El cese de los ejercicios con fuego real, la limpieza y descontaminación de proyectiles y munición y el inicio de "una profunda reflexión sobre cómo convertirse en un aliado de desarrollo sostenible para la repoblación y dejar de ser el principal obstáculo para el futuro" son las principales reclamaciones que hicieron hoy los vecinos del entorno del campo de tito del Teleno, en León, al Ministerio de Defensa.

Más de 150 personas se dieron cita en la movilización convocada por la Plataforma de Afect@dos por el incendio declarado en su interior el pasado 23 de agosto y que después de 20 días activo habría arrasado unas 4.000 hectáreas según datos provisionales.

La portavoz del colectivo, integrado por media docena de ayuntamientos, una veintena de juntas vecinales y agrupaciones de diversa índoles, Marisa Rodríguez, remarcó que no se solicita el desmantelamiento de las instalaciones militares sino que el Ministerio "ayude al desarrollo sostenible de la zona y que siga dando el Teleno vida a a sus habitantes y a toda la provincia de León".

Las peticiones resumidas en el manifiesto al que se dio lectura frente a la Subdelegación de Defensa en León incluyen la creación de una comisión que investigue por qué el incendio salió del perímetro del campo cinco días después de su inicio, una acuerdo con las brigadas forestales para que las instruya sobre las zonas accesibles y prohibidas cuando se produce un incendio, que se respeten los manantiales y se vigilen los vertidos de cenizas y suelos erosionados y que se contribuya a conservar y preservar los yacimientos arqueológicos del mayor conjunto mundial de minería romana documentada.

"Ojalá el Ministerio reciba a los alcaldes y pedáneos para poder dar una solución viable" reclamó en una concentración en la que contaron con un representante de los bomberos forestales, Juan Carlos González, quien recordó las dificultades para atacar un incendio de esas características. "Hubiese quedado en unas 30 hectáreas si no fuera una zona de caída de proyectiles", comentó.

Acompañados de numerosas pancartas reivindicativas, de muestras de agua casi negra recogida en los pueblos afectados por las consecuencias del incendio y arropados por el sonido del tamboril y las castañuelas, los participantes en la movilización también dirigieron sus reclamaciones a la Junta, a la que solicitan que vigile y controle la gestión medioambiental del campo de tiro, "al suponer una constante amenaza para las 48.000 hectáreas forestadas o repobladas que lo rodean", que proteja los restos arqueológicos del interior del área de maniobras "que sufren permanentes socavones e incendios por el efecto de los proyectiles" y que declare Bien de Interés Cultural (BIC) a la zona arqueológica de los yacimientos de los ríos Duerna, Eria y Turienzo para garantizar su futuro.