"Las consecuencias de la guerra: incertidumbre e inflación"

A.M.
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Presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Segovia es el director general del grupo de empresas Octaviano Palomo, dedicado al comercio internacional de cereales y materias primas para mejorar la competitividad en la cadena alimentaria

Pedro Palomo Hernangómez - Foto: Rosa Blanco

El presidente de la Cámara de Comercio de Segovia, Pedro Palomo Hernangómez (Segovia, 1962), empresario del sector del cereal, afirma en esta entrevista que las repercusiones de la invasión de Rusia a Ucrania «son claras para nuestra región y también para Segovia: incertidumbre e inflación». Asimismo entiende que la ganadería tiene difícil producir con los altos precios de los piensos y trasladar sus aumentos de costes en la cadena alimentaria, por lo que no descarta el cierre de algunas explotaciones. 

Cuando se preveía que tras lo peor de la pandemia llegaría la recuperación, ahora nos encontramos con la guerra por la invasión rusa en Ucrania, ¿qué repercusiones tiene en nuestro territorio?

Pues sin duda, nada buenas. Estábamos intentando recuperar la actividad económica perdida durante la pandemia, luchando con una inflación cada día más preocupante cuando se produce, de forma inesperada, la invasión de Ucrania. Veníamos de una situación delicada, sí,  pero había proyectos de inversión en marcha, el turismo iba recuperándose cada vez más, y se veía alguna luz en el horizonte… Las repercusiones del conflicto bélico son claras para nuestra región y también para Segovia: incertidumbre e inflación. 

El aumento de los precios de la energía y de las materias primas en general, está ocasionando un encarecimiento de todas las actividades económicas, y por supuesto a la industria agroalimentaria, especialmente a la ganadería de nuestra provincia que la hace poco competitiva, en algunos casos teniendo que producir a pérdidas. Si la inflación no se controla y además no hay crecimiento económico, estaríamos ante el peor escenario posible: la estanflación. De ahí que los Bancos Centrales suban los tipos de interés como mecanismo para que no suba la inflación, pero con el riesgo de que no haya crecimiento.

En los momentos más duros de la pandemia no se logró un acuerdo en el conjunto de los grupos políticos, ¿piensa que ahora es necesario el consenso cuando el problema se presenta para largo e impacta directamente en los ciudadanos?

El diálogo entre los grupos políticos mayoritarios es fundamental y ahora, absolutamente necesario, hay que tener altura de miras. En los últimos tiempos hemos visto que ha faltado. Existe el antecedente de los 'Pactos de La Moncloa'. Se tiene que crear un clima de confianza, de apoyo a la empresa como generador de riqueza y empleo, y se tienen que abordar de forma valiente las reformas estructurales pendientes que tiene este país. Y pensar a largo plazo, dejando al lado el rédito electoral próximo, y los intereses partidistas en aras al bien común. Creo que tendría que haber un gran pacto de Estado.  

¿Cuánto puede durar esta situación económica tan complicada?

Es difícil predecir la duración de esta situación. Lo malo de las guerras es que se sabe cuándo empiezan pero no cuando acaban, aunque parece que hay avances en la negociación de paz entre Ucrania y Rusia, ojalá lleguen pronto a un acuerdo. Lo que sí que parece claro es que el tablero de juego está cambiando. La globalización de la economía tiene sus desventajas : nos hemos dado cuenta de que somos muy dependientes de otros países para producir ciertas materias primas estratégicas. 

Ocurrió con las mascarillas en la pandemia y ahora lo vemos con la escasez de cereales, fertilizantes o energía. Esta dependencia nos está llevando a plantearnos producciones más cercanas, como energía o alimentos, que sabemos que son esenciales para cualquier país o bloque de países. Pero hasta que todo se ordene, creo que esta situación va a perdurar en el tiempo, estamos en un nuevo ciclo, más inflación, subida tipos de interés… La subida de los precios como estamos viendo ahora es muy mala para la economía. Estaremos en tensión hasta que acabe el conflicto bélico pero luego habrá un nuevo mapa de equilibrio político, otro juego de fuerzas, Rusia, China, EE.UU y Unión Europea. La respuesta de Europa ha sido muy contundente, creo que le ha dado más peso a nivel mundial.   

¿Qué opinión tiene de las medidas adoptadas por el Gobierno?

Creo que son tardías, que tenían que haberse tomado antes ya que el daño que ha sufrido la economía desde que Rusia decidió invadir Ucrania, a finales de Febrero, ha sido enorme, consecuencia del súbito encarecimiento de la energía, los problemas en el suministro de materias primas alimentarias  y la gran incertidumbre geopolítica que vivimos. Las medidas del Gobierno van en la buena dirección, algunas me parecen acertadas, otras no tanto. La limitación del precio del gas para producir electricidad me parece muy bien y creo que tendrá sus efectos, al igual que la nueva línea de avales ICO, la bonificación de 20 céntimos en los carburantes o la modificación de la PAC para permitir siembras en tierras de barbecho (Segovia puede aumentar en 400 hectáreas la superficie de cultivo por esta medida).  

