¿El nuevo retraso no altera los plazos para acabar el CIDE?

D. A.
-

Oficialmente se mantiene mayo para la puesta en marcha, pero el tiempo de ejecución de las obras ya apunta a abril como poco y faltan los trámites para amueblarlo, la entrada de empresas y el centro de FP

Centro de Innovación yDesarrollo Empresarial (CIDE), conocido como el edificio del CAT(Círculo de las Artes y la Tecnología). - Foto: Rosa Blanco

Segovia vive un nuevo déjà vu con el CIDE (Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial, más conocido como el CAT) y una frontera electoral virtualmente imposible que recuerda situaciones ya vividas en 2015 y 2019, cuando diversos imprevistos dieron al traste con los compromisos de plazos anunciados entonces. Hoy por hoy, el equipo de Gobierno insiste en que no renuncia a ponerlo en marcha antes de la cita con las urnas del 28 de mayo. Con empresas alojadas e incluso con el Centro Nacional de FP, aún hoy pendiente de que el Ministerio de Educación se pronuncie sobre éste, ya que ni lo ha presentado en rueda de prensa ni lo ha citado en comunicado alguno o preguntas de la prensa. ¿Y a pesar de todo lo que queda por delante se puede mantener que en menos de cuatro meses estará todo tan avanzado como se ha afirmado?

Por de pronto, después de haber invertido más de 12 millones en ejecución de obra en el edificio, resulta que unos trabajos de carpintería y vidrios valorados en poco más de 75.000 euros (impuestos incluidos) son los que han terminado de poner en jaque, o más bien dar mate, a la idea de inaugurarlo dentro de este mandato. Eso ya es imposible en la medida que la Ley Electoral prohíbe celebrar inauguraciones formales (con autoridades y demás) desde el mismo día en que se publica un decreto de convocatoria de comicios, lo cual se prevé que suceda a principios de abril; y para entonces ya no hay opción de que esté todo listo.

Los trabajos de carpintería e instalación de vidrios pendientes conforman uno de los siete lotes que salieron a concurso en julio de 2022, pero se adjudicaron todos entre septiembre y octubre menos ese, que quedó desierto. Nadie presentó oferta y, después de un proceso negociado sin publicidad con empresas que tampoco cuajó, el jueves de la semana pasada (19 de enero) se aprobaba en Junta de Gobierno Local el proyecto modificado, como paso previo a la próxima convocatoria de otro concurso, tras actualizar precios y reajustar algunas de las condiciones técnicas de ejecución.

El proceso para la presentación de empresas dispuestas a acometer estos trabajos permanecerá abierto 30 días, si bien al cierre de esta edición (jueves 26) aún no había empezado, de modo que hasta finales de febrero o primeros de marzo, como poco, no se podrá reunir la Mesa de Contratación para analizar ofertas y resolver unos trámites de adjudicación y formalización de contrato que requerirán varias semanas. Así, aun suponiendo que a mediados de marzo ya se haya resuelto esa parte, y que la adjudicataria mantenga los plazos de ejecución previstos, que ascienden a dos meses, no acabaría hasta mediados de mayo; o en abril si obra el milagro de reducir tiempos en lugar de alargarlos, extremo que rara vez sucede en cualquier obra. 

En ese momento se abriría la fase de revisión de lo ejecutado y, si no se ven defectos, se procedería al acto de recepción de la obra, así como del edificio en su conjunto, que empezó a levantarse en mayo de 2011 con un plazo inicial de 15 meses.

Queda pendiente además la memoria de gestión del edificio, que se espera aprobar en el pleno del 3 de febrero; y el concurso para la dotación de muebles, equipamiento y señalética, que se aprobaba este jueves en Junta de Gobierno con idea de publicarlo de inmediato («puede que este viernes», decía la alcaldesa). A partir de ahí, un plazo de 15 días para recibir ofertas, después la convocatoria de la Mesa de Contratación, el trámite de adjudicación, la firma del contrato... Y 55 días naturales de plazo para ejecutarlo, perfilando el fin de su ejecución hacia la segunda mitad de abril.

En teoría no debería servir de referencia lo que se tarda en amueblar un centro cívico por ser esto último más sencillo a priori, pero toca pensar lo contrario: que un edificio de cinco alturas con más de 5.000 m2 como el del CIDE requerirá menos tiempo. De hecho, las obras del centro cívico de Nueva Segovia, que ocupa una sobreplanta de nueva construcción en la Casa del Deporte, se acabaron en marzo de 2022 y aún hoy no está operativo esta instalación, ni lo estará al menos hasta finales de febrero o ya en marzo, después de que hace sólo unos días se declarase desierto su concurso para amueblarlo, que tocará repetirlo.

