A través de Internet vio que a estudiantes madrileños se les había ocurrido comenzar a escribir cartas a los enfermos por coronavirus  y no dudó en buscar una dirección de correo electrónico del Hospital de La Paz para mandar la suya. Claudia Mora (14 años) ya tenía en la cabeza el mensaje que quería transmitir a las personas que se han visto asaltadas por esta maldita pandemia. Palabras de aliento y de optimismo en medio de un panorama tomado por los recuentos de fallecidos y de nuevos casos confirmados, de sanitarios contagiados o aislados, de ancianos amenazados y solos en sus residencias, de batalla en los mercados internacionales para comprar los ya famosos equipos de protección individual... La bendita positividad adolescente frente al miedo de los adultos.

«Te mando esta carta porque aunque no te conozca, sé que eres una persona súper fuerte que vas a salir de esto y quiero darte ánimos para ayudarte a conseguirlo», comienza esta adolescente sevillana de nacimiento pero segoviana de facto, porque ha crecido en Palazuelos de Eresma desde que tenía un año. En el hospital de su tierra de adopción trabaja como técnico de diagnóstico su madre, que estos días es testigo en primera línea de la gravedad de esta crisis. «La veo mal a veces, depende del día», explica Claudia. «Está frustrada porque no tienen medios», añade.

Quizás para poner luz en esos momentos de flaqueza, Claudia la entregó copias de su carta para que las repartiera entre los pacientes del Hospital. «Esta situación está siendo dura para todos nosotros y vamos a superarlo porque para eso hemos nacido. Hemos y has nacido para afrontar las cosas con fuerza y cariño y estoy aquí para ayudarte. También quiero decirte que esto solo es una prueba más en tu vida, un poco más dura que las demás (puede ser) pero yo sé que lo vas a conseguir. Quiero que cuando salgas del hospital grites al viento que ya eres libre, que lo has conseguido y que has vencido a este supervillano. ¡Y sé que lo harás!», les dice en otro fragmento de esas líneas en las que no deja traslucir la angustia que reconoce que ella también siente. «Tengo miedo de contagiarme», señala a El Día tras haber terminado de estudiar.

Cursa tercero de la ESO en el instituto María Moliner y, aunque todavía no se cierra ninguna puerta, se ve en el futuro como médica o enfermera. La asignatura de empatía ya la tiene aprobada, desde luego. «Si pudiera iría al Hospital a leerle mi carta a los pacientes», remarca. Es un canto a la alegría en este momento de oscuridad. «¿Sabes que la primavera ya ha empezado? A mí esta época me gusta mucho, porque es mi cumpleaños y además veo las flores y los árboles florecer, los ríos se llenan de agua y todo revive. Pues me da la sensación de que tú eres una de esas flores, una amapola que abre sus pétalos de nuevo cuando llega la primavera. Y esto quiere decir que brotarás de nuevo», les dice a los pacientes. Y quiere que más personas lo hagan. Por eso, ha abierto una cuenta de correo electrónico (estoycontigosegovia@gmail) para recibir cartas y que su madre se encargue de llevarlas al Hospital.