con algún tipo de protección cultural, un 52 por ciento (168) estaría en condiciones de mantener un uso religioso, incluyendo los que mantienen el culto religioso en sus iglesias, aunque el uso monástico hubiere desaparecido. Un 34 por ciento (111) podrían quedar como equipamientos de algún tipo, siendo el más propicio el cultural al tratarse de edificios de gran valor histórico, aunque otros equipamientos serían el educativo (colegios, institutos y universidades), administraciones públicas (los situados estratégicamente en enclaves adecuados) o asistenciales (residencias para mayores y algunos en hospitales). Además, un ocho por ciento (27) sería susceptible de utilizarse como equipamientos hosteleros y comerciales, y otro grupo de usos de cierta consideración sería el residencial que supondría un cinco por ciento (17).