Luis del Val

LA COLUMNA

Luis del Val

Periodista y escritor


Veinte embajadas

08/03/2022

Por fin, los secesionistas catalanes abrirán una embajada en Corea del Sur, con lo que serán 20 las embajadas que mantienen los separatistas por todo el mundo, incluido Senegal.

Me imagino que en Corea del Sur habrá supuesto un enorme alivio conocer que se abría la embajada de Cataluña y, aunque no tengo yo muchos amigos por la zona, no cuesta representarse la inquietud que habrá supuesto la tardanza en que se abriera la embajada catalana, y las conversaciones de los coreanos con familias y amigos, alborozados por su apertura. No te digo en Senegal, donde confieso que no he estado nunca, pero calculo el interés de cualquier senegalés de tipo medio, inquieto por la apertura de la embajada, incluidos los propios catalanes, que deben pasar todos los años por Senegal a millares, y no tenían un sitio en el que consultar y encontrarse como en su casa.

Como Cataluña sigue siendo una autonomía, lo mismo que La Rioja, dicho sea con perdón, a esas oficinas bien amuebladas, situadas en lugares estratégicos, y donde el metro cuadrado inmobiliario será el más caro, no les pueden llamar embajadas, y les denominan Delegaciones en el Exterior. Asimismo, lo que será el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Republiqueta Catalana, se llama ahora Consejería Autonómica de Acción Exterior y Gobierno Abierto, de la que es titular doña Victoria Alsina, quien en su discurso de presentación vino a decir que ya sabía que era una mala noticia para los enemigos de Cataluña, pero que se aguanten. Esperemos que los embajadores sean más amables, no sea que, cualquier día, por boquirrotos o boquirrotas, alguno de estos faltones provoque la declaración de guerra con Eslovenia, que allí tienen una oficina en Liubliana. Me extraña, con la cantidad de viajes que los separatistas hicieron a Moscú, que no tengan una embajada en Rusia. Hubiera sido un acierto, y quién sabe si Pere Aragonés no hubiera sido el mediador de la guerra con Ucrania.

Enhorabuena. La consejera autonómica puede darse la vuelta al mundo visitando sus embajadas, y espero que la deuda catalana de 80.000 millones de euros, avalada por la tiránica España, no aumente, porque al final seremos murcianos, canarios, aragoneses, o sea, vulgares españoles, quienes correremos con los gastos.