Epicentro cervecero

Sandra Segovia
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La producción artesana de cerveza segoviana, con un catálogo de 57 productos, centra el primer capítulo del documental 'Birra en ruta'

Epicentro cervecero

Birra en ruta es el título con el que se ha presentado la primera serie documental sobre cerveza artesanal. El capítulo 0 ha sido rodado íntegramente en Segovia, 45 minutos en los que se muestra la variedad de cervezas artesanales que se pueden encontrar sin salir de la provincia. 
Con esta iniciativa audiovisual se pretende generar cultura cervecera a la vez que dar a conocer la amplia oferta de cervezas artesanales y de calidad que se producen hoy en día en España. Ahora, Víctor Perezagua, el director, y Carlos Vallejo, experto en cerveza, buscan financiación para poder continuar con el documental, en el que esperan producir un total de seis capítulos alrededor de la geografía española, por lo que eeste capítulo se proyectará en eventos cerveceros y festivales cinematográficos y, por el momento, no se comercializará más allá. 
¿Por qué Segovia? Un pregunta clave y una respuesta concisa  por parte de Perezagua: «Segovia recogía todos los elementos que queremos desarrollar luego en la serie: Evansado, medio ambiente, comercio local, etc. Es una fotografía general de todo el panorama cervecero en una misma provincia». «Nos fascina que, siendo una de las provincias menos pobladas del país, cuente con un buen número de cerveceras artesanales. Éstas no solo tienen catálogos de productos y modelos de negocios muy diferentes entre sí, sino historias personales detrás que merecen ser contadas. Creemos que puede ser un buen punto de partida para la serie, pues aunque las cervezas segovianas son muy apreciadas por los aficionados, todavía son algo desconocidas para el público general», explica. 
Por ello, han recorrido de punta a punta la provincia para encontrarse con los protagonistas que están detrás de ocho cerveceras: Esteve Puigpinós y Rosa Matías de '90 Varas' en Cerezo de Abajo; Cristina Sanz y César Alonso de 'Casuar', en Montejo de la Vega de la Serrezuela; Ignacio Vacchiano y Nathan Butt de 'La Granja de Goose', en el Real Sitio de San Ildefonso; Bob Maltman de 'Maltman Brewing', en El Espinar; Julián García, Roberto García, Raúl López y Eme Velasco de 'Marijave', en Consuegra de Murera y Castroserna de Abajo; Nacho Ibáñez y Silvia Casado de 'Veer', en Sebúlcor; Adrián y Mateo Sanz de 'San Frutos', en Hontoria; e Ignacio Carnicero de 'Octavo Arte', en La Lastrilla. Aunque en la provincia hay alguna más, a pesar de no aparecer en el documental, como 'Alea Jacta', en Carbonero el Mayor.
Lager, ale, rojas, negras, ecológicas, radler, con aroma a café.. Hay variedades para todos los gustos ya que entre las ocho cerveceras cuentan con 57 productos de elaboración fija a las que se suman las tiradas realizadas de edición limitada y las estacionales. Un total de producción de alrededor de los 430.000 litros de cerveza anuales. 

90 varas - Cerezo de abajo. Esta cervecera artesanal nace en 2016 bajo un nombre que hace referencia a las 90 varas que debían medir de ancho las cañadas reales, una norma establecida por Alfonso X en 1273. Una manera de reivindicar la historia de Cerezo de Abajo, municipio por el que concurrían dos cañadas: la Real Segoviana y la Real Soriana Occidental. Además, las nueve variedades de cervezas de Esteve Puigpinós y Rosa Matías hacen referencia al entorno: 'La Mala' (las diligencias que atraviesan el puerto de Somosierra), 'Juaneras' (en homenaje a Juan San, el panadero de Santo Tomé del Puerto) o 'Segovilla' (en homenaje al convento), son algunos de los ejemplos.  «Buscamos que los nombres tengan algo que contar», explica Puigpinós. La pequeña fábrica elabora unos 24.000 litros al año.

Casuar - Montejo de la Vega de la Serrezuela. Fundada en 2016 por Cristina Sanz y César Alonso, ésta cerveza lleva el nombre del paraje más representativo del Parque Natural de las Hoces del Río Riaza -la ermita del Casuar-, entorno en el que viven y trabajan. Ambos dejaron sus trabajos en Madrid para fundar esta fábrica en el medio rural. Pero no es sólo eso, ellos han ido más allá y labran su propio lúpulo con un cultivo de alrededor de 200 plantas. Actualmente cuentan con siete variedades de cerveza y prevén lanzar un nuevo tipo este verano. Sus nombres, como 'Alba' o 'Bubo' son guiños al Parque Natural, con quien  además realizan actividades conjuntas. Además, su logo -un buitre- también está relacionado con el entorno en el que fabrican sus productos. Su producción oscila entre los 15.000 y los 20.000 litros anuales. 

