Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Revuelta

02/04/2019

La España vaciada (o vacía, o abandonada, o desatendida o marginada, u olvidada) se hizo oír el domingo en Madrid. En realidad, ya le habían prestado atención unos cuantos días antes, justo cuando se empezó a hablar de la manifestación y cuando muchos cayeron en la cuenta de que en esas provincias vaciadas, vacías, abandonadas, etc, etc se disputan 99 escaños al Congreso que pueden ser claves para formar el próximo gobierno. Habitualmente, todos, más o menos, se los repartían PP y PSOE. El 28-A pueden «pescar» otras dos, y hasta tres, formaciones. Y eso, claro, exige entonar meas culpas, anunciar medidas contra la despoblación, ponerse a la cabeza de la marcha (esta vez los organizadores no les dejaron) y sacar pecho anunciando a bombo y platillo que «nosotros somos el partido del mundo rural», como viene haciendo por estos lares Pablo Casado, quizás sin saber que el PP lleva 31 años gobernando la Junta y casi desde el Pleistoceno las diputaciones y, ya ven, cada vez somos menos y más viejos. Pero, eso sí, somos los defensores de los pueblos, del medio rural, de la agricultura y más etc, etc. Otros grupos políticos tampoco son inocentes: ni una sola propuesta seria para atajar la despoblación. Ni siquiera críticas que mantuvieran este problema en el primer plano de la actualidad y de la polémica. El PSOE ni lo intentó cuando gobernó en Madrid. Ciudadanos y Podemos no han pasado de la demagogia. De Vox tampoco hay que esperar mucho. Así las cosas, lo de Madrid ha sido un aldabonazo importante, pero no debe quedarse ahí. «Medidas sin presupuestos, papel mojado», decía uno de los manifestantes. Tiene que haber dinero, claro, pero también voluntad para cambiar las cosas, imaginación, decisiones valientes y revertir el ambiente que tanto daño ha hecho al mundo rural, o sea la ciudad es un paraíso; el pueblo, un atraso, el fracaso vital. ¿Por qué es más moderno y viste más ser un portero o bedel en Madrid que continuar con la agricultura familiar? El día que, al menos, empaten ambas opciones habremos dado un gran paso adelante. Ojalá.