Isaías Lafuente

CRÓNICA POLÍTICA

Isaías Lafuente

Escritor y periodista. Analista político


Derechos restringidos

05/12/2019

Un profesor de Derecho Constitucional, Marcos Criado, ha compartido estos días en las redes sociales su frustración como docente. Cada año pone a sus alumnos una práctica en la que les pide que redacten un pequeño proyecto de ley y las respuestas obtenidas este año en los trabajos "le han dejado frío", según sus propias palabras. Muchos de esos proyectos proponen la reintroducción de la pena de muerte, la negación de la sanidad o la educación básica a inmigrantes, la eliminación del tercer grado penitenciario, la prohibición o ilegalización de partidos secesionistas, el derecho a utilizar armas contra los okupas, o la limitación del aborto estableciendo la obligación de parir a cambio de una indemnización.

Concluye que "no somos conscientes del terrible daño que la manipulación de la información en las redes sociales -su principal fuente de información- está produciendo en los jóvenes". Aunque no elude su responsabilidad al no haber sido capaz de transmitir el valor de los derechos constitucionales que, puestos a reformar, deberían ampliarse y no restringirse, dando marcha atrás al reloj de la historia. Cuenta que los jóvenes se sienten amenazados por un mundo convulso y la solución que encuentran es limitar o eliminar drásticamente todo lo que les amenaza. Y sostiene que esos miedos que perciben y las soluciones que aportan para conjurarlos son inducidos. La verdad es que no cuesta mucho identificar en esos proyectos imaginados ideas o propuestas lanzados en los últimos meses desde la creciente ultraderecha que, analizados los resultados de las pasadas elecciones, ha tenido un importante caladero entre los más jóvenes en las últimas elecciones.

Así que puede que todo lo que nos cuenta este veterano profesor con más de dos décadas de docencia a sus espaldas sea sólo una circunstancia coyuntural que se desvanezca con el paso del tiempo. Pero puede ser también un inquietante síntoma de un viraje ideológico entre quienes hoy sólo juegan a imaginar drásticas normas fuera de los límites constitucionales pero que un día serán los que hagan leyes de verdad y nos gobiernen. Y no deberíamos despacharlo como simple anécdota.