La cuenta atrás para que se abra el telón de la Liga ha comenzado, y eso que no se sabe cuándo van a poder entrenar los equipos con la plantilla al completo, no con grupos de 10 como hasta ahora. También se desconoce cuándo se celebrará el primer partido, aunque los expertos están convencidos de que será el próximo 12 de junio, el Sevilla-Betis, que se vivirá sin el calor de las aficiones.  

Precisamente ese punto, el del apoyo en las gradas, que no va a existir en lo que queda de competición, inquieta a los equipos, sobre todo a los más pequeños, que pueden convertir sus a veces diminutos y humildes estadios en auténticas ollas a presión. 

Para José del Olmo, investigador del Centro de Investigación, Historia y Estadística del Fútbol Español, resulta evidente que los clubes que ejerzan de anfitrión se van a dejar muchos puntos en los 110 choques que restan de competición.

En la presente temporada ya se han disputado 270 partidos de Liga con un balance de 129 victorias locales, casi la mitad de los duelos (47,7 por ciento), mientras que los empates han sido 75 (27,7) y las victorias forasteras 66 (24,4).

«No nos puede hacer decir que la competición está adulterada, pero sí que está alterada», señaló el experto, que pone como ejemplo la Bundesliga, donde las escuadras que juegan como local no tienen a su favor el ‘factor campo’.

Asimismo, hay un miedo reverencial a que haya contagios, y, por supuesto a las lesiones. Según el doctor Pedro Luis Ripoll,«las lesiones se pueden incrementar en un 50 por 100». 

Basa su afirmación este prestigioso galeno en un algoritmo donde se establece una tasa base extraída del riesgo lesional que se puede deducir de los archivos de los últimos 20 años de UEFA, FIFA, y diario Marca.