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La Granja de Goose - Real Sitio de San Ildefonso. Ignacio Vacchiano es el socio fundador de ésta marca nacida en 2013. 'Goose' significa ganso en inglés, e Ignacio era el que 'hacía el ganso' dentro de su grupo de amigos, por lo que  tanto el nombre como el logo de la marca provienen de esta característica del fundador sumada a La Granja en homenaje a la localidad en la que elaboran sus productos. Ahora, junto a Nathan Butt, elaboran cinco estilos de cervezas que venden de forma permanente y están en proceso de lanzar una sexta, además de que cada dos meses ofrecen ediciones limitadas o de temporada. Los nombres provienen de elementos personales como por ejemplo 'Gloria', que es la hija de Ignacio, o 'Gurugú', en honor a una fuente de la localidad. Su producción ronda los 48.000 litros anuales.

Maltman Brewing - El Espinar. Maltman Brewing fue fundada en el año 2018 de la mano de Bob Maltman, maestro cervecero canadiense con más de 30 años de experiencia en el sector de la cerveza artesana. Actualmente, la empresa la componen tres socios y en sus instalaciones ubicadas en El Espinar se producen dos marcas: '3 cumbres', nombre que proviene de las tres montañas de la zona (Cueva Valiente, Cerro de Salamanca y Cabeza Lijar), de la que forman parte cuatro cervezas; y 'Maltman', un nombre que proviene del apellido de Bob, que cuenta con nueve variedades. Ésta última es considerada por el fundador como «la cerveza que quiere hacer». En cambio, los nombres de las 13 cervezas provienen del tipo al que pertenezcan. La fábrica tiene una capacidad de elaboración de alrededor de 300.000 litros anuales.

Marijave - Consuegra de Murera y Castroserna de abajo. Esta marca de cerveza artesanal nace en 2019 bajo el amparo de cuatro amigos: Julián García, Roberto García, Raúl López y Eme Velasco. 'Marijave' es el nombre de un antiguo poblado prerromano ubicado en la zona del Duratón, de ahí el nombre de su marca. Ellos se consideran «nómadas», al no tener una fábrica propia, pero a pesar de ésto ya cuentan con tres tipos de cervezas y dentro de un mes sacarán una cuarta. Los nombres son directos: 'Rojavera', por el color o 'Marimanga' por el nombre de la empresa. Su próxima cerveza nacerá con la denominación de 'Gavilla', como se conoce al conjunto de ramas o tallos unidos por su centro. Su producción, al no vivir de ello, es menor que el resto de cerveceras y ronda los 4.000 litros anuales.

Veer - Sebúlcor. Silvia Casado y Nacho Ibáñez se lanzaron en 2009 a fabricar cerveza ecológica. Su nombre, 'Veer', proviene de la traducción inglesa de la palabra cerveza -beer-, pero con v debido a que es un producto vegano y querían mostrarlo de esta forma. Por ello, sus cervezas no llevan ningún ingrediente de origen animal. Sus nueve variedades no es lo que más llama la atención de su producción, sino que es la única cervecera artesanal en Segovia que produce en ecológico, que utiliza levadura de pan y que reutiliza el 100 por ciento de sus envases. Además, el bagazo que sobra de la producción lo utilizan para realizar compost.  La elaboración gira en torno a los 24.000 litros anuales y su diferencia radica en que son productos que se venden únicamente en 150 kilómetros a la redonda de la fábrica, considerados de kilómetro 0. 

San Frutos - Hontoria.  San Frutos además de ser el patrón de Segovia es el nombre de la que sea, probablemente, la cervecera artesanal segoviana más conocida ya que es la fábrica con mayor producción. Los hermanos Adrián y Mateo Sanz eligieron, en 2013, este nombre ya que buscaban que sus productos estuvieran vinculados a la ciudad. Cuentan con seis variedades de cervezas fijas, a las que se suma la producción de una cerveza semanal que no se repite. Además, colaboran con otras marcas y realizan en su fábrica cerveza para nómadas. Los nombres de sus cervezas se basan en el imaginario diario, en su infancia o en pequeñas cosas cotidianas como 'Tutiplén', 'Arrebato' o 'Eterno retorno'. Alrededor de 250.000 son los litros que esta cervecera produce anualmente y se han convertido en una cervecera referente a nivel nacional, con presencia en los mejores establecimientos especializados y con distribución en gran parte de la península.

Octavo Arte - La Lastrilla. Igancio Carnicero lanzó Octavo Arte en 2016 tras comenzar a fabricar su propia cerveza con un kit en el garaje de su casa. Continuó su andadura abriendo una tienda en la que vendía otras cervezas, pero descubrió que lo que le interesaba era hacerlas él mismo. Lo que era un hobbie se convirtió en su negocio y actualmente cuenta con cinco cervezas fijas a las que se suman producciones estacionales o ediciones limitadas. Entre la producción fija podemos encontrar nombres como 'Mañanas de domingo', evocando a esas mañanas futboletas de este día festivo que recibió el premio de bronce en el Campeonato de Cervezas de 2021; 'Guerrera segoviana' o '1521' en honor a la batalla de Villalar, la cual también ha obtenido diversos reconocimientos como la plata en Concurso Internacional de Cervezas Artesanas de 2019, pero también nombres comunes como 'Amarillo limón'. Carnicero también cuenta con un bar -Ocho bar- en el que se pueden degustar sus productos. La producción total anual oscila alrededor de los 36.000 litros.