La música me suena bien pero habrá que ver la letra. La medida de restringir o limitar el despido me parece que atenta contra la libertad de organización del empresario y puede tener efectos negativos para el empleo. Habrá que ver el desarrollo normativo para hacer una mejor valoración. En todo caso, cualquier medida que favorezca la actividad económica y compense el aumento de precios es muy bienvenida. 

La huelga de transportes ha provocado desabastecimientos, no solo a nivel doméstico, sino también con cierre de centros de producción, ¿toda esta situación se va a llevar alguna empresa por delante?

La huelga ha puesto en dificultades a muchas empresas.  No entiendo cómo el gobierno no han cogido el toro por los cuernos desde el principio de la huelga. En Segovia las industrias agroalimentarias y en especial alimentación animal y ganadería han tenido serias dificultades de abastecimiento. Ahora parece que la situación está mejorando notablemente y hay menos seguimiento a la huelga. En otras regiones de España,  las dificultades han sido mayores, con grandes problemas de desabastecimiento.  

En los supermercados hemos visto escasez de muchos productos de consumo diario, como lácteos, carne o pescado. Ahora ya se están reponiendo los lineales. No me atrevo a decir que todo esto va a abocar al cierre de empresas pero a muchas les está poniendo en una situación muy difícil. Y como ocurrió en la pandemia, cuando la situación del transporte se normalice, se producirán  cuellos de botella y problemas logísticos, y además aumento del coste de transporte, provocando problemas en la cadena de suministros y aumento del precio final. 

¿Qué impacto tiene en Segovia la caída de la importación de cereal, en una tierra donde es básico para el ganado y la alimentación?

El impacto principal es el aumento de los precios de los cereales y otras materias primas y energía. La subida del precio de los cereales incide directamente en la industria transformadora [de grano], que en nuestra provincia afecta, sobre todo, a las fábricas de piensos compuestos y a la ganadería, ya que el precio del pienso es crucial en el coste de la carne. Antes de la invasión, los cereales tenían ya precios muy altos. Ucrania y Rusia tienen un peso muy importante en la producción mundial de cereales. 

Son países netamente exportadores y España es muy dependiente de Ucrania en maíz, importamos el 30% de nuestras necesidades o aceite de girasol, importamos el 65%.  Es decir, la ganadería tiene más difícil producir con estos precios altos y trasladar sus aumentos de costes en la cadena alimentaria. Por otro lado, Rusia es el principal productor de fertilizantes de Europa y la subida del precio del gas ha triplicado el coste de los insumos fertilizantes para los agricultores de nuestra provincia. 

¿La crisis conllevará una reordenación de sectores en Segovia?

Así es, cualquier crisis conlleva cambios , el agrario y el agropecuario, claramente,  en agricultura no creo que haya cierres de explotaciones pero en ganadería es posible si los precios de los piensos siguen subiendo mucho, como hemos visto en la de leche, donde no se puede producir, con costes de producción tan elevados. Por otro lado, hay sectores intensivos en utilización de energía eléctrica, gas o gasóleo, tienen que reajustar sus costes para ser competitivos y esto puede dar lugar a reestructuraciones de empresas. 

 ¿Y el comercio, cómo se encuentra después de la pandemia tras dejar cerrados algunos locales a su paso?

El comercio sigue estancado dependiendo de zonas más o menos afectadas por el turismo. La campaña de Navidad no ha sido mala aunque la cuesta de enero ha sido dura. 

La realidad es que el turismo ha aumentado, las reservas de restaurantes y hostelería van muy bien y esperemos una Semana Santa, por fin presencial, y una primavera con buen tiempo porque esto anima el consumo. Nos hace falta porque la realidad es que todavía no hemos recuperado los niveles prepandemia y es una pena ver locales vacíos en calles importantes de nuestra provincia. 

¿El comercio necesita adaptarse a esta situación de constantes cambios? 

La formación tiene que ser continua porque los gustos de los consumidores cambian, lo mismo pasa con la hostelería, como decía Darwin, las especies que han permanecido son las que han evolucionado, si no, el mercado te barre y desapareces.  

Uno de los problemas que tiene Segovia como ciudad es el aparcamiento que, a veces, no es fácil.  En la Cámara de Comercio reclamamos la importancia de un aparcamiento en la parte alta de la ciudad, en el Salón, que en esta legislatura no será posible pero esperamos que lo sea en siguientes, porque el Plan Especial de Áreas Históricas (PEAHIS) no lo descarta.  

Las ciudades con un casco histórico importante, como Segovia, tienen que ser accesibles con medios mecánicos y aparcamientos, para que no se queden vacías y tenga atractivo para establecerse allí a comercios y residentes.