Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Ha nacido una estrella

05/05/2021

Ha sido un éxito incuestionable, impresionante, rotundo. Isabel Ayuso podrá gobernar sin necesidad de los votos de Vox, ha logrado más escaños que la suma de la izquierda.

Una auténtica proeza, más aun teniendo en cuenta su corta experiencia de gestión cuando llegó a la presidencia de la Comunidad de Madrid sin ganar las elecciones, y más aún cuando desde Moncloa se intentaron torpedear todas las iniciativas que promovía para aliviar las consecuencias de la pandemia en Madrid. Ese enfrentamiento con el gobierno, ese plantar cara a Pedro Sánchez, ha sido determinante para Isabel Díaz Ayuso, DIA, como la llaman sus adversarios: mantener abierto Madrid, sus negocios hosteleros y sus comercios, y activa su vida cultural, provocó una avalancha de votos como premio a su valentía. Pero, también, provocó un importante rechazo al Psoe, y más que al Psoe, a su secretario general y presidente de gobierno, Pedro Sánchez.

Se equivocaría Pablo Casado si pensara que el éxito de Ayuso le abre las puertas de La Moncloa para ser presidente en un par de años. Isabel Ayuso ha hecho su trabajo y los madrileños le han puesto de nota un sobresaliente, incluso una matrícula de honor, pero que hayan votado masivamente a Ayuso no significa que lo vayan a hacer a Pablo Casado. Tendrá que cambiar mucho de estrategia y de equipo, y reflexionar sobre cómo encaran él y la llamada “renovación” del PP, para que votantes de otros partidos que ahora han confiado en Ayuso, o incluso votantes que tradicionalmente se han inclinado por el PP, decidan dar su voto a un Pablo Casado que a pesar de su buena voluntad no acaba de acertar en la dirección de su partido.

Mónica García y Errejón son las nuevas figuras a tener en cuenta tras estas elecciones. Figuras con futuro en al menos en la campaña electoral se han presentado como un partido con tintes similares a los de la nueva izquierda europea, que han moderado su antigua radicalidad y han tomado como referencia la causa ecologista que está provocando una nueva forma de hacer política en el escenario internacional, con capacidad para pactar con partidos socialdemócratas e incluso conservadores. Podría ser una opción para Más País … Aunque también tienen la opción de mantenerse en la línea radical y hacerse con gran parte de la militancia e Podemos. Serán Errejón y el nuevo referente de su partido, Mónica García, los que decidan. No estaría mal que buscaran la ayuda de Carolina Bescansa, amiga de Errejon en tiempos, y que salió de Podemos escaldada por las formas de Pablo Iglesias. Bescansa es una experta en sociología política y conoce como nadie los movimientos actuales.

En el capítulo de perdedores el Psoe se ha llevado la palma. O más bien habría que decir Pedro Sánchez, que eligió el candidato sin primarias, le impuso una lista, le impuso un jefe de campaña que la dirigía desde Moncloa, Iván Redondo –Jefe de Gabinete del Presidente- le impuso el programa y, encima, no dudó Sánchez en hacer política desde el gobierno sin tener en cuenta que perjudicaba a su “protegido”. Ha destrozado la biografía de un hombre muy respetado, Angel Gabilondo, anteponiendo sus propios intereses, los de Sánchez, a los del candidato. No ahora, pero con toda seguridad los votantes del Psoe le pasarán factura a su secretario general por los errores inconmensurables cometidos contra los españoles, que son incontables y muy graves, pero sobre todo por cómo ha dañado a un hombre que aceptó una candidatura que no quería, y que fue engañado en su buena fe nada menos que por el presidente de gobierno. Al que debía la lealtad que Sánchez no ha tenido con él.

Ha merecido Sánchez el justo castigo a su comportamiento con Gabilondo, con el partido y con la buena gente del Psoe que aún pensaba que a pesar de lo que decían maliciosos periodistas, su secretario general tenía principios. No se han visto en su manera de abordar las elecciones madrileñas, sino todo lo contrario. Un comportamiento así merece que se refleje en urnas cuando se celebren nuevas elecciones. Por no mencionar que un comportamiento así tendrá también consecuencias en el escenario internacional en el que tanto le gusta moverse al presidente español. El resultado de las elecciones madrileñas no ayudará a que Biden coja un teléfono para mantener una primera conversación, la que Sánchez aguarda desde que el presidente americano fue elegido hace seis meses, ni ayuda tampoco a que en Bruselas se levanten los recelos que hoy provoca el presidente español, que, entre otras cosas, no ha dudado en manejar espuriamente el contenido del proyecto sobre los fondos de recuperación que ha enviado a las autoridades comunitarias, para intentar captar votos para su candidato madrileño.

Tampoco sale bien parado Pablo Iglesias. Le ha doblado en votos quien había sido su brazo derecho, Íñigo Errejón pero, además de eso, que es poco grato para un ególatra como el todavía máximo dirigente de Podemos, ha dado un salto cualitativo en el escenario de la izquierda un partido que puede llevarse un importante porcentaje de votos que hasta ahora eran de Podemos. Votos de los muchos desencantados con Iglesias, con su soberbia, con sus chapucerías económicas, con su afán de llevar una vida diametralmente a la que defendía cuando fundó Podemos, y que además ha pasado por el gobierno central sin pena ni gloria. Como no lo arregle Yolanda Díaz, la historia de Podemos será muy breve, apenas 5 años. No por falta de entusiasmo de sus muchos seguidores, sino por el demérito, o los muchos deméritos, de su máximo lider y fundador.

En cuanto al tercer perdedor de la contienda, Ciudadanos, se veía venir desde que Rivera, llevado por su animadversión a Pedro Sánchez –justificada, con razón no lo consideraba un hombre fiable- decidió no compartir gobierno con el dirigente socialista. Esa decisión provocó el gobierno de coalición con Podemos que ha tenido tan graves consecuencias para los españoles. Arrimadas puso toda su buena voluntad para mantener el equilibrio entre derecha e izquierda, pero cometió otro error monumental al apoyar una moción de censura en Murcia que a su vez provocó el adelanto electoral de Madrid.

Ciudadanos presentó un gran candidato, Edmundo Bal … pero el mal ya estaba hecho, la fuga de militantes disparada y el crédito de Ciudadanos por los suelos. A Inés Arrimadas le va a costar reconstruir el partido, pero en política nunca se pueden hacer predicciones de futuro. Hay quien apuesta que la historia acabará con una fusión con el PP,

Las elecciones madrileñas han tenido el resultado previsto por los analistas: triunfo arrollador de Ayuso –las encuestas, en enero, le daban 22 escaños- , descalabro de Psoe y de Podemos en menor grado, y situación insostenible para Ciudadanos. Nueva demostración de fortaleza de Vox y aparición de un partido que parecía irrelevante, Más Madrid.

Sin ninguna duda, las consecuencias de estas elecciones se verán en el resto de España a medio plazo. En algunos casos, a muy corto plazo. Lo que toca ahora es esperar.