Más de cien penitentes en la procesión de La Granja

Laura López / Efe
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Acompañan a los pasos descalzos, vestidos con el hábito mortuorio de San Francisco y cargados con cruces de entre 70 y 130 kilos de peso.

En la procesión participan entre 100 y 120 hombres y mujeres como penitentes - Foto: Pablo Martín /Efe

Cientos de personas han asistido este Viernes Santo a la Procesión del Santo Entierro en La Granja de San Ildefonso, un desfile solemne en el que más de un centenar de penitentes han acompañado los pasos descalzos, vestidos con el hábito mortuorio de San Francisco y cargados con cruces de entre 70 y 130 kilos de peso.

Se trata del momento más emotivo de la Semana Santa de El Real Sitio de San Ildefonso, al que pertenece La Granja (Segovia), y el que mayor número de visitantes suele atraer, hasta 8.000, según ha señalado en una entrevista con Efe la presidenta de la Junta de Cofradías de este municipio, Paloma Pastor.

Uno de sus mayores atractivos es el gran número de penitentes que participan en ella, entre 100 y 120 hombres y mujeres procedentes de todas partes de España este año, que desfilan junto a las imágenes descalzos, vestidos con el hábito mortuorio de San Francisco de color marrón, negro o gris recogido en la cintura con un cordón blanco.

Han llevado escapularios de la Venerable Orden Tercera Franciscana Seglar, de la Virgen de los Dolores, de la Virgen de la Soledad o del Cristo del Perdón, el rostro tapado con un velo negro monacal con el que conservan el anonimato y, algunos de ellos, una corona de espinas.

Como manda una tradición que data de al menos 1888, tras rezar un rosario, los penitentes han emprendido la marcha pasadas las 20:30 horas desde la capilla de San Francisco, junto al Ayuntamiento, en la Plaza de los Dolores, cargados cada uno de ellos con una cruz hecha de roble, con un peso que oscila entre los 70 y los 130 kilos.

Solo ellos saben por qué lo hacen: "Penitencia proviene del latín 'paenitentia', que significa arrepentirse, y eso lo dice todo. Salen para cumplir una promesa de penitencia, es una forma de purificación del alma, un propósito de enmienda… Cada uno de ellos no lo dice, es secreto, lo llevan muy adentro", ha explicado Pastor.

Completar el recorrido en estas circunstancias exige un gran esfuerzo físico, que no suele provocar ningún problema de salud, más allá de algún corte en los pies o un corte de digestión prácticamente anecdótico, ha relatado Pastor.

Desde la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario han salido a la misma hora las cinco imágenes que forman parte de esta procesión para reunirse en la plaza con los penitentes: El Cristo Yacente, la Virgen de la Soledad, San Juanín y el Niño Jesús, estas portadas por niños, y el Cristo Crucificado de los Alijares.

La Virgen de la Soledad y San Juanín y el Niño Jesús son esculturas de madera policromada del siglo XVIII realizadas por el conocido escultor castellano Luis Salvador Carmona: "Tienen un enorme valor artístico y patrimonial", ha destacado Paloma Pastor, quien también dirige el Museo de la Real Fábrica de Cristales de La Granja.

La procesión ha discurrido por diversas calles del centro de La Granja de San Ildefonso, declarado conjunto histórico-artístico, y subido hasta la Real Colegiata del Palacio Real, donde asistentes, cofrades y penitentes han cantado el Salve a la Virgen.

Después, la comitiva ha bajado por la calle Alameda y Valenciana hasta la Plaza de los Dolores, donde ha tenido lugar el "momento cumbre" de la procesión, como lo ha denominado Paloma Pastor.

Todos los penitentes se han arrodillado con el peso de la cruz sobre sus hombros y, junto al público y el resto de integrantes de la comitiva, han cantado el himno de la Virgen de los Dolores, patrona del Real Sitio.

Después, la procesión ha finalizado al retornar las imágenes a la misma iglesia, para su veneración.

Para la presidenta de Cofradías, esta es la procesión más "singular" de la Semana Santa en el municipio, no sólo por el valor de las imágenes.

"Es la más impactante por su sobriedad, la gran participación de penitentes, el absoluto silencio que se guarda, el gran número de visitantes que reúne… No te deja indiferente nunca porque es impactante, muy especial, es sobrecogedora", ha opinado.

Con esta procesión ha culminado una de las últimas jornadas de la Semana Santa de La Granja, que como en el resto de ciudades de España se está celebrando este 2022 con "gran ilusión" después de dos años en blanco por la pandemia del coronavirus y un 2019 antes de eso en el que la lluvia enturbió algunas de las procesiones.

"Estamos con una gran esperanza de poder compartir estos momentos tan importantes con los habitantes de La Granja y los visitantes que vienen, estamos con mucha ilusión", ha comentado Paloma Pastor.