Segovia y Cuéllar sufren la escasez nacional de interventores

D. A.
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Ambos ayuntamientos cubrieron estas plazas de forma interina en enero, un problema nacional que ya afecta a más de la mitad de la provincia

Pleno en el Ayuntamiento de Segovia. En el centro de la imagen, la secretaria y el interventor que ya cesó semanas atrás para ejercer como tesorero en el Ayuntamiento de Ávila.

Con fecha del pasado miércoles 18 de enero se quedaba vacante la plaza de interventor municipal en el Ayuntamiento de Segovia, que desde el día siguiente tiene a otra persona haciendo las labores «de manera accidental», tal y como se denomina esta fórmula de cobertura. Con otro técnico del área de Intervención que cuenta con la debida cualificación para el puesto, pero siendo así uno menos dentro de dicho departamento, absolutamente fundamental para asegurar la actividad de esta y de cualquier Administración pública.

Casi en paralelo, el martes 17 de enero, tomaba posesión el segundo técnico que asume tales competencias en menos de un año en el Ayuntamiento de Cuéllar, después de que su interventor se jubilara la pasada primavera. Es lo que hay, dada la escasez de funcionarios habilitados por oposición para ejercer estas funciones, así como las de secretarios y tesoreros, hasta el punto de que más de la mitad de las entidades locales de la provincia tienen interinos en tales puestos, según calculan desde el Colegio de Secretarios, Interventores y Tesoreros de la Administración Local (Cosital) en Segovia. Un problema que, por otro lado, se extiende a toda España desde hace tiempo.

«Cuesta mucho encontrarlos porque hemos estado muchos años sin que se convocaran las oposiciones correspondientes por parte de la Administración del Estado», señala el presidente de esta organización, Alejandro González-Salamanca. ¿Y por qué no se han convocado? «Actualmente hay casi un 60% de estas plazas cubiertas por interinos, algo que tampoco es tolerable porque las personas que tienen nombramiento de interinos también tienen sus derechos, y no se puede estar con una persona en esta situación durante un montón de años», responde. «Quiero decir que ha sido la propia dejadez del Gobierno, pero no del actual, sino del anterior y el anterior, con lo cual no hablo de partidos. No se han convocado plazas cuando había que hacerlo, o se convocaban muy pocas», de ahí las consecuencias.

González-Salamanca, sin ir más lejos, forma parte de la promoción de 1980: «Entonces entramos un número muy importante y ya nos ha llegado la edad de jubilación, con lo cual se va retirando muchísima gente sin repuesto porque no ha habido previsión de convocar, que es la tónica general en toda la Administración». De ahí viene la cobertura de estos cargos por interinos en casi el 60% de los casos en la provincia.

«Nos venimos quejando desde hace tiempo. La propia Diputación ha tomado acuerdos recordando al Gobierno y a la Comunidad la importancia de esto; y la Junta de Castilla y León también ha hecho un nuevo decreto de interinos (en 2022) y se va a hacer una selección porque la situación es imposible», incide el presidente de Cosital Segovia.

Ahora las circunstancias empiezan a cambiar, pero aún queda recorrido hasta normalizar por completo la situación. «Algunas de estas plazas se han incluido en el plan de estabilización», destinado a convertir en funcionarios, sin pasar por oposición, a interinos que cumplan ciertos requisitos de permanencia en el puesto y demás, «cosa que a juicio de los colegios de secretarios no es correcta», de ahí que hayan recurrido a la vía judicial. «Pero también se han convocado ofertas públicas de empleo y estamos en curso de celebrar algunas oposiciones muy necesarias por otra parte, y luego además han hecho una oferta pública adicional de 1.000 plazas que se determinará más adelante, con lo cual en poco tiempo, o relativamente poco tiempo, pensamos que las circunstancias van a cambiar.

CONSECUENCIAS. Interventor, secretario y tesorero son figuras imprescindibles en cualquier órgano de gobierno y administración, dado que se encargan del control y fiscalización interna de la gestión económica y financiera, incluida la presupuestaria, así como de los trámites relacionados con los pagos.De su importancia da buena cuenta el hecho de que las retribuciones de estos puestos suelan estar por encima de las de los alcaldes, y su escasez lleva a los propios municipios a competir por los habilitados nacionales para tales puestos, para los cuales se han preparado, primero, aprobando la oposición de turno; y después, con un curso de formación de un año.

En el caso del Ayuntamiento de Segovia, la inestabilidad ha caracterizado el puesto de interventor tras jubilarse en 2017 quien lo ocupó durante 21 años; y quien lo ejercía hasta hace dos semanas se acaba de marchar al Ayuntamiento de Ávila, donde ejercerá de tesorero y donde ya estuvo en años anteriores, alternando diversas etapas como interventor entre Segovia y la capital vecina, o incluso compatibilizando ambos consistorios.

El teniente de alcalde del Ayuntamiento de Segovia, Jesús García Zamora, destacaba el 19 de enero que quien ha pasado a ocupar el puesto «tiene absolutamente las mismas competencias del interventor anterior y se continúa trabajando en todos los temas propios de la intervención, que son muchísimos». El alcalde de Cuéllar, Carlos Fraile, mientras tanto, ha atribuido a la falta de un interventor (desde finales de septiembre hasta hace tres semanas) el retraso en la aprobación del presupuesto específico de 2023, del cual también carece Segovia, por lo que ambos sobrellevan la situación con las cuentas de 2022 prorrogadas.

Uno y otro municipio, en cualquier caso, tienen ahora personal en este puesto, aunque, como muchos otros de la provincia y del resto de España, deberán esperar hasta cubrirlos de manera ordinaria.