Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Iglesias, callado como un muerto

02/07/2020

Lenguaraz como pocos, de los que no pierden oportunidad para herir con su verbo, Pablo Iglesias lleva cuatro o cinco días callado, aunque en cualquier momento puede hacer declaraciones solo para quitar la razón a quienes hacen cábalas sobre su silencio. Pero cuando se escriben estas líneas Iglesias Turrión –a los socialistas pata negra les gusta llamarle Pablo Iglesias Turrión para diferenciarlo del fundador- está callado como un muerto, probablemente para no echar más leña al fuego en el que ya arden decisiones suyas que lo descalifican como persona más que como político.

El caso Dina echa abajo el crédito de Iglesias. Pretendió aparecer como víctima de una operación oscura y resulta que el oscuro era él mismo. Lanzó acusaciones a diestro y siniestro y también resulta que el que tuvo una actitud siniestra fue él mismo, reteniendo una tarjeta de móvil que estaba obligado a entregar de forma inmediata a su propietaria, acusando a otros de retenerla con ocultas intenciones. Cuando finalmente se la dio a Boussenhalm estaba dañada. El que la manipuló buscaba que no se conociera su contenido, que por un lado afectaría a la intimidad de su propietaria y por otro, al quemarla protegía a Iglesias de la posibilidad de que trascendieran conversaciones suyas que le provocarían serios problemas.

El silencio de Pablo Iglesias no tapa lo que se advierte desde hace mucho tiempo en el líder de Podemos: su profundo, inconmensurable machismo. Es de dominio público que promociona de forma descarada a quienes son sus parejas, mientras condena al ostracismo a quienes dejan de serlo. Queda para la posteridad aquella fotografía de Tania Sánchez relegada al llamado gallinero del Congreso de los Diputados cuando dejó de ser la novia de Iglesias, perdiendo la capacidad de maniobra que hasta entonces tenía. Poco después Irene Montero era nombrada portavoz del grupo parlamentario al mismo tiempo que se confirmaba su rumoreada relación sentimental con Pablo Iglesias.

Dina Boussenhalm tuvo influencia mientras fue la asistente de Pablo Iglesias en sus tiempos de eurodiputado. Ahora, descubierto el pastel de la tarjeta robada, entregada a Iglesias y no devuelta por él a su propietaria hasta meses después, lo que ha provocado una investigación judicial, en la que se incluye que el fiscal del caso ha pasado a la abogada de Iglesias información que no podía dar, Iglesias ha reaccionado de la peor manera: ha prescindido de su abogada y, además, algo tiene que ver con que Boussenhalm cambiara su primera declaración ante el juez, salvando así a Iglesias de una situación imposible que podría ser delictiva. A Boussenhalm, además, la ha “premiado” con un periódico digital para el que Iglesias ha pedido colaboración en euros a los simpatizantes del partido.

Como político ha demostrado que sabe manejar los hilos: es vicepresidente del gobierno sin méritos que justifiquen su nombramiento. Como hombre… Que se anden con ojo las mujeres que pretenden acercarse a su círculo más cercano.