Castilla y León, despoblación. Nos estaremos quedando solos, pero no estamos sólos en esto. ¿Nos damos cuenta? Si acaso no, digo que: Croacia (preside la Unión Europea este semestre) es un país que padece este contratiempo muy severamente, lo mismo que Bulgaria, Polonia, Ucrania. Y Croacia lo ha declarado el problema principal de todos los que tiene la vieja Europa. Baja natalidad, libertad de movimientos, elevados índices de desempleo, sueldos a la baja: todos factores que contribuyen a deteriorar los saldos poblacionales de países y regiones.
¿Sabremos aprovechar la circunstancia de la presidencia croata y tratar de tematizar el semestre con éste que es nuestro asunto capital, considerando que tenemos en Teresa Ribera una vicepresidenta para el Reto Demográfico? O, por el contrario, nos apalancamos en la batidora del acaecer trivial, placebos, cortinas de humo, entretenimientos ideológicos de problemas sin duda importantes pero no sustanciales.
En las sociedades que pierden habitantes la productividad baja, se incrementan sus costes y sobre todo, pierden lo que de intensidad creativa y fortaleza pueden tener aquellas otras son capaces de rotar en población. Y la caducidad de estas mismas sociedades las aboca, nos aboca, a una incertidumbre adversa para el dinero. Sabemos perfectamente que hay inversiones que no llegan porque no hay suficiente mano de obra para sostenerlas.
Sería conveniente que se abordara este debate sin partidismos y con altura de miras. Es lo mejor que puede hacer una vicepresidencia etiquetada con ese factor como encomienda y es el modo adecuado de enfocar la presidencia croata de la Unión. En Castilla y León este zapato aprieta y aprieta más que ningún otro, para que nos vamos a engañar.