El programa educativo 'Reciclaje y Economía circular' llegó a 315 escolares gracias a 18 talleres en los institutos Andrés Laguna, María Moliner y La Albuera y en el colegio Cooperativa Alcázar. El objetivo era concienciar sobre las ventajas de la economía circular y la correcta separación de los residuos del día a día.
Impulsada por la Concejalía de Medio Ambiente en colaboración con Ecoembes, la campaña ha consistido en una serie de talleres desarrollados en centros educativos y una exposición itinerante. También propició la instalación en cada centro de un 'Buzón de la economía circular', en el cual los estudiantes han podido dejar diversos mensajes relacionados con esta temática.
Estas actividades también han permitido trabajar en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se refieren a la educación de calidad, el trabajo decente y el crecimiento económico, la industria, la innovación y las infraestructuras, la producción y el consumo sostenible, la acción por el clima y las alianzas para conseguir los objetivos: ODS 4. Educación de calidad; ODS 8. Trabajo decente y crecimiento económico; ODS 9. Industria, innovación e infraestructura; ODS 12. Producción y consumo sostenible; ODS 13. Acción por el clima; ODS 17. Alianzas para conseguir los objetivos.
La campaña también llegó durante junio y julio al Centro Cívico de San José, el CISS de La Albuera, la Casa de la Lectura y el CAAV de la avenida del Acueducto con la participación de 1.975 personas. En las dos primeras ubicaciones, además de instalarse la exposición, sus responsables también llevaron a cabo un acompañamiento informativo de dos horas de duración a través del que informaron in situ sobre diferentes cuestiones.
Según indica el Ayuntamiento a través de una nota de prensa, han detectado un desconocimiento entre la ciudadanía sobre el concepto de economía circular y su contribución al ahorro de recursos naturales y materias primas. Han recogido dudas sobre determinados residuos como son los aerosoles o los briks, y también sobre la utilización del contenedor amarillo en el caso de las personas más mayores. Además, han concluido que la mayoría de las personas informadas no tiene quejas sobre el estado de los contenedores o llenado de los mismos. Tampoco han percibido una falta de medios para reciclar en las zonas donde se ha ofrecido la información.