Yo esperaba que iba a ser un proceso de tres-cuatro días, que no iban a empezar tan pronto a blanquear la Superliga… Pero no, lo han hecho a calzón quitado. Como Real Madrid y Barcelona 'gobiernan' en los principales medios de comunicación del país, como han ido copando el 75% de la información (y me quedo corto), como la mayoría de redacciones, emisoras y cadenas de televisión tienen sus sedes allá donde juegan los dos gigantes, como quienes hablan y escriben ya lo hacen con la bufanda puesta y siempre son sus dos bufandas, apenas día y medio después del 'golpe de estado' de Florentino y Agnelli al fútbol ya nos vendían las virtudes y justificaciones del torneo: de la entrevista-masaje al 'dios' Pérez («Venimos a salvar el fútbol» como titular), las opiniones favorables de Klopp o Benito o un abogado (especialista en fútbol, decían) que tenía ahí colgado un discurso tipo «se acabó la gallina de los huevos de oro para la UEFA» y decenas tertulianos con frases como «Florentino estuvo valiente», «es innegable que los grandes tienen un punto de razón» y extrañas defensas de un formato milmillonario, superlucrativo e irrechazable.

El resto del mundo debe estar equivocado. Un clamor popular pocas veces tan unánime recorre Europa. En este país, y resumo mucho la película, ni Barça ni Real Madrid han preguntado a sus socios (supuestos dueños del club) si querían o no Superliga, y el tercero en cuestión, el Atleti, es un equipo rescatado sistemáticamente de los infiernos económicos. 17 clubes de Primera y mil de otras categorías perjudicados. ¿Van a conseguir blanquear, por mucho que copen el discurso, un engendro frente a algo tan arraigado como el sentimiento futbolero por unos colores? Claro que no, porque si tienes que ver a tu equipo jugar siempre contra los buenos, es posible que no te guste mucho tu equipo… pero lo que es seguro es que no te gusta el fútbol.