La Junta recupera el 'Tratado de Cabreros del Monte'

SPC
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Firmado en 1206 entre Alfonso IX de León y Alfonso VIII de Castilla, fue el primer documento regio escrito íntegramente en esa lengua romance

El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, presenta el libro 'Tratado de Cabreros del Monte'. - Foto: Rubén Cacho (Ical)

El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, presentó hoy la edición crítica del 'Tratado de Cabreros del Monte', un volumen elaborado por los profesores José Manuel Ruiz Asencio, José Ramón Morala y Félix Martínez Llorente, con prólogo escrito por el propio consejero cuando ocupaba el cargo de director del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua. El libro, que toma el relevo de otras obras de investigación promovidas por el Instituto como los Cartularios de Valpuesta, el Fuero de Brañosera o el Cartulario Gótico de Cardeña, es a juicio de Santonja "un documento esencial para la historia de nuestra lengua universal, el castellano, porque es la primera vez que una institución regia escribe un documento íntegramente en esta lengua romance". 

El tratado se firmó el 26 de marzo de 1206 en el municipio vallisoletano de Cabreros del Monte, para sellar el fin de las disputas existentes entre los reinos de Castilla y de León por la posesión de las fortalezas que habían constituido la dote de la reina Berenguela de Castilla (valoradas en alrededor de un millón y medio de euros), hija de Alfonso VIII de Castilla y esposa de Alfonso IX de León, de quien el monarca leonés se había separado en el año 1204. El tratado, que restableció además al infante Fernando III como heredero, según explicaron los autores, está redactado íntegramente en castellano. Algo que supone toda una anomalía para la época, ya que en los años anteriores y posteriores a esa fecha los diplomas reales castellanos y leoneses se escribían en latín. 

En su intervención, recogida por Ical, Santonja señaló su "convicción" de que este tipo de documentos hay que estudiarlos desde perspectivas unidisciplinares. "Hay que partir de una transcripción paleográfica inobjetable, fijar esa transición, y a partir de ahí montar un estudio paleográfico, estudiarlo desde una perspectiva histórica y desde la lexicografía. Durante la actual legislatura seguiremos abordando las ediciones sobre los orígenes del español, ese terreno tan apasionante y al mismo tiempo tan rocoso", recalcó.

Según comentó, cuando el ILCYL publicó el Fuero de Brañosera se dieron cuenta de que hay muchas personas interesadas en estas cuestiones, pero a quienes les plantea problemas enfrentarse a una versión genuina y una transcripción paleográfica. Es por ello que emprendieron entonces la labor de realizar adaptaciones al castellano actual. Además, en esta ocasión la publicación incluye un código QR que permitirá a los lectores acceder a las láminas originales, para consultar la versión primigenia del texto. 

Un trabajo colectivo

En la presentación del volumen, fruto de una "gestión colectiva" en palabras de Santonja, también intervinieron los tres autores de la investigación. Así, Ruiz Asencio, catedrático en el Departamento Prehistoria, Arqueología, Antropología Social y Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Facultad de Filosofía y Letras de Valladolid, explicó que el 'Tratado de Cabreros del Monte' ha tenido varias ediciones a lo largo de la historia, la primera de ella de 1717.

El autor del manuscrito original fue el gallego Pedro Pérez, "un personaje de una talla intelectual grande", que ejerció como notario y canciller, antes de ser nombrado obispo de Salamanca en 1248. "El documento estaba escrito en un castellano tan perfecto, con escritura gótica, y abordaba temas que nunca antes se habían tocado, que invitaban a situarlo más cerca de 1230 o de 1240 que de su fecha real", expuso.

Por su parte, Martínez Llorente, profesor de Derecho Penal e Historia y Teoría del Derecho de la Universidad de Valladolid, subrayó que el 'Tratado de Cabreros del Monte' es "un texto novedoso," por el periodo en que se enmarca, que fue muy problemático, con controversias entre los reinos de Castilla y de León. "Establecía un antes y un después de las relaciones entre ambos reinos, y la restitución como heredero al trono de Fernando II, que es el gran protagonista del documento, aunque en ese momento fuera un invitado tangencial. Quien preside el tratado es su madre, doña Berenguela, que pasa a tener un reconocimiento por parte de su esposo, frente a la controversia que había surgido con la reprobación del papa Honorio III, que decretó la excomunión de ambos cónyuges".

"Desde el punto de vista jurídico y constitucional es un tratado singular. Lo más destacable de su contenido es que hay una legitimación del patrimonio de arras que se le había otorgado por su esposo con ocasión del matrimonio disuelto, y que el rey le va a confirmar a su esposa como lo había hecho en 1199, contraviniendo así la reprobación del papa. Además se recupera al infante con tal denominación, que se le había eliminado, al considerase como espurio. Esta legitimación de don Fernando es clave", detalló.

El tercer autor de la edición crítica, el catedrático de Filología Hispánica en la Universidad de León, José Ramón Morala, envió un vídeo al encontrarse fuera de España en un congreso, y señaló que se trata de "un documento de especial relevancia, en el aspecto histórico y filológico y lingüístico". "No sabemos a ciencia cierta por qué razón lo escribieron en castellano y no en latín, que era la lengua oficial. Quizá el motivo sea perentorio, debido a la premura de tiempo", explicó antes de recordar que existen dos muestras del Tratado, el original, que está depositado en el Archivo de la Catedral de León, y una copia que se conserva en el Archivo de la Corona de Aragón.