De la tradición al presente inmediato

A.M.
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El grupo segoviano Ruin Rapaz lanza una segunda edición de su primer disco en el que aporta una visión diferente sobre la música tradicional

Desde la izquierda, Marina Solís, Rodrigo Muñoz, Germán Herranz, Isabel Zamora y Juanma Moreno.

Posiblemente el grupo segoviano 'Ruin Rapaz' pueda pasar a la historia por haber reinventado la música popular pero con la intención de mantenerla en la más rabiosa actualidad, considerando que la creación sobre un género, ratifica su vigencia lo hace estar vivo. 

Bajo esta premisa, sus cinco miembros, con perfiles vinculados a la música, además de experiencia en la interpretación, formaron la banda, a principios de 2020, para componer a partir de la música tradicional, investigando y experimentando con patrones rítmicos, formas, estructuras y conceptos melódicos característicos del género, pero buscando una sonoridad actualizada. 

Para comprobarlo basta con escuchar su disco, del que acaban de sacar una segunda edición, con catorce temas compuestos y arreglados íntegramente por ellos, que aportan una visión diferente sobre la música tradicional. Se trata de una propuesta que ofrece al público una identificación directa de la tradición más ancestral con el presente más inmediato. Se publicó el 4 de julio de 2021, coincidiendo con la presentación de la banda, y tuvo tanto éxito que se agotaron todos los ejemplares. También lo han lanzado en plataformas como Spotify o Youtube.

Germán Herranz (guitarra y voz), que ha cursado estudios de guitarra moderna y técnica vocal aplicada con el maestro Vicente Fuentes, dedicado a la música de distintos estilos (rock, pop, soul o country), ininterrumpidamente desde los 15 años,  a modo de portavoz,  da las claves del trabajo de 'Ruin Rapaz': «Experimentamos con patrones característicos de la tradición musical, pero solo como inspiración para crear una música nueva, con reminiscencias claras de lo tradicional, dejando un margen para admitir otros estilos como el jazz, el swing, el funk, y especialmente el rock o folk progresivo británico». 

Añade que, además, utilizan instrumentos que no son característicos de la música tradicional, como bajo eléctrico o batería, junto a otros que sí lo son, como panderos, panderetas, castañuelas o almireces. También experimentan con efectos de sonido para la guitarra acústica y afinaciones diferentes a la habitual, para conseguir tímbricas nuevas.

En cuanto a los textos tradicionales, beben de diversas fuentes. Cancioneros como 'Canciones de Castilla la Vieja', de Gabriel María Vergara (1912), la 'Revista de Folklore' de la Fundación Joaquín Díaz, corpus orales de algunas universidades, los libros sobre Folklore Segoviano de Claudia de Santos, Ignacio Sanz y Luis Domingo Delgado, que que editó Caja Segovia, o el  Cancionero de Agapito Marazuela. 

«Pero no son canciones enteras lo que seleccionamos, sino coplas tomadas de un sitio y de otro, para formar una canción nueva. Elegidas por temas, por métrica, o directamente porque nos gustan y decidimos musicarlas. A veces incluso nos permitimos modificarlas, y poner o quitar sílabas para que encajen donde queremos. Y… ¿por qué no?», admite Germán Herranz.

Le acompañan en el proyecto –que les funciona de maravilla–  Rodrigo Muñoz (batería y percusión), batería del Nuevo Mester de Juglaría, entre otros grupos, y profesor titular de la Escuela Superior de Música Creativa de Madrid; Marina Solís (violín, voz y percusión),  título superior de violín, con escuela propia en Segovia; Juanma Moreno (bajo), grado profesional de guitarra y elemental de piano, alumno directo de Agapito Marazuela, coautor de su biografía para el Diccionario biográfico de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, de la cual es académico numerario, e Isabel Zamora               –Ababa– ( voz, percusión y melódica) grado profesional de piano, titulada en Magisterio en la especialidad de música, músico de la compañía teatral Nao d´amores participando en todos los espectáculos desde 2003.

José Miguel López (Discópolis) los define como «un extraordinario quinteto que debuta con un disco totalmente discopolita» de «folk progresivo de chavales y chavalas a las que les gusta King Crimson. Apuntadlo».