Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Las castañas están en el fuego

16/02/2022

El Partido Popular prendió el fuego con la convocatoria anticipada de las elecciones en Castilla y León y echó todas las castañas a la sartén y ahora hay que sacarlas antes de que se calcinen, porque los alimentos chamuscados contribuyen a que se desarrolle cáncer. No hay que alarmarse todavía porque la sartén solo ha comenzado a calentarse y queda mucho tiempo hasta que se encuentren a punto, por lo que todas las consideraciones, especulaciones y presiones que se apunten en estos primeros momentos, cuando aún no han pasado ni 72 horas del cierre de las urnas, son susceptibles de cambiar cuando las conversaciones comiencen de verdad y el tiempo apremie.   

De lo que no hay duda es que es al Partido Popular, sea el cocinero el presidente Alfonso Fernández Mañueco, que tiene la paleta de remover, o Teodoro García Egea, que se la quiere arrebatar, quien tiene que resolver el problema creado porque sus expectativas no se han cumplido, mientras desde el chopo de la fuente les habla Isabel Díaz Ayuso, en una apuesta sin complejos en favor del gobierno de coalición con loa ultraderecha.   

Y ahí están como gallos de pelea el PP y Vox con discursos maximalistas dispuestos ambos, dicen, a llegar a la repetición de las elecciones, si los primeros no logran sacar adelante un gobierno en solitario con el apoyo de las formaciones de la España Vaciada –cuatro o siete escaños, según quién entre en el juego- y la abstención de Vox, mientras estos reclaman su derecho a participar en el gobierno autonómico en función de sus resultados y porque además, como dice Abascal "hay una identidad de valores". O sea, que el PP debe aclararse. Más aplausos de Díaz Ayuso.  

Pero, no es que el PP no quiera llegar a acuerdos con el partido de ultraderecha, sino que no es el momento adecuado para su estrategia formalizarlo ahora por las consecuencias que puede tener a medio plazo cuando se convoquen las elecciones generales, tras las que Casado pretende llega a La Moncloa con el apoyo indispensable de Vox. Entretanto, se trata de no dar motivos de movilización a los adversarios, porque si Vox condiciona ya determinadas políticas con su apoyo parlamentario a varios gobiernos del PP, desde dentro de un gobierno mostraría su verdadera cara sin ningún reparo.  

Si al PP le hubieran salido las cuentas que pretendía ahora se estaría hablando más del fracaso de Pedro Sánchez y del gobierno 'socialcomunista' que del debate interno y de cómo va a gestionar Mañueco el nuevo escenario en su comunidad autónoma. Habrá que esperar a ver qué es lo que le pide al PSOE y que le ofrece en contraprestación, si es que le pide que se abstenga y le permita que gobierne en solitario. Y eso que el alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente le ha echado un cable al poner sobre la mesa la solución de un gobierno de coalición, que a los populares ni se les había pasado por la cabeza por sus implicaciones en otros parlamentos, y ha sido rechazada de plano por la dirección socialista, pero que sirve para los mismos fuegos de artificio que si el PSOE propone un cordón sanitario sobre Vox. Además, bastante tienen los socialistas con averiguar por qué las candidaturas provinciales les han castigado a ellos en lugar de al PP, que lleva 35 años gobernando Castilla y León.