Apartir de sus limitados recursos, la Gimnástica Segoviana ha apostado por una creciente digitalización del trabajo en sus categorías inferiores. Desde  la temporada pasada, todos sus integrantes pasaron a figurar en una base de datos con estadísticas acerca de su rendimiento: número de minutos disputados, promedios de pases acertados, pases fallados, remates realizados... «El objetivo es dotar a nuestra cantera de una estructura lo más parecida a las que se maneja en el fútbol profesional», explica su coordinador, Roberto Álvarez, al frente de una red de entrenadores y monitores que se encuentra organizada en cuatro áreas específicas: fútbol sala, fútbol 7, fútbol 11 y metodología. 

La absorción de la cantera del desaparecido Segovia Futsal ha multiplicado el número de jugadores y sus responsables incluso se han visto obligados a rechazar a chavales por falta de medios humanos. Un inconveniente que han tratado de paliar a través de «un esfuerzo extra», según remarca Álvarez, que celebra los buenos resultados obtenidos progresivamente con el debut de los juveniles Arévalo y Alejandro Barbudo con la primera plantilla como máximos exponentes.

La permanencia en Liga Nacional de precisamente el equipo juvenil pasa por ser uno de los grandes objetivos de las categorías inferiores gimnásticas en este tramo final de la temporada, alterado por el coronavirus. Con la vista puesta en la próxima campaña, todos los proyectos están condicionados a la elección de nueva junta directiva en junio o julio –en función del desenlace del ‘play off’ de ascenso a Segunda B– y no se descarta la creación de una sección femenina «pero que compita de verdad».

Álvarez se muestra dispuesto a continuar, aunque entiende que los directivos que resulten proclamados quieran elegir su propio equipo de trabajo. Continúe o no, permanecerá el legado construido a lo largo de estos años, en los que también un reglamento de régimen interno y se ha desarrollado una escuela de tecnificación que esperan poner en marcha pronto.