La Junta rechaza declarar aguas trucheras el Eresma

Nacho Sáez
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El servicio regional de Caza y Pesca asegura que la presencia de trucha común en el caudal a su paso por Segovia es "testimonial", pero un grupo de pescaderos reclama que se hagan conteos de peces.

El río Eresma a su paso por San Lorenzo, el pasado viernes. - Foto: Rosa Blanco

Las aguas bajan revueltas en el río Eresma a su paso por Segovia, donde un grupo de aficionados a la pesca está decidido a dar la batalla hasta las últimas consecuencias «para que nuestros hijos o nietos puedan disfrutar también de este legado», según indican. Se refieren a la escasa o nula protección que existe, en su opinión, de la trucha común en ese paraje, para el que han solicitado la declaración de aguas trucheras aunque de momento parece que con ningún éxito. El Procurador del Común –la figura que ejerce de Defensor del Pueblo en Castilla y León– decidió hace unos días archivar el expediente iniciado a raíz de una solicitud de amparo de esos ciudadanos, que prefieren no identificarse por miedo a represalias.

En este asunto se entremezclan la conservación del medio ambiente, la gestión de los recursos por parte de las administraciones públicas y también un problema de furtivismo visible a través de las redes sociales, donde no es extraño encontrar publicaciones de quienes se saltan las normas vigentes. En el caso del río Eresma establecen un cupo cero para el aprovechamiento de la trucha. «El hecho de que no sean aguas trucheras no quiere decir que valga todo. El cupo de capturas es cero para que si hay una trucha colonizadora se pueda quedar dos, tres, cuatro o cinco años», recuerda el jefe del servicio regional de Caza y Pesca, Ignacio de la Fuente, en diálogo telefónico con El Día de Segovia.

Sin embargo, esta figura de protección resulta insuficiente para el grupo de aficionados a la pesca que acudió al Procurador del Común con una solicitud que además era antigua. Ya en 2018 el pleno del Ayuntamiento de Segovia aprobó una moción de Izquierda Unida para instar a la Junta de Castilla y León a que adoptara medidas en este sentido. Una toma de posición que fue respondida en dos ocasiones –en 2018 y 2019– por la Administración autónomica recordando las órdenes en las que estaba regulada la práctica de la pesca en el río Eresma aguas abajo de la presa de Batanes. El marco normativo para aguas trucheras de acceso libre varió de 2018 a 2019 al pasar de un cupo de captura de trucha común de dos por pescador y día a cero. Para el Procurador del Común, no obstante, la Junta debía estudiar la posible declaración de este tramo como aguas trucheras para reforzar su protección, ya que fija un calendario de pesca (del sábado 21 de marzo al 31 de julio), mientras que en las de acceso libre se encuentra permitido todos los días del año en la actualidad.

Ejemplar de trucha común.Ejemplar de trucha común. - Foto: Foto cedida a Efe por la UPM

El propio Procurador del Común decidió pocos días después archivar el expediente después de que rechazara su sugerencia el Servicio de Caza y Pesca de la Dirección del Patrimonio Natural y Política Foestal de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. Este último organismo concluyó que, en el tramo del río Eresma, no cabe la declaración de aguas trucheras porque «la especie pescable de mayor interés [...] no es ni mucho menos la trucha común sino otros ciprínidos ibéricos (gobios y bogas, principalmente)». «La presencia de trucha común debe catalogarse como testimonial», añadía en base a que «es un hábitat muy alejado de lo que puede considerarse subóptimo para las poblaciones de trucha».

Este argumento lo justifica la propia Administración autonómica por la temperatura que alcanzan estas aguas en verano y la existencia de presas entre el Pontón y el recorrido urbano del Eresma. Unas razones que no terminan de convencer a quienes defienden la declaración de aguas trucheras, que tienen previsto solicitar a la Junta los estudios realizados de muestreo y conteo de peces vertebrados e invertebrados durante los últimos cinco años en el tramo objeto del conflicto. El jefe del servicio regional de Caza y Pesca, Ignacio de la Fuente, ha adelantado a esta redacción que esos análisis no existen. «Sería ideal muestrear todos los ríos de Castilla y León, pero los recursos son limitados y nuestra propia Ley de Pesca da prioridad a las especies de atención preferente como es la trucha común. Por eso muestreamos aguas arriba del Pontón», señala, al tiempo que asegura que aquel caudal « tiene un poco de carga orgánica, un poco de algas y no tienen una oxigenación óptima para la trucha».

FURTIVISMO CARENTE DE REPAROS EN LAS REDES SOCIALES. «Esta mañana seguro que habrán desgarrado la garganta a una trucha llena de huevas en la Alameda». El aficionado a la pesca que firmó el escrito enviado al Procurador del Común para solicitar la declaración de aguas trucheras niega que detrás de esta demanda se encuentren solo quienes les gusta la práctica de este deporte sin muerte: «Hay muchas sensibilidades. Yo mismo pesco con muerte». Sin embargo, considera que la ausencia de una figura de protección más elevada va a destruir «un legado que me gustaría que disfrutaran también mis hijos y mis nietos». «Estoy harto de ver en redes sociales gente que presume de que ha capturado seis o las que sean», explica en conversación con El Día.

En este sentido, este segoviano echa en falta una mayor vigilancia por parte de los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León o, en su defecto, de la Policía Local de Segovia. El concejal de Medio Ambiente, Ángel Galindo, que hace dos años impulsó una moción para instar a la Administración autonómica a que estudiase nuevas figuras de protección para este paraje, desvela que la Policía Local no ha recibido ninguna petición de colaboración para ayudar en la vigilancia de los incumplimientos en materia de pesca. «Tan solo se ha formulado alguna denuncia esporádica por algún aviso ciudadano o porque en ese momento pasaran agentes por allí», zanja.