Muchas verbenas, pocas orquestas

S.S.
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La vuelta a la previsible normalidad este verano podría dejar sin orquestas a algunas de las fiestas de los municipios segovianos por la falta de oferta en el sector

La orquesta ‘Pikante’ antes de la pandemia por la Covid-19 - Foto: ORQUESTA PIKANTE

Parece que la normalidad va poco a poco ganando el pulso a la pandemia por la Covid-19. De esta manera, Segovia ya ha ido recuperando tradiciones culturales y festejos durante los últimos meses en un intento por volver a la normalidad. Este año, que comenzó con las cifras de contagios disparadas por la variante Ómicron, ha ido dando un respiro a los segovianos, lo que supone un pequeño empujón para todas las empresas de espectáculos que tuvieron que pausar sus caminos. En el otro lado, los ayuntamientos y particulares que se han lanzado ya a contratar orquestas y discjockeys, una alta demanda que, sumado a la carencia de orquestas en la provincia, puede provocar que muchos municipios tengan que buscar alternativas ante la falta de espectáculos de este tipo.

El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Segovia, Alberto Espinar, revela que desde el consistorio ya se habían anticipado a reservar las orquestas para las fechas más señaladas de las fiestas patronales; algo que también ha tenido que hacer el alcalde de Torrecaballeros, Rubén García, quien apunta que en el municipio ya tienen las orquestas apalabradas para el último fin de semana de agosto porque les aconsejaron que las reservaran rápido debido a que quedaban pocos grupos y pocas fechas disponibles. Por su parte, el alcalde del Real Sitio de San Ildefonso, Samuel Alonso, explica que han aumentado en un 10 por ciento el presupuesto para las fiestas con el objetivo de «asegurar que la licitación no se quede desierta». Más suerte han tenido en la localidad de Valverde del Majano donde su alcalde, Javier Lucía, explica que han mantenido los contratos que tenían firmados para las fiestas del año 2020, por lo que no les ha sido necesrio tener que buscar orquestas para amenizar las fiestas de este año. 

No obstante, muchos ayuntamientos de la provincia de Segovia como El Espinar o Palazuelos de Eresma aún no han publicado los pliegos de contratación de las orquestas para sus celebraciones. Algo que les debería de empezar  a preocupar ya que, a estas alturas en otras provincias de Castilla y León como Valladolid o Burgos, algunos de sus municipios se tendrán que quedar sin las música de las orquestas para sacar a bailar a sus vecinos durante las noches de verano porque no hay suficiente oferta para todos. Algo que también está empezando a pasar en Segovia. 

Darío García, director de Prin Espectáculos y Euroconciertos, empresa a la que pertenecen dos de las orquestas más conocidas de la provincia ('La Huella' y 'Pikante'), confirma esta situación y adelanta con ilusión que para este verano ya tienen las agendas al 90 por ciento a la espera de que «todo se pueda hacer con normalidad». García asevera que «hay más demanda que oferta» y que la agenda para todos los fines de semana de agosto y el del 9 y 10 de septiembre está completa, por lo que muchos municipios tendrán que buscar orquestas de otras ciudades o conseguir alternativas para esas fechas, como son las discomóviles.

Esto se debe a dos motivos fundamentales. En primer lugar, como explica García, por la alta demanda y la poca oferta de orquestas en Segovia. Alberto Cid, propietario de la que fuera otra de las orquestas más importantes de la provincia, 'La Tritón', explica que sus nueve componentes se tuvieron que disolver antes de la pandemia por ajustes económicos y porque estaban «cansados de un formato tan grande» y las responsabilidades que eso conllevaba. Ahora, han formado un grupo integrado por cinco personas, 'Grupo Tritón', con el que realizan actuaciones más cerca de Segovia. «Hemos disminuido el rango de kilometraje de las actuaciones. Antes podíamos hacer 300 kilómetros, pero ahora preferimos quedarnos más cerca de Segovia». 

A pesar del cambio, asegura que siguen dedicándose a las fiestas de los pueblos y que la contratación ronda el 80 por ciento. «Las contrataciones se han recuperado con cifras pre-pandemia y todavía falta contratación, otra cosa es que la Covid-19 nos permita llevarlo a cabo. Pero el verano tiene pinta de ser normal», apunta. 

