Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Renacionalización turística

26/05/2020

El turismo es un sector determinante para los países europeos que han sufrido con mayor virulencia la pandemia del covid-19, entre ellos España y todos se han aprestado para tratar de salvar algo de la temporada turística aunque los principales operadores la dan prácticamente por perdida. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha invitado a los turistas internacionales a que comiencen a reservar sus vacaciones en España, mientras que por otro lado se invita a los españoles a que realicen turismo interior, para aliviar las cuentas del sector turístico en cualquiera de sus múltiples actores. La reactivación del turismo está prevista para cuando acabe el estado de alarma.

La ministra francesa de Transportes y Transición Ecológica, Élisabeth Borne, ha hecho lo mismo que Pedro Sánchez invitar a sus compatriotas a no viajar al extranjero. Pero lo ha hecho con una referencia a España, uno de los principales destinos turísticos de los franceses, por lo que ha considerado como “medidas contradictorias”del gobierno español, que no es sino una excusa para impulsar la renacionalización del turismo.Francia se molestó cuando el Gobierno impuso hace unas semanas la cuarentena a todas los viajeros que entraran en nuestro país mientras durara el estado de alarma, y en reciprocidad Francia impuso la misma medida a quienes llegaran desde nuestro país. Pero en la puntualización sobre la duración de esta situación de excepcionalidad debiera acabarse la polémica utilizada por la ministra francesa para defender sus intereses nacionales.

No solo será Francia, las previsiones de los operadores turísticos son las de una caída en picado del turismo internacional, por cuestione de seguridad sanitaria, porque el turismo, como el dinero es miedoso, a pesar de las medidas que han puesto en marcha los establecimientos hoteleros con sellos de seguridad sanitaria que garantizan que están libres del covid-19, y por el resto de restricciones al uso de las playas y pese a la garantía de la solvencia del sistema sanitario español, el mismo que utilizaban en tiempos de bonanza para un turismo sanitario que fue preciso regular y que por tanto saben como funciona y de su eficacia.

Por el contrario, todos los indicadores apuntan, incluidas las reservas hoteleras que han comenzado a gestionarse de forma vertiginosa, a que la temporada turística se caracterizará por un turismo nacional, asequible, de bajo coste, familiar y de proximidad. El sector turístico está la espera de planes de reactivación a todos los niveles.

Ahora bien, la crisis turística provocada por el covid-19 debe ser también una oportunidad para modernizar el sector. Porque a pesar de la polvareda levantada por las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sus críticas no iban tan descaminadas cuando una consultora de turismo española señalaba que los problemas del sector son “masificación, sobredimensión, baja rentabilidad, pérdida de singularidad y autenticidad, banalización y deterioro de los recursos culturales y medioambientales, degeneración de nuestras costas, trabajo precario, rechazo de parte de la ciudadanía”. Son condiciones que conocen Administraciones y empresas turísticas que el crecimiento exponencial de los últimos diez años no ha permitido abordar de forma adecuada.