Hostelería y comercio recaen con la crisis de precios

David Aso
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Los hosteleros advierten «un bajón del 30 o 40% en la caja» de las últimas semanas, los comerciantes destacan el agravamiento de la situación del negocio no esencial y las reservas hoteleras se ralentizan. Los dos sectores aplicarán más subidas

Hostelería y comercio recaen con la crisis de precios - Foto: Rosa Blanco

Bares, restaurantes y comercios no esenciales de Segovia acusan un nuevo bajón en sus negocios coincidiendo con el agravamiento de la escalada de precios de las últimas semanas, acelerada a partir de la invasión rusa de Ucrania. Se sigue advirtiendo sobre todo en los supermercados, donde el aceite de girasol se lleva la palma con subidas por encima del 50%; y en los paneles de las gasolineras, que reflejan incrementos del 40% desde el 23 de febrero, mientras aumenta el uso de los autobuses urbanos e incluso de los taxis, un sector muy tocado pese a todo, dado que sus gastos suben más. «Al final casi igualan los ingresos y a este paso saldrá mejor no salir a trabajar», lamenta el presidente de la asociación Radiotaxi de Segovia, Juan Manuel de Pablos.

En paralelo van llegando a los hogares, igual que a las empresas, las peores facturas de invierno de luz y gas de la historia, que no hacen más que ahondar en la pérdida de poder adquisitivo de todos. Se hace notar así la contención general de los gastos que cada cual considera prescindibles, al tiempo que cunde el pesimismo entre hoteles que ven ralentizarse las llamadas para reservar alojamiento. 

¿Son indicios de otra recaída del turismo en puertas de la temporada alta? Está por verse, pero el alcázar, que suele ser la referencia más habitual a la hora de tomar el pulso al sector, registró la semana pasada su cifra más baja de visitas de las últimas cinco: contabilizó 3.086, frente a 3.439, 5.228, 3.347 y 3.322 en las semanas anteriores. Cierto es que, aparte de la escalada de precios, al turismo también le influyen otras cuestiones como la propia meteorología, que no ayuda ahora; pero el pasado domingo salió soleado y se quedó en 1.340 visitas, también por debajo de los cuatro anteriores. 

Otra referencia, el centro de visitantes del Azoguejo, registró 1.356 entradas durante el fin de semana del 5 y 6 de marzo (último con datos oficiales), un 27% menos que en el anterior (1.872 el 26 y 27 de febrero), si bien esa caída se debe también a que aquel último fin de semana del mes pasado se vio favorecido por ser festivo el lunes 28 en Andalucía.

El presidente de la asociación Alojamiento, Hostelería y Turismo de Segovia (Hotuse), Jesús Castellanos, advierte en cualquier caso de un «serio bajón» en las últimas semanas. «Esto nos está destrozando. Después de que enero fuera complicado pero febrero mejorase hasta ser un mes normal, como los de antes de la pandemia, llevamos dos semanas en los que la actividad ha bajado muchísimo y parece que iremos a peor», afirma. Tampoco tiene dudas de la relación entre el acelerón de la crisis de precios y el frenazo de su sector. «Estamos viendo que además somos una sociedad que no está preparada para sustos: esquilamos los supermercados, vaciamos todo como si se fuera a acabar el mundo y claro, nosotros que al final vivimos de que la gente esté en la calle, eso que se está gastando de manera compulsiva no se lo gasta en nuestros establecimientos», opina. «Si además añadimos lo que ha subido la gasolina, teniendo en cuenta que el 90% de la gente que viene a Segovia lo hace en su coche... Ahora se lo piensa dos veces, así que todo eso lógicamente nos afecta, y nos está repercutiendo en un descenso del 30 o 40% en las cajas», asegura. Por el bajón de clientes de fuera, que lógicamente se nota sobre todo en la recaudación de los fines de semana, y de la clientela local, que de lunes a viernes es la que sostiene la hostelería y Castellanos dice que también ve menos.

«Muchos hosteleros nos trasladan que se están planteando cerrar por las tardes de domingo o lunes a jueves, y no es para menos», avisa. «Tú tienes una cocina abierta con uno o dos cocineros, el gas encendido, la luz puesta... Haces cuentas y es que ahora mismo deberíamos cerrar todos los restaurantes de Segovia a las cinco de la tarde. Haces números y no sale rentable, aunque al final tienes vocación de servicio, y como empecemos a cerrar, te arriesgas a que al final el público de fuera se vaya a otras ciudades que están abiertas siempre. Tenemos que tener cuidado con eso, pero si nos ponemos pragmáticos y nos sentamos con la calculadora, hay muchísimos días que tendríamos que estar cerrados muchas horas», insiste.

Por la parte hotelera, el director del Cándido, Alberto López, aprecia que las ofertas no reembolsables le han ayudado a mantener altos niveles de ocupación para la temporada actual, «pero sí que parece que se ralentizan las reservas», avisa. Casualmente es el mismo verbo que utiliza su colega del Corregidor, Jordi Varas: «El fin de semana pasado estuvimos con algo más del 90% de ocupación, pero para éste que viene puedo estar en el 65 o 70%, y se están ralentizando las reservas. Es verdad que el tiempo influye, pero son cifras que ya empiezan a preocupar».

