Aurelio Martín

UNA COL

Aurelio Martín

Periodista


No hay médicos

23/02/2020

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha mostrado un panorama desolador de falta de médicos en atención primaria y pediatras en Segovia, el más negro del conjunto de la Comunidad, pero con problemas, en general, en todas las zonas de salud de la provincia, lo que no deja de ser preocupante por lo que supone una merma en la calidad de la asistencia, con profesionales pasándose también de horas, supliendo libranzas o vacantes, que termina por repercutir en el usuario. Los datos son precisos,  el Colegio de Médicos pone de manifiesto que tenemos la ratio de médicos por número de habitantes más baja de Castilla y León, con 434 profesionales, de los que 249 corresponden a asistencia hospitalaria, y 185 a medicina familiar.    
Bien conocen los médicos que lo mejor para un tratamiento es hacer un buen diagnóstico, por lo que hay que valorar la actitud de Casado a la hora sacar a la luz una situación preocupante, que debería de ser el primer objetivo de la Administración y los partidos, un pacto, porque estamos hablando de la calidad de vida de los ciudadanos. Máxime si tenemos en cuenta que, si ahora hacen falta en torno a 50 profesionales, dentro de cuatro años, la cifra ascenderá a 150. Los recortes presupuestarios, unido a que hay otros hospitales más atractivos, hasta el punto de que residentes que se forman en Segovia reciben mejores contratos y mayor estabilidad en otros lugares, han provocado una situación que es preciso atajar de forma urgente.  
Hay que analizar la eficiencia de la propuesta de concentrar servicios en unidades asistenciales básicas, como proponen desde la organización profesional, lo que el Gobierno regional denomina Consultorio Rural Agrupado (CRA), pero hay que resolver otros problemas, como un adecuado servicio de transporte, facilitando el acceso de los pacientes a los núcleos rurales y también que funcionen las redes de comunicación. 
No debe existir marginación a  ningún ciudadano para el acceso al derecho a la sanidad, cuando, además, los núcleos más pequeños, son los grandes perdedores de la nueva campaña de extensión de Internet. 
Parece compleja la solución del llamado ‘modelo nórdico’ con un sistema de geolocalización en áreas de baja cobertura sanitaria, aunque no sea nunca sustituto de la actividad de los profesionales, un método que permita a un grupo de vecinos –red de colaboradores de los municipios– , actuar ante una situación de urgencia durante el tiempo que tarde en llegar el equipo sanitario. Se trata de implantar una intervención rápida por parte de las personas más cercanas que en muchos casos puede ser vital para la supervivencia o las secuelas, en especial en el caso de enfermedades donde el tiempo es crucial,  como un ictus o un infarto.
En el papel puede parecer efectivo pero, dada la edad de los habitantes de los municipios, y el escaso número de vecinos, en la práctica, será muy difícil formar a miembros de esta red con al agravante de ver qué nivel de responsabilidad tiene quien acude a un primer auxilio y ocurre la desgracia de que muera el afectado por la dolencia.