Los taxis, colapsados los fines de semana

Nacho Sáez
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Radio Taxi recibió 2.640 llamadas el pasado sábado y más de 3.000 un día de agosto cuando la media son unas 500 los fines de semana. «Nunca habíamos tenido un verano así. No damos abasto», dice su presidente.

Los taxis, colapsados los fines de semana - Foto: Rosa Blanco

El servicio de taxis de Segovia, en jaque por una fiesta. «A todas las llamadas que acudíamos eran para que les llevarámos allí. Daba igual que fuera desde el Acueducto, desde la estación de autobuses o desde cualquier otro lado», explica el taxista Jesús de Andrés Trujillo. Para muchos era la primera noticia de que la Finca Lindaraja, situada en Navas de Riofrío, acogía el sábado una fiesta que consiguió reunir a centenares de jóvenes y que, junto a la demanda habitual, colapsó el servicio de taxis de Segovia. Al final del día Radio Taxi había recibido 2.640 llamadas, de las que pudo atender 1.290, según los datos ofrecidos por la asociación.

No era la primera vez que ocurría a lo largo del verano que acaba de terminar. Un día a finales de agosto les entraron más de 3.000 llamadas cuando la media los fines de semana son unas 500. Una de las consecuencias de este espectacular crecimiento de la demanda es que el teléfono de Radio Taxi no atienda nuevas llamadas durante minutos y minutos, tal y como ha podido comprobar esta redacción. «Todas nuestras líneas están ocupadas. Inténtelo de nuevo más tarde», dice el mensaje automático con el que se encuentran los clientes en esos instantes de caos.

Radio Taxi admite la situación. «Nunca habíamos tenido un verano así. No damos abasto», dice su presidente, Juan Manuel de Pablos, taxista en Segovia desde 40 años. «No solo es en Segovia. Es en todas las capitales. Hay un exceso. La gente después de la pandemia sale a tope y al final se puede cubrir lo que se puede cubrir. Hay un número limitado de taxis. Es lo mismo que si vas a un restaurante y no tienes reserva. Todos queremos que nos atiendan los primeros, pero es lo que hay», justifica.

58 taxistas atienden el servicio en la actualidad en Segovia, de los que al menos 45 trabajan siempre los fines de semana, según asegura su presidente. Jesús de Andrés Trujillo achaca la situación del pasado sábado a la demanda por la fiesta en la Finca Lindaraja pero también a los difíciles accesos de ese recinto. «Cada carrera que hacíamos allí al final se prolongaba 45 minutos porque si venía otro coche o un autobús de frente tenías que retroceder», cuenta. Gracias a las conversaciones con sus clientes, De Andrés Trujillo ha podido saber que las compañías aéreas también han creado nuevos vuelos directos hasta Madrid desde México, Miami o Puerto Rico, entre otros orígenes que al final recalan en Segovia de visita turística.

Los factores de las peticiones disparadas de taxi son muy diversos pero hay una circunstancia principal, en opinión del presidente de Radio Taxi Segovia, Juan Manuel de Pablos. «Vas a los pueblos a las fiestas y ves que está desbordado de gente. La gente quiere ir a todo por si mañana no puede», reflexiona, al tiempo que señala otros motivos. «También ha habido muchísimas bodas. Todas las que no se hicieron durante la pandemia se están haciendo ahora y los invitados, cuando van a la misa o cuando salen, lo hacen al mismo tiempo y piden todos al mismo tiempo. A lo mejor se juntan 50 llamadas en un intervalo de muy pocos minutos y todo se complica».

Ante este escenario, los conductores de la flota están multiplicando sus esfuerzos. Algunos doblan sus jornadas para responder a un desafío en el que les gustaría contar con la ayuda de los taxis de los pueblos del alfoz. «Les he hablado de hacer una zona conjunta y que se integraran con nosotros en la emisora. Pero no quieren porque querrían estar en las mismas condiciones que nosotros. Estar en las paradas de la capital, por ejemplo, pero eso no se puede porque no lo permite la normativa. Aun así ellos también están desbordados y tampoco son una cantidad grande. Hay dos en Palazuelos, dos en La Granja, dos en San Cristóbal, en La Lastrilla me parece que tres…», apunta el presidente de Radio Taxi.

FIESTAS. Los diferentes acontecimientos culturales y deportivos que se celebran en Segovia –el pasado fin de semana el Hay Festival, la Noche del Patrimonio y la Carrera Madrid-Segovia por el Camino de Santiago– y la demanda de los estudiantes de IE University, usuarios habituales del servicio, completan este paisaje en el que coger un taxi los fines de semana se ha convertido en la nueva odisea. «Entre semana la situación es normal. En este rato que llevamos hablando (treinta minutos) no hemos dado ningún servicio. Los días laborables no hay ningún problema porque el movimiento es normal. Son los fines de semana cuando todo el mundo sale de fiesta. La gente joven usa mucho el taxi, aunque yo creo que va a cambiar y que la gente levantará el pie. En mi opinión cuando se acaben las fiestas de los pueblos, volverá la normalidad. O eso creo», concluye el presidente de Radio Taxi en conversación teléfonica con El Día de Segovia.

Un diplomático que se encontraba de visita en Segovia el pasado sábado trasladó una queja al Ayuntamiento por el servicio recibido, aunque el concejal de Tráfico y Movilidad, Jesús Sanz, explica que el asunto se aclaró con posterioridad y que un asistente del diplomático reconoció haber llamado a un número equivocado. El propio Sanz se muestra comprensivo con la situación que vive el taxi en Segovia en las últimas semanas. «Es que tienen muchísimo trabajo. Yo lo sé por mis hijos, que han estado yendo a las fiestas de los pueblos y era complicadísimo coger un taxi. Hay que tener paciencia porque están trabajando y están haciendo todo lo que pueden porque a día de hoy, en palabras de ellos, no llegan Parece ser que se ha recuperado la actividad a todos los niveles, pero hay que ver si el problema de la subida de precios no se refleja ahora en otoño con todo lo que conlleva».

Según confirma el edil de Tráfico y Movilidad, el Ayuntamiento no se ha planteado por el momento conceder nuevas licencias: «Tendríamos que revisar primero si se puede o no». Para el presidente de Radio Taxi, no es la solución. «Cuando se desborda son momentos puntuales y, aunque metieras diez más, no te harías con el trabajo. Hace dos sábados fui a Salamanca con el taxi y me paraba gente por la calle. Tampoco dan abasto». Visto desde otro prisma constituye un balón de oxígeno tras la pandemia, en la que después de la parálisis casi total provocada por la pandemia, pasaron meses en los que llegaban a estar tres horas sin moverse de la parada ante la ausencia de turistas. «Es trabajo pero también te agobia tenerlo todo a la vez. Es así. Como cualquier establecimiento unos días trabajamos mucho y otros mucho menos, pero en mi caso al menos No tienes las mismas fuerzas para echar hora. Este verano algunos días he terminado destrozado», remacha De Pablos.