La sonrisa del adiós

Agencias
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Valentino Rossi pondrá mañana en Valencia fin a su laureada trayectoria deportiva

La sonrisa del adiós - Foto: Kai FÁ¶rsterling

El adiós de un mito. El piloto italiano de MotoGP Valentino Rossi (Yamaha) recordó ayer que «en los momentos especiales» siempre suele «reír» y que por eso no espera «llorar» mañana cuando ponga fin en el Gran Premio de la Comunitat Valenciana a una extensa carrera de la que no se puede «quejar», pero que en la que le habría gustado poder redondearla con el décimo título mundial.

«No sé qué ocurrirá, espero ser capaz de hacer buena carrera y no puedo predecir qué sensaciones tendré. Seguro que disfrutaré, en todos los momentos especiales suelo reír, no lloro mucho, así que, sinceramente, espero no llorar», confesó Rossi en una rueda de prensa especial en el circuito de Cheste con motivo de su adiós tras 25 años en el campeonato.

'Il Dottore' indicó que está «bastante bien», porque ya pasó «lo peor», que fue cuando tuvo que anunciar en agosto su retirada. «Si hubiese sido más competitivo seguramente habría continuado. Aquel fue un periodo bastante difícil, pero ahora espero que no cambie mucho la sensación cuando me levante... quizás en marzo cuando empiece el Mundial», expresó.

«Lo más positivo de mi carrera es que muchas personas se han animado a ver MotoGP por seguir mi carrera y este deporte ha ganado en fama. Creo que durante mi carrera me he convertido en algo distinto, en una especie de icono y es me produce mucha felicidad», subrayó el nueve veces campeón del mundo.

De todos modos, Rossi recalcó que ha podido «competir a buen nivel» durante muchos años y no escondió que había «luchado mucho» por haber ganado su décimo título. 

«Mi último campeonato fue el de 2009 y me habría sentido muy feliz si hubiese podido ganar el de 2015 para lograr el décimo, que es como redondear el círculo, pero no me puedo quejar, he tenido una gran carrera con muchas temporadas luchando por el campeonato y por posiciones altas», afirmó el transalpino.

El italiano tiene como sueño ahora «tener buena vida». «El año que viene seré padre, pero no tengo uno en particular. Mi sueño era proclamarme campeón del mundo de MotoGP y lo he cumplido», remarcó, al tiempo que resaltó que desde el anuncio de su adiós se había podido «dar cuenta mejor» de lo que había significado para su deporte.

«Ha sido una temporada particular, sobre todo la segunda parte, después de decir que iba a ser mi último año. Mañana voy a tratar de hacerlo lo más normal posible, aunque no es sencillo. Trataré de dar el máximo este fin de semana», manifestó el de Urbino.

Futuro en coches

El piloto de Yamaha recalcó tener «una sensación extraña». «Trato de actuar con normalidad. En Valencia todo el mundo suele estar contento porque acaba la temporada y trato de evitar pensar que a partir del lunes todo cambiará. Voy a continuar siendo piloto de coches y trato de disfrutar de este momento, aunque cuando dejas de ser piloto de MotoGP la vida cambia», señaló.

Sobre sus grandes adversarios, explicó que «la rivalidad en cualquier deporte, sobre todo en MotoGP, no es algo que te guste, pero es fantástica para dar el máximo y superar tus límites». «La disfruté mucho sobre todo en la primera parte de mi carrera, porque ganaba más. Tuve como contrincantes a Max Biaggi, a Casey Stoner, a Jorge Lorenzo, a Marc Márquez... es algo que recuerdas después como una manera positiva», opinó.

Antes de la rueda de prensa, Dorna le preparó una sorpresa con las nueve motos con las que ha sido campeón. «Siento una gran emoción y ver todas mis motos juntas y todos los pilotos aquí congregados es una gran sensación», admitió. «He hablado con Alberto (Puig) y le he pedido al menos la de 500 cc, que es la que me iba a dar Honda, pero nunca llegó. A ver si cambian de idea y me la entregan, ocupará un lugar de honor en mi hogar», sentenció.