Falta de personal. Por otro lado, el segundo de los problemas se debe a la marcha de muchos de los componentes de las plantillas que se dedicaban a la música.

El director de Prin explica que la pandemia ha provocado que una pequeña parte de la plantilla de sus dos orquestas decidiera, durante los dos últimos años, cambiar de sector «por necesidad», ya que no tuvieron más remedio que abandonar la música y buscar otras formas de vida fuera de este ámbito laboral debido al parón sufrido. «Los miembros principales de las bandas se mantienen, pero sí que hay algún cambio en cuanto a los músicos», explica. Algo que ha sucedido aunque durante el verano de 2021 la empresa se reinventara en formatos pequeños, dividiendo a los integrantes de las orquestas. «Entre las dos orquestas sacaron alrededor de 30 fechas cada una durante todo el verano. Eso es lo que nos hizo mantenernos un poco», apunta. A pesar de «echar imaginación» y buscar fórmulas para reinventarse y poder ganar el pulso a la pandemia, García asegura que «desde octubre de 2019 hasta dentro de 15 días el sector ha parado prácticamente por completo», ya que la temporada de orquestas arranca en el mes de abril para finalizar en octubre y el anuncio del Estado de Alarma y el confinamiento domiciliario obligatorio se anunciaba a mediados del mes de marzo. Por ello, en 2020, alrededor del 90 por ciento de las actuaciones programadas se tuvieron que cancelar y, en 2021, aunque asegura que «pudieron sacar el verano adelante», se llevaron a cabo muy pocos conciertos en comparación con las cifras pre-pandemia. No obstante, el director de Prin prefiere ver el lado positivo: «Sirvió para mantenernos activos y tener la mente despejada». Ahora, las cosas han mejorado y parece que este verano se podrán retomar todos los espectáculos cancelados. Darío apunta que «las orquestas ya llevan dos meses ensayando» y que están preparados y con ganas para, a finales de abril, arrancar la gira. «Es como volver a empezar de nuevo, y espero que la pandemia quede ahí como una herida que está prácticamente curada», explica. 

alternativas. Las alternativas a las orquestas son las discomóviles. Pero éstas también tienen las agendas algo saturadas de cara a la época estival. 

Jorge Casado, gerente y propietario de la empresa de espectáculos segoviana 'Movimusic', explica que tras una pandemia que ha sido «muy dura» para su sector, este verano hay mucho más trabajo que otros años.

Casado apunta que, tras verse obligados por la pandemia a  reinventarse y apostar por dedicarse a un ámbito totalmente diferente, la venta de pellets, éste verano la contratación «está fuera de lo normal», ya que todos los días tienen que rechazar unas cuatro ofertas. El propietario de 'Movimusic' indica que, además de que la gente se ha animado a llevar a cabo celebraciones que seguramente se habrían aplazado por la pandemia, como las bodas, los ayuntamientos también buscan impulsar más eventos que en años previos. 

Pero tampoco todo es bueno, ya que están sufriendo la misma situación que las orquesas: a la salida de profesionales en el ámbito de la música se suma que actualmente el aumento de la demanda en las contrataciones de eventos no viene de la mano de un incremento de la oferta de personal que busque trabajar en el sector. «De los seis discjockeys que tenía, dos fijos y otros cuatro como extras, han buscado otro trabajo o han vuelto a estudiar dos de ellos». Por este motivo, el propietario lamenta que no pueda llamarlos para trabajar los fines de semana.

Iván de Pablos, Dj segoviano con 20 años en el sector de la noche segoviana, apunta que la gente tiene ganas de dejar atrás la pandemia y de disfrutar. «La gente ya no tiene el miedo de antes, quieren funcionar como antiguamente». De Pablos asegura que esto se ha notado este año y que la contratación va viento en popa, habiendo aumentado considerablemente la cifra de eventos en relación con lo que él esperaba. «Antes de la pandemia, hasta el mes de mayo podía hacer cinco bolos. Este año estamos a marzo y ya he hecho diez, además de que tengo otros quince apalabrados», señala. Algo que se agradece ya que, en 2020, explica que «se tuvo que suspender todo». De Pablos agradece que él únicamente se dedica a pinchar los fines de semana, teniendo un trabajo fijo del que ha podido vivir.