COMERCIO. El presidente de Fomento de Empresas de Comercio (Fecose), Roberto Manso, tampoco transmite optimismo precisamente en su balance de situación. «Las cajas están desastrosas. Depende también del sector, porque el de alimentación va bastante bien o al menos normal, pero los que no son de primer necesidad, con los que he hablado, están todos desesperados», apunta en alusión a negocios de «souvenirs, textil, zapaterías o peluquerías», entre otros.

La mayoría del comercio suele comprar su producto «con bastante antelación» y, según Manso, la subida de las últimas semanas no ha llegado todavía a los precios de venta al público, «pero cuando se acabe el stock habrá que aplicarla», igual que también los hosteleros auguran una nueva subida, del 15%, si la situación no mejora de aquí a Semana Santa. Además, en previsión de que la escalada dure meses, Manso señala que muchas tiendas están haciendo acopio ahora. «Yo mismo he adelantado a febrero la compra del material para la campaña escolar, que normalmente no la hago hasta mayo», cita como ejemplo. Habrá quien dude sobre esperar por si bajan los costes pero, a juicio del presidente de Fecose, «es una apuesta segura pensar que van a estar subiendo al menos hasta el verano».

De hecho, Manso teme además que los precios ya casi no bajen: «En cuanto empiecen a remitir los costes el Gobierno subirá más los impuestos, en lugar de preocuparse por toda la gente que está en el límite, con lo cual no nos dejarán ese margen. Al final no me extraña que muchos digan apaga y vámonos, es desmoralizante», concluye.

El presidente de la Federación Empresarial Segoviana, Andrés Ortega, se muestra todavía más pesimista al destacar que la crisis de suministros y subida de materias primas que ya empezó el año pasado, lejos de moderarse en el segundo semestre, que es lo que se esperaba a, se puede prolongar mucho más tiempo: «Ya nos lo decía el lunes Lorenzo Amor», el vicepresidente de CEOE y presidente de la Asociación Nacional de Trabajadores Autónomos, que mantuvo un encuentro en Segovia con representantes de FES. Según reseña, les advirtió de que «el problema de la falta de suministros y los precios de la energía va a continuar hasta septiembre de 2023».

La curva de escalada de precios de los carburantes sí que se ha invertido ligeramente en la última semana hasta rebajarse un poco. El diésel, concretamente, se disparó de 1,50 euros por litro el 23 de febrero (víspera del estallido de la guerra en Ucrania) a 1,855 el viernes 11 de marzo (35 céntimos más), y el miércoles bajaba a 1,825 de media en las estaciones de servicio de Segovia, según la estadística publicada este jueves por el Ministerio de Transporte. La gasolina 95 estaba en 1,881, 26 céntimos por encima de su precio medio del 23 de febrero (1,617); y a 1,998 la 98, que alcanzaba los 2,069 en una estación de Grájera.

«El jueves de la semana pasada (10 de marzo, víspera de los precios máximos de venta al público registrados hasta ahora en diésel y gasolina 95) pagué la cisterna más cara de la historia, y me costó 13 céntimos más por litro de lo que me habría costado el día anterior», afirma el presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Segovia, Luis Miguel González. «Los márgenes los hemos reducido al mínimo y hay días en que vendemos a pérdidas». Pero lo peor es «no saber dónde está el techo». Coincide por ello con hosteleros, comerciantes y empresarios en demandar que se bajen cuando antes los impuestos sobre los carburantes aunque sea de manera provisional, dado que «representan el 50% del precio de venta y la situación es muy grave». El Gobierno se ha comprometido a hacerlo el 29 de marzo, pero todavía debe concretar en qué medida. ¿Y ya se nota una bajada del consumo de carburante por quienes pueden permitirse dejar el coche en casa? «Es pronto para decirlo, pero estoy seguro de que va a pasar», responde.

TRANSPORTE. La concejala de Seguridad, Raquel de Frutos, apunta que «de momento no se percibe un menor uso del vehículo privado que pueda ser achacable de forma clara a la subida de los carburantes». «En horas de entrada y salida de colegios y centros de trabajo se ve lo habitual, y sí que bajó un poco el fin de semana pasado con respecto a los anteriores, pero también coincidió que hizo mal tiempo», apunta.

En Radio Taxi, mientras, han registrado un notable incremento de los servicios atendidos desde la centralita: en febrero repartieron una media diaria de 477 carreras por jornada (13.365 en todo el mes), y en marzo han subido a 552 (8.293 del 1 al 15). «Como dato curioso, se ha incrementado mucho la demanda en dos franjas concretas: mediodías y sábados noche». De hecho, han decidido poner turnos para reforzar la cobertura de esos servicios, pero aun así reconocen que «hay momentos puntuales complicados».

Los autobuses urbanos, por su parte, han pasado de 56.509 viajeros entre el lunes 14 y el domingo 20 de febrero) a 59.158, 57.023 y 59.139 en las tres semanas siguientes. Son 2.630 de diferencia entre la primera y la última semana; 375 viajes extra por jornada o casi un 5% más. Nuevos motivos en estas fechas para tirar más del transporte público y menos del privado para quien se lo pueda permitir.