Jesús Quijano

UN MINUTO MIO

Jesús Quijano

Catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Valladolid


A toro pasado

24/06/2019

No sé yo qué impresión se les haya quedado a ustedes tras la constitución de los ayuntamientos y la elección de los alcaldes, que ha sido un tanto azarosa, no exenta de sorpresas de última hora y, por lo que se va viendo en bastantes lugares, resuelta con cierta provisionalidad y de manera incompleta. Pues ya les digo que a mí no me ha quedado muy buena impresión. Tal vez sea que muchos de nosotros, con nuestras experiencias y nuestros antecedentes, tenemos una visión un tanto peculiar del funcionamiento de las instituciones y de los acuerdos políticos, y hay cosas que nos chocan cuando no vemos claro que una determinada decisión obedezca a la lógica. Será eso, que tenemos un sentido de la coherencia que ya no se lleva; pero es el nuestro.
En primer lugar, ha habido unos cuantos acuerdos, o decisiones sin acuerdo previo, de esos que en la jerga jurídica llamaríamos ‘colusorios’. Un pacto colusorio es, por definición, un pacto negativo; se hace entre dos o más, sin necesidad de que tengan entre sí alguna afinidad o cercanía, simplemente en perjuicio de un tercero, o sea, contra otro, que normalmente hubiera sido el elegido de no haberse producido el pacto en su contra. No es de recibo que esto ocurra, pero no es raro que ocurra.
Hay luego otra perversión de la política: en el contexto de otra operación de mayor alcance, y como compensación o moneda de cambio, se termina por hacer alcalde, o lo que fuere, a alguien con escasa representatividad en el voto ciudadano. Ya sé que se trata de sumar concejales hasta que dé mayoría, como en el caso anterior. Y a mí no me repugna que, habiendo dos con poca diferencia entre sí, y ambos con elevada representatividad, un tercero incline la balanza en favor del segundo, si tiene con él más afinidad. Hasta ahí puede ser razonable; pero lo otro, promover a un tercero muy alejado para que éste supere al primero con el apoyo del segundo, no creo que sea un ejemplo. No me parece muy respetuoso con la voluntad electoral.
Pues de todo eso, y más, ha habido. Será que la nueva política es así, o que algunos estamos un poco antiguos. O las dos cosas a la vez, vaya usted a saber.