Personas que uno tiene por bastante interesadas en estos asuntos, en algunos casos hasta podrían ser consideradas frikis de la política, ya han desconectado. Prefieren esperar al resultado final, el que depara en las próximas horas o días la constitución de las nuevas corporaciones locales y los gobiernos autonómicos y nacional. Sospechan que cuanto decimos los medios de comunicación poco o nada tiene que ver con la realidad. Que las declaraciones de los políticos en las dos últimas semanas disfrazan cuanto se habla en reuniones secretas y silenciadas, directamente o a través de correveidiles. Que los pactos que se sustancian atienden más a estrategias de partido o reparto de cargos y cargas que a los intereses de los ciudadanos. Una confusión deliberada que está resultando más compleja por la acumulación de los procesos electorales y los consiguientes vínculos de intereses. En ocasiones contradictorios.

Este es el curioso caso que se da en León, donde la elección de alcalde en la capital se pospone hasta el 5 o el 31 de julio, según se sustancie el proceso judicial abierto por VOX y el PP. Ambos partidos pretenden que el Tribunal de Justicia de Castilla y León o el Tribunal Constitucional, en última instancia, enmienden la plana a las juntas electorales de Zona y Central, que han dictaminado la ausencia de representación de la ultraderecha en el Ayuntamiento de la capital, algo que en teoría representaría la continuidad del alcalde, Antonio Silván. El concejal en disputa pertenece ahora a la UPL, partido que ha anunciado la abstención para permitir que el nuevo alcalde de León sea el socialista José Antonio Díez, como cabeza de la lista más votada. El concejal leonesista Sendino ha criticado duramente al PP por una estrategia judicial que califica de “vergonzosa, indignante y deleznable”, que no compartió inicialmente el presidente provincial de los populares, Martínez Majo, aspirante a la presidencia de la Diputación, cargo que solo podrá revalidar, curiosa coincidencia, con el beneplácito de la UPL en la Corporación Provincial. Intereses cruzados acaso para aspiraciones vanas.