Tampoco puede olvidarse que, aparte de los trámites de concesión de licencia de actividad cuando se acabe el inmueble, falta el concurso para adjudicar espacios a empresas. Y debe formalizarse el acuerdo con el Ministerio de Educación para dar soporte administrativo al proyecto llamado a ocupar el espacio más amplio (casi 2.000 m2): el Centro Nacional de Innovación y Tecnificación de Alto Rendimiento de FP. La alcaldesa, Clara Martín, anunció en diciembre que también se pondría en marcha en mayo y oficialmente no ha dicho lo contrario, ¿pero cómo se puede esperar tal ocupación de espacio, traslado de funcionarios y demás, si las obras no acaban hasta ese mismo mes como mínimo?

NUEVO DÉJÀ VU. Con un plazo de 15 meses empezaba a levantar este edificio Volconsa en mayo de 2011. Debía acabar en el verano de 2012, pero lo que llegó fue su quiebra en junio de 2013 y un incumplimiento de calendario, con dos prórrogas incluidas, que provocó la pérdida de la ayuda estatal (una subvención de 1.097.431 euros y un préstamo de 9.711.300) que facilitaba abordar este proyecto, tumbando el compromiso de inaugurarlo antes de las elecciones de mayo de 2015. Poco antes, en marzo de ese año, en una visita a las obras con convocatoria para la prensa (no ha habido más hasta hoy), se apuntó el objetivo de abrirlo en 2016, pero los problemas de financiación derivados de tal agujero económico lo impidieron. 

Pasaron tres años y medio hasta que otra empresa, Rogasa, empezó a ejecutar en diciembre de 2018 la fase de finalización, que debía acabar entre junio y julio del año siguiente. Por eso el PSOE plasmó en su último programa electoral que el CIDE estaría listo «en el segundo semestre» de 2019, dado que no contaba con el rosario de defectos que dejaría la empresa, pese a los cambios y prórrogas de contrato que se le concedieron antes de optar por una rescisión que se anunció en los últimos meses de 2020 y que aún coleaba el pasado diciembre por una sentencia judicial que avaló la mayoría de penalizaciones que le impuso el Ayuntamiento. 

Prácticamente en las mismas fechas empezaban los «remates» del edificio que se repartieron en siete lotes, con la excepción del citado de carpintería, que no privó al Gobierno local de anunciar mayo para la puesta en marcha, incluso con el centro de FP operativo. Pero el calendario, siempre terco, no se detiene, y ya muestra la fecha del 28 de mayo marcada en rojo.

 

 

EN BREVE

INICIO DE LAS OBRAS. Se adjudicaron a Volconsa, que empezó a levantar el edificio en mayo de 2011 con un plazo de ejecución fijado en 15 meses, pero la constructora quebró en el verano de 2013.

EL IMPREVISTO MÁS GRAVE. La quiebra de Volconsa llegó después de concederle dos prórrogas que provocaron la pérdida de la ayuda estatal que daba viabilidad a los plazos iniciales (un millón de subvención directa y 9,7 de préstamo), de tal modo que el Ayuntamiento tuvo que asumir todos los cotes, de ahí la imposibilidad de que se terminara antes de las elecciones de 2015, e incluso de las de 2019. 

EL ÚLTIMO GRAN CONFLICTO. En el programa electoral de 2019 se fijaba la puesta en marcha del CIDE en el segundo semestre de aquel año, pero la constructora de entonces,Rogasa, dejó tal rosario de retrasos y defectos de ejecución que llevó a abordar la rescisión de su contrato desde diciembre de 2020 hasta septiembre de 2021, y hasta el último trimestre de 2022 no se resolvió el concurso de los siete lotes de obras resultantes, con seis adjudicados y uno desierto.

LO QUE QUEDA. Con el último lote pendiente de salir a concurso otra vez y previsión de adjudicarse a finales en febrero o marzo con un plazo de ejecución de dos meses, el remate del edificio se sitúa ya entre abril y mayo. Después habrá que tramitar la revisión y recepción de estos trabajos y del inmueble en su conjunto, y también queda la aprobación de la memoria de gestión, el concurso para equiparlo, el de la adjudicación de espacios a empresas, la formalización del acuerdo con el Ministerio de Educación para el Centro de FP o la licencia de actividad, entre otros trámites.