En su huida hacia adelante con los posibles indultos a los líderes del procés, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, parece haber encontrado una nueva arma para desviar la atención, a tenor de lo visto ayer en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso. El socialista cargó duramente contra el Partido Popular por introducir la figura de Felipe VI -por medio de las declaraciones de Isabel Díaz Ayuso- en el debate político sobre la medida de gracia, mientras PP, Vox y Cs le acusaron de pretender perpetuarse en el poder gracias al apoyo de los separatistas.
Sánchez afrontó en la Cámara Baja una nueva ofensiva parlamentaria de la derecha que, en bloque, le reprochó su intención de dar un golpe a la democracia, rompiendo con los derechos de todos los ciudadanos para «atrincherarse en el poder a cualquier precio».
«Para usted el Estado de derecho es venganza; la Constitución, revancha; dar un golpe al Estado, concordia; y romper la igualdad de los españoles, convivencia», le espetó el líder del PP, Pablo Casado mientras el dirigente de Vox, Santiago Abascal, le avisó de que «acabará pagando por ello y esperemos que sea delante de un tribunal».
Sin embargo, en esta ocasión, Sánchez solo bajó al barro para enfrentarse a los populares a los que recordó que fue el Ejecutivo de Mariano Rajoy el que causó la crisis con Cataluña e hizo ascender el independentismo. «No vamos a utilizar ni la Constitución, ni la bandera, ni la unidad de España ni la Monarquía parlamentaria para dividir a los españoles como ustedes hacen», le respondió el socialista a Casado mientras le recordaba que desde que gobiernan PSOE y Unidas Podemos ha habido «cero» declaraciones unilaterales de independencia, «cero» referéndum ilegales y «cero ilegalidades» en el Parlament de Cataluña.
Además, el presidente del Gobierno también acusó al PP de mostrarse «muy activos en la defensa de la unidad de España» estando en la oposición y «muy indolentes» cuando tienen el poder, toda vez que Casado le espetó que «no se puede caer más bajo».
Aunque Sánchez tuvo que abandonar pronto el Congreso para acudir a la inauguración del Foro empresarial España-Corea, el ambiente siguió crispado por los indultos a los líderes del procés y con las críticas socarronas de la oposición por el breve paseo de Sánchez con el mandatario de EEUU, Joe Biden, en la Cumbre de la OTAN.